El primer sueño mojado que sir Ceretic tuvo en toda su vida, fue con la persona que jamás pensó. Anastasia. Había sentido el éxtasis que ninguna otra mujer le había hecho sentir en la cama y eso lo perturbo, una obsesión abismal empezaba poco a poco a desarrollarse en su interior, cada vez que intentaba reprimirse había algo que lo incitaba a mirarla donde quiera que estuviera. Su respiración. Cabello. Ojos y boca. Soñó con ello, la claridad con la que percibió su piel le hizo entender que si ella no era suya, no debería haber Sido de nadie más y entonces, una vez más su gusto por las mujeres comprometidas empezaba poco a poco a crecer. Trago saliva en más de una ocasión cuando se encontró frente a ella, sus manos sudaban y debía colocarse el Yelmo en su cabeza para que le cubriera un