El magnate sentía que de alguna manera tenía que recuperar la dignidad perdida por el relato de Enith frente a su amigo. — Le gusta imaginar muchas cosas y decirlas como si fueran verdad —dijo Elio volteándola a ver con una mirada profunda, por un momento creyó ver una nariz crecida en la chica. Enith reía con fuerza ante él, a pesar de haberlo tachado como un acosador, la veía tan radiante, tan bonita cuando expresaba alegría en su rostro, quedó hipnotizado ante la imagen de ella, por lo que tomó su celular y le tomó una foto infraganti. La muchacha al darse cuenta de que fue fotografiada, rió aún más fuerte en compañía de Ferdinand. Disfrutaron el resto del día en compañía de Ferdinand quien le enseñó cómo jugar golf, Enith al final del día le expresó que era una actividad muy abu

