OWEN SINCLAIR - PARTE I, SAGA DIAMANTES

FIESTA

- Te toca – habla April extendiéndome una bola de pingpong, observo a los chicos frente a mi dándonos una mirada sugerente a lo que yo les guiño un ojo lanzando la bola que cae dentro de uno de los vasos. ¡bebe, bebe, bebe! Gritan los que están cerca de nosotros mientras los que juegan contra nosotras beben de sus vasos rojos.

¡Esto es tan cliché!

Pienso observando todo a mi alrededor con una sonrisa divertida al sentirme en una película de adolescentes, pero debo admitir que es divertido. Cuando la cerveza se termina los chicos ya están ebrios mientras April y yo sonreímos divertidas al haberles ganado.

- ¡A BAILAR! – grita mi compañera de cuarto tirando de mi mano hasta el lugar donde los chicos y chicas bailan al ritmo de la música que empieza a tornarse más sensual. – olvídate de todo por esta noche – repite lo mismo que me ha dicho desde que llegamos – mañana cuando despiertes volverás hacer la aplicada y brillante estudiante de medicina. – ruedo los ojos tomando la decisión de hacerle caso. Nunca antes hice algo como esto y al ver mi entorno siento que es algo irreal lo que estoy viviendo – por favor – junta sus manos haciendo un puchero el que me hace sonreír antes de poner mi mente en blanco empezando a moverme al ritmo need to know - doja cat.

Dejo que la melodía de la canción me envuelva moviendo mi cuerpo de forma sensual, o al menos es lo que yo creo. Observo a April moverse de forma muy sugerente ganándose la atención de muchos de los chicos que nos rodean, sonrio sin dejar de moverme hasta que siento como alguien me sujeta de la cintura por la espalda haciéndome tensar.

- No te detengas – susurra una voz ronca en mi oído lo que me hace estremecer. Me muerdo el labio inferior respirando profundamente sin dejar de moverme sintiendo su pecho pegado a mi espalda. Cierro los ojos cuando hunde su nariz en mi cuello – hueles delicioso – paso saliva sorprendida del efecto que su voz tiene en mi cuerpo, lo que me hace darme la vuelta en sus brazos para verlo encontrándome con unos ojos grises que me dejan sin aliento y entonces lo reconozco haciendo que me enoje.

- Suéltame imbécil – digo manoteando su agarre en mi cintura, pero el lugar de soltarme me pega más a su cuerpo de forma brusca haciendo que nuestros rostros queden a escasos centímetros y nuestros alientos se mezclen.

- ¿Por qué lo haría? – pregunta mirándome a los ojos. él es mucho más alto que yo por lo que echo un poco atrás la cabeza para poder sostenerle la mirada – me encanta la forma en la que estabas moviéndote.

- Suéltame – golpeo su pecho tratando de zafarme a lo que él sonríe y de un rápido movimiento me alza haciendo que le rodee la cintura con mis piernas mientras él sujeta mis nalgas con sus manos. - ¡¿Qué haces?! – pregunto alarmada

- Darte comodidad – responde subiendo una de sus manos por mi espalda, respiro profundamente tratando de controlarme, pero todo se va a la mierda cuando su rostro se acerca más al mío. De un cabezazo lo alejo, pero no me suelta. – agresiva – dice tomando mi cuello con fuerza obligándome a ver la hermosa sonrisa en sus labios – me gusta.

- Que mal por ti – sonrio traviesa – no me gustan los imbéciles – vuelvo a darle un cabezazo más fuerte escuchando una exclamación y recuerdo que hay gente a nuestro alrededor. – no vuelvas a tocarme – amenazo mientras un escalofrió me recorre la espina dorsal por la forma en la que me observa. – porque a la próxima te castro – me doy la vuelta con intención de irme, pero me detiene tomándome del brazo.

- ¿Cómo te llamas? – pregunta observándome de forma intensa y yo enarco una ceja. ¿enserio? Sonrio acercándome a él hasta que nuestros cuerpos se pegan.

- Jo-de-te – digo antes de darme la vuelta alejándome de él y el cumulo de personas que nos observaban. Camino por el lugar hasta una mesa en la que hay todo tipo de alcohol, tomo la botella de vodka la cual me empino bebiendo un gran trago tratando de calmar mi acelerado corazón. ¿Qué mierdas acaba de pasar?

- ¿Qué acaba de pasar? – escucho la voz de April tras de mi – más importante aún, ¿Cómo conociste a Owen Sinclair?

- No sé de quién me hablas – respondo volviéndome a verla, parece perpleja algo que me sorprende.

- No sé quién demonios es – respondo empinándome de nuevo la botella, me toma del brazo pegándome a su cuerpo haciendo que nos volvamos a ver un punto en el lugar encontrándome con la mirada del imbécil que me observa sonriente.

- ¿Ves los cuatro chicos que están allá? – señalándome discretamente el lugar y al captar lo que quiere que vea, me quedo sin aliento. – los hermanos Sinclair – me empino de nuevo la botella detallándolos.

El imbécil esta vestido por completo de n***o al igual que los dos chicos y la chica junto a él. los cuatro se encuentran sentados en un lugar donde que les da una visión completa del lugar.

- Owen, Oliver, Luckyan e Irisa Sinclair – los menciona y noto que el imbécil tiene un gemelo, los dos me observan. El imbécil de forma intensa y su gemelo de forma afable, los dos son castaños, con impresionantes ojos grises, rasgos muy marcados que los hacen hermosos. El otro chico es un poco diferente a ellos, aunque comparten algunos rasgos, cabello castaño, sus ojos no los veo, pero supongo son grises y por último la chica, ella es simplemente perfecta. – aunque la fraternidad por normas de la universidad solo permite un presidente por fraternidad, Owen, Oliver y Luckyan controlan Zeta Tau Alpha. – me vuelvo a verla – Irisa es la presidenta de Sigma Kappa.

- ¿Cómo puede ser? - pregunto volviendo la mirada a ellos que son admirados como si de dioses se trataran – no creo que tengan la misma edad, para estar en la universidad.

- Owen y Oliver están en su último año – explica por lo que me vuelvo a verla – Luckyan está en segundo año igual que Irisa.

- ¿mellizos? – pregunto a lo que ella niega con la cabeza

- Él se tomó un tiempo sabático y ella es una genio – enarco una ceja de forma dudosa.

- ¿Cómo sabes todo eso?

- Ellos son como la realeza – responde mientras me empino de nuevo la botella – aquí hay hijos de mandatarios, políticos, empresarios, famosos, deportistas, etc. Pero ellos... – los señala - son los más ricos y poderosos de cada una de sus generaciones – ruedo los ojos bebiendo más vodka.

- ¿pertenecen a alguna monarquía? – pregunto sarcástica

- Sus padres son dueños del 80% de las minas de diamantes que hay en el mundo, sin contar el conglomerado que maneja muchísimas empresas lo que les da el poder que tienen.

- Que emocionante – digo burlona haciendo que ella me observe con el ceño fruncido - ¿vodka? – le ofrezco la botella a lo que ella frunce el ceño.

- Acabas de golpear a uno de los Sinclair – habla como si eso me importara a lo que ruedo los ojos.

- Él puso sus manos donde no debía – respondo encogiéndome de hombros bebiendo otro trago algo que empieza a marearme un poco.

- No importa, lo que hiciste fue como un suicidio social – río burlona

- No es como si me importara – respondo volviéndome a dejar la botella en la mesa tomando algo un poco más suave.

- Por dios – susurra April antes de que una dulce y melodiosa voz hable.

- Hola – frunzo el ceño dándome la vuelta encontrándome de frente con Irisa Sinclair que me sonríe divertida.

- ¿Jugamos a la botella? – me pregunta directamente mirándome a los ojos.

Debe tener mi edad, lo que es increíble ya que la rodea una imponente aura que deja notar seguridad y poder. Paso saliva viendo sus hermosos y curiosos ojos ya que son de un tono azul poco usual.

- No me interesa besar desconocidos – respondo viendo como ensancha su sonrisa.

- Sera como jugar verdad o reto – responde girándose un poco dejándome ver como el centro del lugar ponen una mesa redonda. En el borde de esta empiezan a poner vasos rojos que empiezan a llenar con alcohol, además de que hay cinco botellas que marcan límites entre los vasos.

- Paso – respondo escuchando un jadeo de sorpresa proveniente de April que se encuentra junto a mí, pero la chica frente a mi sonríe con arrogancia justo cuando sus hermanos llegan hasta nosotros haciendo que la piel se me erice y la atención de todo el mundo caiga sobre nosotros.

- ¿A que le temes corderito? – pregunta el imbécil haciéndome estremecer. ¿Por qué su voz me hace reaccionar de esta forma?

- Ese estúpido juego es una excusa para que pubertos inseguros puedan besarse entre si – respondo bebiendo del vaso que tengo en la mano haciendo un gesto de disgusto al descubrir que es cerveza. Al tiempo que una exclamación de ofensa se escucha en el lugar. Prefiero el vodka. Pienso dejando el vaso de lado.

La mirada de los hermanos se endurece, pero el imbécil sonríe de forma maliciosa dando un paso hacia mi llevándose un dedo a la boca.

- ¿temes que los retos sean más que simples besos? – pregunta desafiante a lo que yo sonrio sintiendo la mano de April en mi brazo.

- Viorica, lo mejor es que nos vayamos – habla April nerviosa y como no estarlo si es la atención de todos está en nosotros.

- Así que Viorica – habla dando un paso más a mí y la forma en la que dice mi nombre hace que pase saliva, pero no aparto la mirada de la suya.

- Entiendo – asiento con la cabeza viendo sus ojos brillar triunfantes – lo que quieres es verme desnuda. ¿no es así? – me acerco más a él que sonríe – usas ese estúpido juego como excusa...

- Owen... – habla uno de sus hermanos, pero él no presta atención por lo que me aferro al valor que me ha dado el vodka para dar un paso atrás llevando las manos a las tiras en mi espalda que sostiene el top desanudándolo.

- Déjame ahorrarte el molesto juego – respondo quitándome el top frente a sus ojos, luego llevo mis manos a la falda soltando el broche dejando que esta caiga a mis pues dejándome vestida únicamente en un culotte de encaje n***o y las botas. - ¿sacié tu curiosidad?