Miré que Ryan se encontraba en la entrada de su apartamento, se notaba cansado y cargaba dos bolsas de supermercado.
— ¿Qué estás haciendo aquí? — Él me miró sorprendido — ¿Estás bien? ¿Qué pasó con tu casa?
— No es de su incumbencia, señor Carter. Ahora si me disculpa tengo que entrar.
Me metí a mi nuevo piso, miré que el único mueble que tenía era un sofá. A mala hora había hipotecado la casa con todos los muebles, bueno, al menos me dieron un dinero extra por eso.
— Mamita, ¿En dónde vamos a dormir? — Perséfone miró alrededor — ¿En qué sitio vas a cocinar?
— Mi vida, tengo algo de dinero para pedir comida. Tú vas a dormir en este sofá y yo me quedaré a tu lado, así que no te preocupes por nada.
Pedimos pizza y luego empecé a acurrucar a Perséfone para que se durmiera. Por suerte e
