Capitulo 11. Conexión.

1601 Words
Capítulo 11. Conexión. POV Amalia. — No sabes cuántas veces me he hecho esa pregunta en este tiempo que estás a mi lado, Amalia me tienes hechizado hermosa, me vuelves loco. — Lo tomo de la mano acercándolo a mí, quería que esto que estaba sintiendo me consumiera por completo. Me sostiene de las caderas, apretándome con tanta intensidad que siento que la ropa estorba, que la distancia entre nosotros es muy larga y quiero que él me envuelva en sus brazos. Mi corazón late a mil por segundo en cada beso que él me da; sus caricias en los muslos de mis piernas me hacen erizar la piel. Siento que esto va más allá que nosotros y puedo verlo detenerse, alejándose de mí. Me acaricia las mejillas con cariño. —¿Vamos? —dice tomando mi mano. —¿A dónde me llevas? —le digo siguiéndolo. —Suuu —dice volviéndome a besar, pero esta vez siento como si tratara de ir más allá, pero algo lo detiene. Me mira fijamente, pasando su mano por mi top, baja mi tira sin dejar de mirarme como si necesitara mi aprobación. Me acerco tomando su mano, pasándola por mi top; lo ayudo a levantarlo, dejando mis senos libres ante sus ojos que me recorren. No miro mientras él pasa sus dedos por mi abdomen hasta mi short, metiendo dos dedos, abriéndose paso; lo va bajando poco a poco, se agacha para ayudarme a quitarlo, dejando mi ropa interior color n***o ante sus ojos, se acerca dejando un beso en el muslo de mi pierna derecha. Un fuerte escalofrío recorre mi cuerpo a su tacto, que cada vez es más intenso, tanto que siento como aprieta de ellos recorriendo a mi trasero donde se detiene. Me mira y yo toco su mejilla acariciando de él mientras se acerca besando mi vientre. —Eres perfecta —dice acomodándose para quitar su pantalón. Me siento tan nerviosa de lo que quizás pasará, pero a la vez no podía detenerme, no deseaba hacerlo. Su celular no deja de sonar, distrayéndolo de lo que quería hacer; se acerca mirando la pantalla mientras yo permanezco en el mismo lugar donde me dejó, sin poder moverme. —Emma, cancela la cita, déjala para más tarde. —¿En este momento? Bien, entiendo, no hay problema, estaremos ahí. — Ese pequeño momento fue interrumpido por su trabajo. Respiro tomando aire para controlar mis nervios, me acerco tomando una toalla y me hago una cola para sostener mi cabello. —Sí, está bien, Emma, dile a Sebastián que estoy haciendo lo que puedo, que deje de molestarme o tendré que tomar cartas en el asunto. Estamos en contacto, envíame la información por correo, gracias, Emma. Estoy buscando mi ropa en el armario, organizado todo para meterme a la ducha cuando siento sus besos en mi cuello. Tomándome de la mano, me lleva a la ducha donde me quita la toalla, besándome con ansias. Pasa su mano acariciando con su pulgar mi vientre; siento una fuerte electricidad recorrer la palma de mis manos que lo sostiene tomando su cuello. Me lleva a la ducha donde besa desde el cuello bajando hasta mi espalda. Mientras el agua tibia cubre nuestros cuerpos, siento cómo presiona mi entrepierna. —Abre —dice susurrándome al oído. Así como me lo pide lo hago, algo nerviosa, ya que no tengo experiencia en estas cosas, a apresare que he experimentado otros métodos con mis anteriores parejas, reservando siempre lo mejor para la persona correcta. Siento como acaricia mis piernas hasta mi trasero donde muerde mientras me sostengo de la pared. Un gemido sale de mí involuntario, dejan besos recorriendo hasta mi cuello donde acaricia mis caderas hasta mis senos, tocando de ellos con tanta delicadeza y a la vez ansioso. Cierro los ojos por la sensación que me causa sus besos mezclados de mordiscos suaves, vuelve a bajar entrando más allá de mi ropa interior hasta mi sexo donde masajea haciéndome temblar. — Lucas... Aaaa — No puedo controlarme esto se siente tan bien que me sostengo de la pared como mi único soporte, estoy tan mojada que él puede sentirlo al tocarme, una sensación extraña me hace cerrar las piernas sosteniéndome de sus manos. — Abre — Dice en voz de mando mientras mi cuerpo tiembla — Abre mi amor. — Esas palabras me invaden haciéndolo que me ordena sin pensarlo. Sigue hasta que se detiene, haciéndome girar a su dirección; quedando frente a frente, me mira y yo correspondo a su contacto visual, el cual corta acercándose para besar mis labios, bajando hasta mis senos, que mete en su boca mientras me sostengo de sus hombros. Me acomoda sobre la barra de la bañera, quitando mi ropa interior; besa lentamente mis senos, hasta mi vientre y mi sexo, donde introduce su lengua. Me sostengo de las orillas del jacuzzi mientras muerdo mis labios para no gemir; puedo ver que se detiene, subiendo nuevamente; me vuelve a besar. — No hagas eso, gime para mí — Dice con una mirada que jamás había visto en él, como si un nuevo Lucas se apoderara de él, vuelve acomodándome sobre la bañera y yo me detengo alejándome. —¿Pasa algo? —dice mientras me mira tan nerviosa. No podía controlar mis nervios y la vergüenza, no sabía cómo decirle que aún era virgen, no quería verme mal ante sus ojos, ya que no tengo experiencia. —Dímelo, dime lo que te pone tan nerviosa. —Lo miro y cubro mi cara, sintiéndome muy confundida. — Lucas, yo... — Suspiró colocando mi cabello tras mis orejas, pasando mi lengua por mis labios para mojarlos un poco. — Aún no he estado con nadie. —Puedo ver su cara de sorpresa y confusión mientras se aleja de mí. —Lo lamento —digo tratando de alejarme cuando siento su agarre en el abdomen. — ¿Por qué? — Dice mirándome fijamente. — ¿por qué? Porque quería hacerlo con la persona correcta. — ¿Soy la correcta? ¿Quieres que siga? —Lo miro con intensidad y solo asiento. Me sujeta contra la pared cargando de mí, mientras el agua nos cubre, me besa con esos labios que hacen que sienta mil mariposas en mi estómago, tocando de mi sexo hasta hacerme venir se acomoda rozando su m*****o erecto contra mi sexo húmedo acomodándose va entrando en mí poco a poco, la sensación es tan gratificante que las emociones, está conexión y el deseo que emana de nuestros cuerpos se unen para hacernos uno solo tanto que puedo sentir su respiración agitada en mi cuello mientras se acomoda entrando en mí, una sensación de dolor me hizo apretar de sus hombros con mis uñas sujetándome con fuerza mientras cierro mis ojos en un incómodo gemido. — Suuu, mírame — Me toma de la barbilla para que lo vea, nos miramos mientras entra en mí por completo, moviéndose dentro de mí lentamente sin quitar su mirada de mí, la conexión más mágica que he podido sentir, y sé que él también lo siente porque su mirada profunda me lo deja claro, se acerca besándome con pasión mientras empieza a moverse más rápido dentro de mí, sus embestidas me controlan dominándome por completo me lleva a un éxtasis de placer, aún sintiendo un poco de dolor, pero él hace que ese pequeño contacto visual irrumpa en mi mente haciéndome sentir más que placer, mis gemidos me llevan a un punto débil, lo amo, está más que claro que es así, este acto sella en mí por completo el amor que siento, me baja de él poniéndome de espaldas entra de nuevo en mí tocando con sus dedos mi sexo, Dios es incontrolable el deseo, me consume por completo. —Aaaa… —Gemidos tras gemidos, puedo sentirlo, es él, es quien tanto esperé por tanto tiempo; mis ojos en blanco, sintiendo todo mi cuerpo temblar, tanto que él me sostiene abrazándome del abdomen, atrayéndome más a su cuerpo, donde estoy de espaldas a él. —¿Sientes esta conexión? —¿Dime? ¿La sientes? —dice, hablando tan bajo que parece más un susurro. —La siento. —Le digo sin aliento, cuando siento un líquido recorrer mis piernas, un líquido más parecido a orina; con un éxtasis desenfrenado de placer me vengo, girándome para mirarlo. Aprieto mi mano a su pecho donde su corazón está latiendo con frenesí. —Aaaa. —Mi último gemido termina con sus labios sobre los míos, mordiendo de ellos; se aleja dejando salir sus líquidos fuera mientras que no deja de mirarme. Se acerca besando mis labios nuevamente llevándome a dentro de la regadera, besa mi hombro sin decir nada, toma el jabón bañando de mí con cuidado, me ayuda a ducharme y noto que él también lo hace, nos enjuagamos saliendo él toma una toalla para cubrirme, el simple contacto de su piel con la mía manda una corriente que me recorre por completo es como si mi cuerpo reaccionará a su tacto, nos vamos a la habitación y puedo ver qué ya es tarde, saca su ropa y se cambia sin perder tiempo y yo hago lo mismo, me coloco mi falda negra larga hasta las rodillas con una abertura entre mis piernas con una camisa de mangas largas ajustada al cuerpo color vino tinto, con mis botas del mismo color, dejando suelto mi cabello, me maquillo y puedo verlo entrar a la habitación donde se queda mirándome fijamente mientras se acerca. —Eres lo más hermoso que he visto en mi vida.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD