- Capítulo 4

2628 Words
ALLISON DAVIS La mañana siguiente me levanté temprano porque tenía que hacer algunas cosas. Estoy harto de esta mierda. Fui a casa de unos amigos a ver en qué me podían ayudar. Les contaré: les debo mercancía que les tomé para mi ex novia... si, terminamos. Igualmente soy yo el que les debo eso, me metí en líos por conseguir eso que terminé en la cárcel por varios meses, al salir seguía metido en el mismo hoyo y más profundo para ser sincero. Lo hice por "amor" trataba de ayudarla y a la vez me hundí con ella, era algo que no quería dejar ir. volví a casa después de unas horas. — ¿Vienes al hospital? — me pregunta Marina. Lo pensé por un momento, sólo pasaría rápidamente — Vamos — nos fuimos en su auto. Nos sentamos en la sala de emergencia esperando a que nos dijeran que pasemos a su habitación — ¿Madre de Allison Davis? — Marina se levanta casi de un salto. — Si — respondió ansiosa — Habitación 008 — nos sonríe y se va. Pasamos a verla. — Mamá — dijo cuando entramos, yo me senté en un pequeño sofá que había en la habitación frente a la camilla donde estaba acostada — Mi amor, ¿estás bien? — dijo acariciando su rostro. Me hizo recordar a mi madre. — Si, tranquila — ella mira hacia dónde estoy y vuelve la mirada a su madre — Bien, iré por algunas cosas tuyas a la casa — besó su mejilla y se acercó a mi — Muchísimas gracias — dijo casi en un pequeño susurro. Yo le sonríe. Me acerqué hasta la camilla, ella me da una mirada con vergüenza. — ¿Quieres hablar de algo? — me senté a su lado. — No...— hizo un silencio corto. — en realidad no lo sé — Descuida. — mire la hora de mi reloj. 8:40am. Tenía que ir a recoger algunas cosas. — Me tengo que ir. — ¿Tan rápido? — Solo quería ver cómo estabas. — Me levanté. — Gracias. — me volteó para verla desde el marco de la puerta, me sonríe. — No hay de que, te la debía— ella hace señas con su mano para que me acerque, le hice caso y me abrazo, casi haciendo que me cayera encima de ella, no sabía que haría eso. Al soltarme nos quedamos a centímetros el uno del otro, nuestras respiraciones se mezclaban entre sí. Me aleje de inmediato — Adiós, niña — salí del hospital y todo el día con ese abrazo en la cabeza. 8:50pm Iba de vuelta al hospital, pero recibí una llamada. — ¿Vendrás hoy a mi casa o qué? — mierda, me había olvidado por completo de ella... si, quién se olvida de su novia, bueno, ex novia — Voy de camino, Carla. — Tráeme lo que me gusta. Y volvemos a la rutina de siempre, primero pase por casa de una un amigo quien me vende mercancía para los tipos de la otra vez. Carla me abre la puerta de su casa, me besa y pasamos a su habitación. — ¿Dónde está lo que tienes para mí? — preguntó ansiosa. Lo saque de mi bolsillo para dárselo. — Pensé que habías dejado esto — dije decepcionado — Y yo pensé que me habías dejado. — ríe mientras se prepara una raya y la inhala rápidamente por la nariz. Se me acerca y se sienta sobre mis piernas rodeando mi cuello con su brazo. — Basta, Carla. — Últimamente estás muy raro, Zayn... ¿otra chica? — dijo besándome en el cuello. — Nada de eso — Claro que sí, tú nunca dudabas para dar un polvo conmigo. — Pasado. Te quiero, pero estás peor Se ríe y se levante de mi — ¿Es de donde vives ahora? — dijo dándose otra raya. Me levante de la cama. — No es nadie te dije ya — ¿Por qué ya no vienes a verme más a menudo como antes? ¿Quién es la boba? — No hay ninguna boba. No vengo a verte porque te acuerdo que terminamos, ¿okey? — ella se me acerca. — Pero te necesito— se acerca a mi Reí levemente — No, tú necesitas tus drogas y nada más que eso — — Me conoces muy bien — dijo burlona — Por mala suerte — Tranquilo — dijo alzando sus manos — Puedes irte, solo quería esto — me dio el pago de la mercancía por primera vez en mucho tiempo. — Vete. — dijo seriamente. Salí de su casa para dejar el dinero donde fui a recogerla desde un principio. Allison ❤️‍? Mi madre se quedó conmigo hasta tarde... y tuve que explicarle todo. Pensé que el asesino volvería a verme de nuevo pero bueno... tendrá sus problemas. — ¿Cuándo podré salir de aquí? — le pregunté a la enfermera que me estaba revisando. — Mañana. — sonreí ante la respuesta. Mi madre había salido a cenar algo ya que estaba muy tarde. Trate de dormir un poco y en eso tocan la puerta. — Pase. — a lo mejor es alguna enfermera. Mire la puerta nuevamente y es él. ¿Como supo que estaba aquí? — ¿Quién diablos te dejo pasar? — Solo vine a ver cómo estabas. — se estaba acercando. — No te me acerques. Vete. — ¿No quieres hablar? — reí. — No quiero hablar de una mierda contigo, Justin. — Caminó más hacía mi — ¡Que te vayas! — dije en un grito. Rápido por la puerta entra el asesino, gracias a dios. Ellos dos se miran, asesino me mira mientras me secaba las lágrimas. Cuando vi a Justin me sentía atrapada, sentí que no podía respirar. — Vete. — le dijo a Justin. — ¿Y este quién es?, ¿tan zorra eres que ya me cambiaste? — eso me dolió... él fue mi primer amor, por eso me afecta tanto todo lo que hace o me dice. — Oye, bonito, no lo repetiré dos veces. — Justin se le acerca como si estuviera retándolo, a lo que él solo ríe. — No te tengo miedo. — Dijo Justin. — Si te vuelves a acercar a ella y llego a saberlo, te buscaré yo mismo y estarás muerto. ¿Entiendes?, Ken. — Justin se aleja, antes de irse me da una mirada de rabia y se va. — ¿Estas bien? — preguntó acercándose a mi — Si. — Con suerte no te molestará más — Eso espero, no sé cómo supo que estaba aquí — Yo tampoco tengo idea, puede ser que tú madre le avisará. Quizás no sabía que habían roto. — Cierto. De todos modos, muchas gracias. — No las des, creo que podría llamarme mi hermanita — sonríe. Sentí una punzada en el corazón y no sé porque sentí eso — Oye, tengo casi diecinueve. — dije como una niña pequeña. Él ríe y toma mi mano al parecer sin darse cuenta ya que la retiró de inmediato en cuanto se percató de eso... actúe como si no sentí nada. — ¿Y tú madre? — Cenando por ahí, no tardará en venir, seguro. — Yo me iré a duchar, tengo mal olor. — reímos. — Realmente si, hueles fatal. — nos sonreímos y se va. Mierda, mi corazón estaba latiendo muy fuerte y no entiendo esta sensación en esta situación... me trajeron de comer. Me levanté un segundo para ir al baño, terminé y volví a la cama para terminar de comer algo. Por fin saldré de aquí, mi madre llegó temprano para poder ayudarme. Fuimos a casa, de inmediato fui preguntando a algunas compañeras de clase los deberes que perdí ese día. Los hice y bajé a comer algo. Luego de eso tuve que contarle a mamá con más detalles lo que pasó y por qué lo hice. Tome una ducha. Al terminar escuché que tocaron mi puerta, me levanté para abrirla — Miren quién es — sonríe ante mis palabras — Tuve que hacer unas cosas — él y sus cosas misteriosas... de las cuales solo sabía la mitad — Me pondré ropa y ahora bajo — dijo para irse Bajé al salón, lo vi sentado en el sillón. Su cara de preocupación también me preocupa y no entiendo porqué — ¿Y esa cara? — dije sentándome a su lado — No. nada. Dime tú si piensas decirme que diablos se te pasó por la cabeza — ¿estaba preocupado? — Mi ex. Solo fue un pensamiento estúpido, también estaba borracha. — de verdad me arrepiento de haber echo eso, yo no quiero morir. — Ya veo. Simplemente te diré que no lo vale, lleva su tiempo superarlo, pero tienes que pasar por ese proceso, luego verás que no era para tanto — que profundo. Pero si, tiene razón con eso. No puedo perder mi vida así por un idiota sin neuronas. — Gracias — fue lo único que pude decir. El exhala cansado y se pone de pie frente a mí. —Hablamos luego — tomó sus cosas y salió de casa. Cómo puede ser que aún no sé el nombre de esta persona tan oscura y misteriosa, que se traerá entre manos a pesar de vender drogas... me intriga mucho, quisiera saber más de su vida, pero no sé cómo. El timbre me saca de mis pensamientos, me levanté de inmediato para abrir. Exacto, mi mamá es la forma perfecta, porque no se me ocurrió antes. — ¿Mamá podrías contarme un poco del inquilino? — la ayude con las bolsas a ponerlas en su lugar — ¿Qué quieres saber? — dijo con media sonrisa. No mamá, no es lo que crees — No lo sé, ¿de dónde viene? — Pues mira hija, él salió de la presión hace seis meses, tuvo una niñez problemática y hora no sé más de él, solo me contó eso — interesante — Gracias mamá — subí a mi cuarto. Con que salió de la cárcel. Pasado las horas salí a caminar un rato y comer un helado. Llegué a eso de las 7:56pm, cuando iba a entrar la moto se parquea en frente de la casa, me acerqué para saludarlo con mi helado en manos. Se saca el casco y aquella sonrisa se borró de mis labios, creo que dejé de sentir el cuerpo ya que solo sentí el helado caer al césped. — ¿Qué diablos te pasó en la cara? — nunca había visto tal cosa. Con quién sea que se haya agarrado a golpes en verdad lo quería matar. Se ve horrible — No es nada — dijo con un poco de dolor en el tono de voz. — Vamos a un hospital — le dije tratando de acercarme a él. — No — De verdad estás fatal, tienes mucha sangre — trate de acercarme más — ¡Basta Allison, no necesito tu ayuda! — me gritó tan fuerte que creo que todos los vecinos lo escucharon. Me alejé dando unos pasos lejos de él — Perdón — dijo cabizbaja — no volverá a suceder — recogí lo que queda de helado para tirarlo a la basura. Entre a la casa asqueada por su comportamiento conmigo, solamente e tratado de ayudarlo. Es un cretino. Entre a ducharme, me puse algo cómodo y me tumbé en la cama con mi teléfono. Alguien toca a mi puerta y pude imaginarme quien sería — ¿Quién es? — dije prestando atención a mi teléfono. — ¿Puedo pasar? — suspire y conteste que si. Aún tenía su rostro con un poco de sangre, parece que se trataba de curar por el algodón que tenía entre sus dedos — ¿Y? — dije indiferente sin hacer contacto visual. — En serio discúlpame por gritarte así, estoy estresado y no medí mis palabras. — puse recta mi columna. — ¿Eso te lo hicieron esos tipos? — es que no te cansas de preguntas cosas que no te incumbe, mocosa. — Allison... agradezco que quieras ayudarme, pero no me conoces, no conoces las cosas en las que estoy metido. Es difícil de explicar, pero no te metas, tú mamá es buena y no haría eso con su hija. — creo que entiendo — Tú no me estás metiendo en nada, yo sola lo hago — Si acepto tus ayudas lo estoy haciendo. — Hash, es que no sé con quién carajo vivo, no sé si entiendas eso — suelta una leve risa adolorida — Te entiendo, pero es mejor así, para ustedes. — Si sabes en todo lo que estás medito, ¿por qué llegaste aquí con nosotras? — Quiero ayudar a tu madre hasta pueda sostener la casa sola, es todo. Después eso me iré de sus vidas. — mamá no me dijo eso. Al menos tiene buen corazón. — ¿Como es que estás en esto... si no eres como ellos? — Mi ex novia. — Mierda — ósea ni siquiera son problemas de él. — Si, pero no importa. Ya casi salgo de esta. — se levanta de la cama — ¿Me dejarás curarte eso? — se detuvo en el marco de la puerta mirándome con compasión en sus ojos. — Está bien — sonreí y me levanté, busqué el botiquín en el baño y fuimos a su habitación. Se sentó en el borde de la cama mientras yo estaba arrodillada enfrente de él. — Nadie antes me había curado. — soltó. — Bueno... tienes suerte de encontrarnos. — levante la mirada para verlo. — ¿Tu novia... ex, porque te metió en eso? — Trate de ayudarla y aquí estamos — oh, por eso no quiere meterme en sus cosas. Este chico está muy herido, en el alma también. — Entiendo — terminé de curarlo, recogí todo lo que utilicé. — Gracias — le sonreí y caminé hacia la puerta. — Mi nombre es Zayn. — sonreí dándole la espalda. Volteó y le dediqué una pequeña sonrisa. Zayn... lindo nombre. Volví a mi cuarto algo excitada... ¿será que me gusta? Pero... ¿por qué me gusta? Y ¿por qué yo le gustaría a él? Con tantas preguntas en mente me quedé dormida, mañana hay clases. Me desperté de un salto por una pesadilla, hace tiempo no las tenía. Trate de normalizar mi respiración, mire el reloj, 5:16am. Lo que me faltaba Me abrigue y baje al salón, mire una luz saliendo de allí, mire el sofá y es Zayn rendido enfrente del televisor encendido. Me acerqué para apagarlo, pero no puede evitar antes ver su rostro iluminado por las luces del televisor... se ve tan esplendido. No quiero sentir nada de esto ahora. Lo apagué y escuché como se quejaba. — ¿Por qué la apagas? — ¿alguna vez la voz de un chico recién levantado les ha causado escalofríos? Porque a mí en este preciso instante, sí. — Estabas dormido, si quieres la vuelvo a encender — yo misma me podía escuchar nerviosa — ¿Qué haces despierta? — dijo acomodándose para sentarse — No podía dormir — dije aún parada enfrente de él. — ¿Vemos una película? — Mañana tengo clases — por dentro muero por decirle que sí, pero si lo hago no llego a clases mañana — Entiendo — volvió a acomodarse para dormir. Creo que esta más cómodo aquí que en su cuarto, él es raro. Nuevamente me quedé admirando su rostro calmado, ya no lo veía tan claro porque ya no había tanta luz iluminándolo. Suspiré y volví a mi cuarto. ¿Qué es lo que siento?
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