Capítulo 1. Un día Especial

2247 Words
Capítulo 1 Un día Especial Narra Ana Paula Lozano Hoy es el gran día, después de años de relación al fin hoy le daré el "sí acepto" a Marco. Marco Rouge es el hombre que muchas desean, aunque al principio no pensé que fuese así. Cuando tenía 17 años, justo el último día del campamento de verano, me llegó de forma sorpresiva una carta de mis padres, anunciando que al salir del campamento no iría a casa, ellos me estarían esperando en Nueva York para conocer a mi futuro esposo. «¿Quién carajos conoce a su futuro esposo a los 17 años solo por orden de sus padres? Pues si, yo lo hice» pienso para mí misma mientras me miró al espejo. Cierro mis ojos mientras la maquilladora aplica un poco de sombra en mi párpado y recuerdo cómo me sentí ese día, nunca fui una persona que se opusiera a la voluntad de sus padres, jamás, puedo parecer estúpida pero siempre hacía lo que ellos me pedían. Y está vez no sería la excepción. Es inevitable para mí recordar ese día sin recordarlo a él, creo que es la única persona que ha logrado construir una fortaleza en mi corazón, porque a pesar de los años que han pasado, Max no abandona mi mente y mi corazón. Para mis padres lo que yo sentía por él era prohibido y estaba mal porque desde hace tiempo ellos me habían prometido a alguien mayor que yo. Al principio odié a Marco, él es cinco años mayor que yo, así que cuando lo conocí él ya era un hombre de 22 años, odiaba el hecho de tener que alejarme de Max por él. Marco durante cinco años esperó por mí, nunca le di una muestra de cariño, absolutamente nada, me enfoqué en mis estudios y él siempre estuvo allí. Me pregunté año tras año «¿Dónde estaría Max? ¿Se habrá olvidado de la promesa que me hizo?» son pensamientos que han rondado mi cabeza desde siempre y que hoy vienen a atormentarme. Siento como me aplican los últimos toques del maquillaje y cada vez el momento está más cerca «Tu quisiste esto Ana Paula, Tú fuiste quién aceptó» me repito a mi misma. Mi futuro esposo en realidad no es una mala persona, después de aguantar que lo ignorara por 5 largos años, cuando al fin accedí a salir con él se comportó como todo un caballero y no puedo quejarme, siempre ha sido muy atento conmigo. Por eso, después de 5 años más de relación, en la que él se ha ganado mi cariño, admiración y más que eso, ya que por su parte he recibido más que pleitesía, accedí a casarme con él, ya que es la opción más lógica para todos. Me veo en el espejo, ya maquillada y peinada para el gran día, escucho que tocan la puerta y por ella se asoma mi madre con mis mejores amigas, las cuales son mis damas de honor. Les doy una sonrisa forzada y no entiendo que es lo que me pasa, hace unas semanas estaba entusiasmada con la boda y hoy... hoy tengo mucho miedo. Claire, mi amiga más cercana, me abraza y susurra en mi oído. —¿te encuentras bien?— Yo asiento en respuesta ya que no quiero preocupar a nadie con mis temores, ya que de seguro así como me siento yo en este momento, cientos de novias lo han sentido igual, ese temor y esa angustia antes del gran momento. Todas se reunen a mi alrededor y mi madre, que al pasar de los años ha cambiado un poco conmigo, es la primera en hablar. —hoy es un día especial para todas las mujeres, ya que al fin logran unirse con el amor de su vida— tengo que desviar la mirada porque mis pensamientos se desvían hacia otra persona, mientras tanto ella continúa hablando— es tradición que en toda boda, las mujeres lleven algo viejo— me entrega una cajita de terciopelo con un hermoso collar— era de tu abuela. Sonrío ante tan hermoso e inesperado gesto ya que a los ojos de mi madre, soy la mujer más afortunada al casarme con Marco. Amber, una de mis primas se acerca a mí y coloca un broche en mi cabello. —también necesitas algo prestado— sonríe— no lo pierdas que es importante para mi— le devuelvo la sonrisa y agradezco el gesto. Claire tiene algo azul girando en su dedo mientras sonríe. —bueno, yo debía darte algo azul, así que pensé en traerte algo sexy para que uses debajo de ese vestido y Marco pueda arrancarte con los dientes— me dice mi alocada amiga y los pensamientos de Marco y yo en la cama no me dejan tranquila, ya que sorprendentemente Marco y yo nunca hemos estado juntos, sí más de 10 años conociéndonos y ni una sola vez en la cama. Eso no quiere decir que él no lo haya intentado, pero siempre me negué buscando una excusa tras otra, porque sentía que mi cuerpo le pertenecía al único hombre que lo había tocado, pero ya no puedo seguir negándome y eso me trae de los nervios. Todas me ayudan a dar los últimos toques y me encuentro lista para la ceremonia que se oficiará en el jardín de la casa de mis padres.. Bajo las escaleras y mi padre me espera al pie de ellas, aun le guardo rencor, por tomar decisiones sobre mi vida como si fuese mi dueño, gracias a él conocí a Marco, según mi querido padre, él era el hombre que me convenía e hizo lo posible y lo imposible para convencerme. Por suerte Marco resultó ser un buen hombre, que terminó ganandose mi cariño, solo eso, porque increíblemente, después de diez largos años y sin tener idea de donde se encuentra o que es de su vida mi corazón sigue perteneciendo a Max. —¿Estás lista?— asiento y tomo su mano para dirigirme a mi destino. ___________&&&______________&& Narra Marco Rouge. Hoy es el gran día, al fin podré decir que Ana Paula será mía, vivir este momento me ha costado diez largos años de espera, de rechazo, de angustias y molestias. Cuando la conocí, apenas era una niña de 17 años, su padre me convenció de darle una oportunidad, de conocer a su joven hija, ya que quería una alianza no solo en el ámbito laboral sino en el personal. Cuando la conocí su belleza me embeleso, a tal punto que tuve que esperar que fuese mayor de edad para cortejarla, me acerque a ella en incontables intentos y recibí su rechazo la misma cantidad de veces. Pero no desistí, me convertí primero en su amigo, en alguien en quien pudiese confiar y después me atreví a dar ese paso, me sentí un hombre dichoso cuando decidió ser mi novia pero las cosas se pusieron incómodas cuando comenzó a rechazarme. Como hombre tengo mis necesidades y mi futuro cuñado y mejor amigo conoce todo lo que viví me llevo en ocasiones a un lugar donde pudieran satisfacer mis necesidades, y ese día nos hemos convertido en clientes frecuentes. Incluso ayer, un dia antes de nuestra boda, Dany insistió para que fuéramos a ese lugar, esta vez me negué porque al fin hoy obtendré lo que tantas veces se me ha negado. Veo a mi mejor amigo venir preocupado y no entiendo que le pasa. —¿todo bien Dany?— lo veo negar y mira preocupado a todos lados. —no,nada está bien—se cruza de brazos— ¿recuerdas a Christopher White?— me pregunta algo obvio. —claro que si, es el cliente que quiere firmar el acuerdo con el consorcio, el que tenemos un mes esperando— le digo y él asiente. —y el que se supone vendría en una semana, depues de que regresaras de tu luna de miel— me dice él y esta vez soy yo el que asiente. —Ajá ¿y qué pasa?—lee pregunto porque aun no entiendo nada. —el maldito se iba a aparecer hoy en la empresa, llego de sorpresa y no me quedo mas remedio que invitarlo a la boda y me molesta que incluso en un dia que seria dedicado a disfrutar, tengamos que trabajar por culpa de un idiota— me dice molesto y yo me buro de él. —un idiota del que necesitamos el dinero— él me fulmina con la mirada y veo como todos se acomodan, eso quiere decir que en unos minutos iniciara todo.— cálmate, mas tarde resolveremos todo. Los minutos pasan y en el jardín aparecen los pajes junto a las damas de honor, la música cambia y aparece ella, la mujer por la que tanto he esperado y la que me deslumbró desde hace diez largos años. La veo y no puedo evitar sonreír, porque al fin, después de tanto, obtengo lo que deseo. ____&&&&____&&&&_____ Narra Maximiliano Writhg La avioneta aterriza en la ciudad de Seattle, el día, de forma sorprendente esta soleado y lo tomo como un buen augurio para mi regreso. Hace diez largos años no venía a este lugar, no desde el día que vine a buscarla y la ví con él, con ese hombre hecha todas sonrisas. Sentí mi corazón romperse en mil pedazos y en ese momento entendí que estaba enamorado solo, bueno, estoy enamorado solo, porque después de tanto tiempo aun sigo estando en ella como iluso. Diez años después se me presenta la oportunidad de cobrar venganza.venganza contra es familia que me humillo ese mismo día, diciéndome que no tenía nada para ofrecerle, por eso me fui a alemania con ayuda de mis padres, estudié y me esforcé, hice alianzas y ahora soy dueño de una de las transnacionales más grandes del país y su futuro socio. Llego a Seattle, convertido en Christopher White, un hombre adinerado en busca de negocios, que no se detendrá por nada, aunque ha pasado tanto tiempo y no creo que me reconozcan, pero para prevenir me deje crecer la barba y uso lentes de contactos que cubran el azul de mis ojos. Me dirijo hacia la mansión Lozano, me enteré por casualidad que hoy es el gran día de Ana Paula y necesito confirmar por mi mismo cuan enamorada está y de una vez por todas darme cuenta de que el único enamorado soy yo. La idea era llegar de improvisto, peo lo mejor es mantenerlos al tanto y presionarlos para que me inviten, llamo al idiota de Dany, su hermano, el mismo que me golpeo y se burlo de mi hace años y le digo que voy rumbo a la oficina a cerrar el trato de negocios, sé que diciendole eso no tendrá otra salida, el me pide encontrarme con el en su casa y yo canto victoria porque justamente a donde me dirijo. Llego al lugar, me abren las puertas y conduzco hasta la entrada que está atestada de autos. Me guian hacia el jardín y desde esta distancia veo la ceremonia, «soy un completo masoquista» pienso para mi y escucho fuerte y claro que ella dice “sí acepto” y en ese preciso momento siento como clan y retuercen un puñal en mi corazón. Cuando el cura pregunta ¿quién se opone? Me dan ganas de gritarle que es una falsa mentirosa, pero me contengo, lo nuestro fue hace mucho tiempo y es obvio que me ha olvidado, además mi venganza hacia los suyos, incluyendo a ella misma es mucho mayor. Veo como los felices novios sellan su unión con un beso, y me acerco a ellos aplaudiendo estruendosamente, toda la familia que está alrededor me mira confundido y solo Marco me reconoce porque hemos tenido videoconferencias, él se adelanta un paso y me tiende la mano. —bienvenido señor White, para nosotros es un placer tenerlo aquí presente— «pero que adulador me salió el hombre» pienso mientras estrecho su mano. —el gusto es mio, lamento haber venido de improvisto lo que pasa es que hay temas importantes que tratar— le informo y él asiente mientras yo continúo hablando.— mis felicitaciones para usted y su esposa.— le digo y veo como él le hace señas para que se acerque. «¡demonios! Sigue igual o quizás aún más hermosa que antes» pienso para mí mientras mi ritmo cardíaco aumenta por su presencia. Veo que tiende la mano, dándome una sonrisa amable y dudo en tomarla, pero al final de cuentas debo seguir mi papel. Nuestras manos se juntan y una corriente parecida a la estática recorre mi cuerpo y sé que si yo lo sentí ella de igual forma pudo hacerlo, me enfoco otra vez en hablar y le digo. —Christopher White, es un gusto conocerle— ella me detalla, se queda mirando mi rostro por un rato hasta que sale de su ensoñación y responde. —Ana Paula Lozano, un placer— quita su mano de la mía y de inmediato siento una sensación de hormigueo por la falta de su cercanía,aún se me queda viendo cuando me pregunta. —Disculpe señor... ¿nos conocemos? _____&&&_____&&&&______ ¡Hola, hola! Mil gracias siempre por todo su apoyo. Este capítulo me deja con sentimientos encontrados y con ganas de seguir escribiendo. Nos leemos en el próximo capítulo. Las quiero un montón. Ava
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