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1200 Words
Bajamos las escaleras hasta llegar a la planta baja y salimos del edificio. Luego comenzamos a caminar sobre la banqueta en dirección a mi casa. Tal vez con suerte todos ellos estarían encerrados sanos y salvos. –Camina más rápido Erick–, me detuve para que pudiera alcanzarme –Tenemos que llegar antes del mediodía–. –Llevamos una hora caminando, hay que descansar un poco–, se sienta sobre la banqueta mientras le da un sorbo de agua a la botella –Aún falta mucho para el mediodía y que importa si llegamos después, no es como si fueran a irse–. Me giro y lo miro molesta –Quédate si quieres, tengo que regresar a casa lo antes posible, ellos deben estar preocupados por mi–. –Te entiendo perfectamente, pero estoy agotado. Descansemos solo cinco minutos ¿Esta bien? –. Camino hacia donde se encontraba sentado y me siento junto a el –Tienes razón–, arrebato la botella de agua de sus manos y bebo un poco. –Claris–, me mira y yo a él. –¿Qué sucede? –, le doy una sonrisa. Él mira detrás de mi y su cara se aterro –No hagas ningún ruido–, susurro lo más despacio que pudo. Miré en la misma dirección que el y vi a un grupo de infectados dirigirse en la misma dirección que nosotros. Se levanto del suelo y me tomo del brazo para levantarme, comenzamos a caminar en otra dirección para poder perderlos de vista. –Ya los perdimos–. –Eso parece–, me suelto de el y comienzo a observar en donde nos encontrábamos. –Estamos cerca del centro comercial. Por ahí esta tu casa ¿no es así? –, pregunto. –Si, mi casa no está lejos de aquí–, responde mientras mira a su alrededor –Si seguimos este camino podremos llegar a la principal para ir a la tuya–, comienza a caminar. No me muevo de donde estoy y me cruzo de brazos –No Erick–. Él se detiene y camina hacia mi –¿Por qué no?, tenemos que llegar a tu casa lo mas pronto posible–. –Tu casa queda mas cerca y tu mamá puede estar en peligro–. –Pero tus padres deben estar preocupados por ti–. –Iremos a tu casa primero, ¿quedo claro? –, lo mire con enfado mientras comienzo a caminar en dirección contraria a la que él estaba caminando. Él solo guardo silencio y comenzó a caminar –Claris, ¿En serio crees que se encuentren bien? –. –¿Por qué lo dudas? –. –No lo dudo, es solo que en estos cuatro días he pensado que tal vez mi mama ya no este a salvo o que se ha convertido en uno de ellos–. Me detengo y aprieto mi puño, me vuelvo bruscamente a él y le doy un golpe en la cara –No vuelvas a decir ese tipo de tonterías–, comienzo a llorar –Tu madre y mi familia se encuentran bien y cuando todo esto termine volveremos a la normalidad–. Continue caminando y no permití que me viera llorar, tenia que ser fuerte y no podía mostrar mi debilidad. Cuando llegamos al centro comercial descansamos en una de las bancas que ahí de encontraba. –Lo siento–. Lo miro y él estaba derramando lagrimas –¿Por qué te disculpas? –. –Todo esto es mi culpa. Para comenzar no debí haberte sacado de la escuela, quería salvarte, pero terminé poniéndote en peligro–. –Nada de esto es tu culpa y si buscamos culpables creo que yo soy la responsable de que tuviéramos ese accidente–. Me mira y seca sus lagrimas –Claris quiero decirte algo–. –No lo hagas–, me imagine lo que quería decir y seria mejor que no lo hiciera, no quería herirlo y mucho menos herirme a mí. Me levanté de la banca y comencé a caminar –Es mejor continuar, ya falta poco para poder llegar a tu casa–. Él me siguió por detrás y no dijo nada. Llegamos a su casa y el abrió la puerta con la llave que su madre le había dado –Mamá, estoy en casa–, el silencio era profundo –Mamá, ¿te encuentras aquí? –, comenzó a buscarla por toda la casa, pero no se encontraba. Me dirigí a la cocina a buscar algo para comer y encontré muchas notas pegadas en el refri, comencé a leerlas y vi una interesante así que llamé a Erick para que la leyera. –Erick, ven un segundo–. Llego unos segundos después, le di la nota y comenzó a leerla en voz alta –Mi buen hijo, espero te encuentre bien y logres leer esta nota. Hace algunos minutos el ejercito comenzó a evacuar a todos y los llevo a un refugio, al cual yo iré. Búscame ahí y por favor cuídate mucho. Te quiere tu mami–, sonrió al leer eso ultimo, doblo la hoja y la guardo en su bolsillo y me miró –Tus padres también deben estar ahí–. –Tal vez, tenemos que verificarlo antes. Primero iré a mi casa–. –Bien, subiré a mi habitación a empacar un poco de ropa. Tu encárgate de llevar toda la comida posible–, asentí y se fue. Comencé a revisar la alacena y puse toda la comida enlatada dentro de la mochila. También revise el refri y encontré un poco de comida dentro de un tóper, de igual forma, lo puse dentro de la mochila y me la cargue en los hombros. Espere en la entrada hasta que el bajara y cuando lo hizo me estiro unos pantalones –Tienes que cambiarte o te vas a resfriar. Era la ropa de mi hermana–. La tomo en mis manos –Te agradezco–, entre al baño y me cambie. Nos alistamos y salimos de la casa, comenzamos a caminar y nos dirigimos hacia mi casa. Luego de una hora y media llegamos a mi casa –Al fin llegamos–, comienza a inhalar y exhalar mientras se sienta en los escalones de la entrada. –No estaba tan lejos, no exageres–, abro la puerta y ambos entramos. –Wow, tu casa es bellísima–, comienza a examinarla de arriba abajo. –Que tiene de bello, es solo una casa–, voy a la pequeña pizarra en donde escribían los avisos –No hay nada escrito, no dice a donde fueron. Tal vez estén arriba–. Subo las escaleras y el sube detrás de mí –Mami ¿Estás aquí? –, abrí su habitación y la vi ensangrentada y mirando hacia la ventana –¿mami? –. Ella se volvió bruscamente y corrió hacia mi sin detenerse, gritó y se abalanzo sobre mi intentando morderme. 
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