No estaba segura de qué esperaba de una tarde con Semion, pero no era esto. Habíamos salido del restaurante poco después de Lorenzo, y el camino de regreso a su casa había sido casi en silencio.
No es que no supiera que mi cliente tenía… intereses a los que yo tenía acceso, pero honestamente no había comprendido que fueran tan problemáticos. Había sido muy bueno ocultándolo todo, y mi jefe había insistido en que simplemente me callara e hiciera el trabajo.
Lo cual, en retrospectiva, era una enorme señal de alerta.
Lo más extraño era cómo me sentía trabajando con Semion en su contra. Claro, estábamos lejos de tener evidencia tangible que pudiera usarse en un juicio, pero disfrutaba recolectar información y espiarlos. Se sentía salvaje, intrigante y peligroso.
Cosas que se suponía que es
