Han pasado dos días, casi exactos, desde que dejamos la casa de Anna, y estoy enferma de preocupación. Me siento fatal de que Anna haya sido arrastrada a esto, aunque ella crea que es su culpa. Yo no lo creo. Podría haberme ido con ella cuando se fue, y esto ni siquiera sería un problema. He estado investigando más sobre Pavel, y es un hombre excepcionalmente peligroso vinculado a varios crímenes. Compramos una laptop básica y la he estado usando para investigarlo.
Estamos a unas pocas millas de Los Ángeles, escondidas lo suficientemente cerca como para no ser notadas. Anna tiene razón. Probablemente están buscándonos más lejos, pensando que tratamos de poner la mayor distancia posible entre nosotras y Los Ángeles.
Aun así, seguimos demasiado asustadas como para salir de nuestra cabaña.
