2. K&E Enterprise

2002 Words
Salí de la oficina y afuera estaba Diana, la ex-Secretaria. Me acerqué a ella con emoción –La Jefa me dijo que me explicarias el trabajo— La mujer me sonrió –Claro— se levantó de su lugar —Lo principal es que revisaras los documentos que te entreguen, algunos serán físicos y otros digitales, serás la voz de los empleados, te recomiendo que tengas una buena relación con todos— asentí —Organizaras la agenda de la Jefa, ya sea una reunión o una cena con socios, ejecutivos, CEO'S, etcétera— –No parece ser difícil— –No lo es, pero...— hubo una pausa —Lo difícil es la Jefa, a veces, como ya pudiste ver, trae a damas de compañía a la empresa, es conocida por ser una... mujer no muy seria— –¿En serio?— –Cierto, no eres de aquí— Diana sonrió —Scarlett Brooks es una mujer hermosa, no hay duda, pero es una maldita que solo piensa en si misma y con quién tener sexo— el tono de la mujer había cambiado —Es por eso que renuncié— –Yo no sabía eso— –Lo sé, es por eso que la vacante ha estado por mucho tiempo, todos saben cómo es la Jefa, por eso nadie se atreve a soportar su actitud de mierda— Diana tomó mis manos —Es por eso que te deseo mucha suerte, no entiendo cómo terminaste aquí— –No tenía muchas opciones en realidad— –Me compadezco de ti— le sonreí —Te deje mi número de teléfono en el escritorio, por si tienes una duda, y también por si necesitas a un guía turístico— –Te lo agradezco mucho, Diana— La mujer tomó unas cosas que estaban en el escritorio –Suerte, Sophie— Miré como la mujer se adentró al elevador, las puertas se cerraron y ella desapareció. De acuerdo, ahora estaba yo sola en esto, me acabo de enterar que mi Jefa es una persona horrible ¿cómo debía de actuar No me dio tiempo de pensar ya que una notificación sonó en la computadora, me senté y empecé a revisar lo que me habían mandado, eran unos documentos del área de contabilidad, revisé con detenimiento y no había nada que destacar, solo eran informes de la semana pasada, envié los documentos a la Jefa. Era sencillo. El teléfono que no sabía que estaba ahí, empezó a sonar, con duda lo tomé y contesté –¿Hola?— –Hola, ya estoy en el edificio, ¿Le gustaría que llevé la comida o la dejo en recepción?— –Ah, déjala en recepción, por favor— –Esta bien, tenga un lindo día— Colgué y me dirigí al ascensor, mientras bajaba, me puse a pensar que era mejor pedirle que lo subiera en vez de bajar yo misma, carajo. Llegué a la planta de abajo y me acerqué a la recepción –Disculpa, ¿Dejaron un pedido?— pregunté a una de las recepcionistas, no era la misma que me hizo la mala cara al inicio –Oh, si, ten— la chica me dio una bolsa que estaba un poco pesada La tomé y volví al ascensor, este ya no se encontraba abarrotado como en la mañana. Presioné el botón para ir al último piso, mientras estaba en el ascensor, este se detuvo en un piso, un hombre joven entró y presionó el piso número 23. Estuvimos unos segundos en silencio –Hola— habló él –¿Que tal?— lo miré –¿Eres nueva?— preguntó –¿es tan obvio?— el hombre río suavemente –Supongo que eres la nueva secretaria— –Tienes una gran intuición— comenté –Oh, no es eso, si no que, llevo trabajando un año aquí y... las secretarias de la Jefa no duran demasiado— suspiré —¡No quise ser grosero! Lo siento— –Esta bien, yo, vine a este trabajo sin saber quién era ella— –¿En serio? Creí que todo San Francisco la conocía— –Bueno, yo no soy de aquí— –¿que?— el sonido del timbre del elevador hizo que terminaramos nuestra conversación –Soy Chris Anderson, trabajo en el área de recursos humanos— –Sophie Moreau, la nueva secretaria— El hombre me dio una calida sonrisa y dejó que las puertas se cerrarán, dejé que la música del elevador sonará y un par de segundos después, llegué a mi destino, me apresure para ir a la oficina, toque la puerta y la abrí lentamente, no quería toparme con algo que no querría ver. Afortunadamente no mire nada –¿Que quieres?— habló mi poco amable Jefa –Ah... Le han traído comida— –Pasa, dejala sobre la mesa— La mirada de la Jefa estaba sobre su monitor, o eso creía. Me acerque a la mesa que me había dicho y deje la bolsa con comida, mire de reojo a la posición de mi Jefa y estaba muy distraída en su teléfono. No me metería en sus asuntos, me di la vuelta, dispuesta a salir –¿A dónde vas?— –A mi puesto, Jefa— –No dije que podías irte— –Ah, no, no sabía eso, Lo siento— volví a estar frente a su escritorio –Sophie Moreau ¿No es así?— la mujer me miró de arriba a abajo –Ese es mi nombre— –¿Eres francesa?— –Mi familia era francesa, yo naci en Canadá— –Interesante... Muy interesante— tragué saliva –¿Hay algo que necesite de mí?— La Jefa se recostó en su silla, dejando su teléfono de lado, puso sus manos detrás de su cabeza –Oh, tengo muchas necesidades, Señorita Moreau. Pero por ahora, quiero que organices mi agenda. Aunque...— Scarlett hizo una pausa, mientras me seguía mirando —Tal vez puedas hacer espacio para algo... diferente.— Sus insinuaciones me incomodaban pero solo tenía que mantenerla al margen y todo estaría bien... Se que no está bien esto, pero realmente necesito el trabajo –Estoy para ayudar con su trabajo, Jefa. No para... otro tipo de asuntos— La Jefa sonrió, le gustaba la resistencia de su asistente –Me gusta esa actitud, aunque no suelo encuentrar asistentes que me desafíen. Esto será interesante— –Si me permite, me gustaría demostrarle mi capacidad con mi profesionalismo, con permiso— Empecé a dirigirme a la puerta de la oficina para salir de ahí lo más rápido posible –Veamos cuánto puedes tiempo puedes mantener esa profesionalidad, Sophie— dijo la Jefa antes de que saliera de la oficina ¿Que le pasaba? Realmente todo lo que me dijeron de ella era verdad, una mujer que solo piensa en sexo, que asco. No tenía más opciones de trabajo y que tuvieran una buena paga, así que solo hice lo que me pidieron, Organizar la agenda. Entre al calendario del computador, había múltiples juntas para el mes, debería llamar a cada uno para confirmar las fechas o cambiarlas de día. Si, eso haré. Y realmente lo hice, necesitaba mantener mi cabeza lejos de la conversación que tuve hace unas horas. Observé el reloj y era mi hora de descanso como decía en mi horario que estaba en el escritorio. Solo había un problema, no tenía idea donde estaba el comedor aquí. Tomé mi teléfono y tomé un pequeño papel que estaba sobre el escritorio donde estaba escrito el número de Diana. Después de unos tonos, la chica contestó –¿Hola?— habló ella –Diana, perdón que te moleste tan rápido — –Oh, está bien, no te preocupes ¿que sucede?— –¿Dónde está el comedor?— –Esta en el piso número 25— –Muchas gracias— empecé a dirigirme al elevador –¿Cómo te está yendo?— –Ah... Supongo que bien— Me preguntaba si Diana se habría acostado con la Jefa... parece ser una ley no escrita —Solo he tenido que organizar la agenda y revisar un par de documentos— –Sencillo ¿No es así?— –Ah, si— –Bueno, te dejo para que puedas descansar— –Gracias de nuevo— Las puertas se abrieron y presione el piso numero 25. Cada tanto el elevador se detenía en un piso y este se empezaba a llenar de gente, después de parar en 18 pisos, finalmente llegamos al número 25, me sentía demasiado apretada en ese lugar. Cuando todos salieron, pude respirar. El comedor era enorme, había demasiadas mesas y una barra libre con mucha comida, ¿En donde estoy trabajando? Me acerque a la barra con una bandeja, mire a mi alrededor y todos parecían tomar la comida sin ninguna preocupación y yo hice lo mismo, tomé un poco de fruta y algo de comida. Cuando terminé, mire hacia las mesas, no tenía idea donde me sentaría, hasta que una mano tocó mi hombro, me sobresalte y voltee –Perdon, no quería asustarte— Era Chris –Chris... no te preocupes— –Pareces un poco perdida— –Lo estoy, no sé dónde sentarme, no conozco a nadie— –Puedes sentarte con nosotros, no soy un desconocido— –No quiero incomodarlos— –Esta bien, no vas a incomodar— El chico puso su mano en mi espalda y empezó a dirigirme a la mesa Llegamos a la mesa y había un grupo de 3 personas sentadas, cuando nos vieron llegar, sus miradas se posaron en mi –Chicos, ella es Sophie Moreau, es la nueva Secretaria de la Jefa— Todos me miraron con pena –Hola— saludé –¡Hola! Siéntate, eres bienvenida— la única chica de la mesa me saludó con mucha energía –Gracias, eh...— –Soy Haylee Mitchell, trabajo en el área de sistemas— –Un gusto conocerte Haylee— extendí mi mano y ella la tomó, sacudiendola con fuerza –El es Rowan Blake, es del área de Contabilidad— Un hombre joven sacudió su mano y yo sonreí –Yo soy Arden Monroe, área de producción, mucho gusto conocerte Sophie— el hombre con barba me saludo amablemente –El gusto es mío Arden— –Toma asiento— Chris interrumpió no me opuse y me senté al lado de Haylee, parecía ser la más emocionada de los chicos –Chris nos contó que eras nueva— –Ah, si, empecé hoy— –Cuentanos, ¿Cuántos años tienes? ¿De dónde eres? ¿Estás soltera?— –Hey, hey, tranquila Haylee, la estás hostigando— Arden salió a mi defensa –Bueno, tengo 24 años, soy de Canadá y si estoy soltera— reí por la última pregunta –¿Canadá? ¿Y que haces aquí?— la curiosidad de Haylee era inmensa –Queria explorar nuevos entornos, mientras más lejos esté de Canadá, es mejor— –¿Por qué?— –Haylee, por favor— Chris fue el que interrumpió ahora —Dejala respirar— –Esta bien— reí —No me molesta— Chris me dio una mirada —Mi abuela murió hace 2 meses y... era la única que me mantenía atada a Canadá— –¿Tus padres?— –Mi madre murió en el parto y no conozco a mi padre— empecé a comer la comida de mi plato —Mi abuela era la que me cuidaba— –Lo siento mucho Sophie, no quise ser entrometida— –Esta bien, solo tenías curiosidad— Todos los chicos de la mesa miraban mal a Haylee, culpandola por hacer que Sophie recuerde todo lo negativo de su vida Realmente no era culpa de Haylee, ella no tenía la culpa de que Sophie naciera con esa mala suerte
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