—¿Estás segura de querer ir a esa fiesta de locos? — aun Nicole duda que sea una buena idea ir allá, ella pensaba que nada ahí sería bueno. Que todos ahí eran muy hipócrita y el ambiente sería de asco. Ella misma pensaba no ir, pero por acompañarme a mí, decidió que sí. No quería dejarme sola. — Muy segura. Y sabes que, vamos a buscar la pijamada más bonita— dije en manera de sarcasmos riéndome a carcajada y entrando corriendo con ella de las manos a la tienda. Nos medimos un reguero de ropa. Ninguna nos gustaba, hasta que vi, era un vestido rojo ceñido al cuerpo con un escote en la parte delantera que me enamoró. Cuando se lo mostré a Nicole solo negaba con la cabeza, no creía que me fuera a poner eso. Pero sin negar yo también dudé un poco. Por otra parte me acordé porque lo hacía y

