Capítulo 3:La guardia.

2555 Words
Los jadeos de Luna se escuchaban por donde ella pasaba, era su tercer día viviendo en aquel lugar y rezaba para que pudieran cambiarla, odiaba tener que hacer todo de noche y no a la luz del día como estaba acostumbrada, La actividad de esa noche, era correr alrededor de la comunidad y llegar hasta el jardín principal, todo estaba iluminado por enormes lámparas, pero había algunas partes que permanecían oscuras, el grupo de diez se había adelantado y la habían dejado sola, Luna sentía que su pecho iba a salirse por su boca así que ya que se había quedado sola, decidió detenerse un momento, respiró hondo y se dio de palmadas en el pecho, —¿Por qué te detienes? — Aquella voz desconocida la asustó y su cuerpo reaccionó muy rápido, lanzó un puñetazo y este impactó en algo realmente duro, lo que le causó mucho dolor a su mano, —Carajo — exclamó ella mientras se sobaba sus nudillos, —¿Por qué te detuviste?— Luna alzó la vista y miró a un joven de unos 25 años de edad, usaba esa vestimenta negra que sólo usaban los del rango superior, lo que le hacía saber que tenía que obedecer a ese hombre si, ó si, y no faltarle al respeto, —Lo siento, me pareció escuchar algo —mintió ella, —¿Algo como que? —preguntó aquel lobo mientras sus ojos brillaban con intensidad, no parecía molesto, pero tampoco parecía ser alguien amable, —P-pues… algo… como…. Un lamento, segúramente aquí hay fantasmas, en mi antiguo clan se contaban historias al respecto… — —¿Fantasmas?, conozco a los holgazanes como tú, siempre inventando… — —Aaaaaa, mmmm, aaaa— Luna se asustó al escuchar aquel quejido de dolor y se abrazó a ese chico mientras miraba a su alrededor, —¿Oíste eso? —preguntó ella, —¿De dónde vino? —se preguntó él así mismo ignorando a la chica que estaba pegada a su brazo como un chicle, —Aaaaaaa— Él empezó a caminar y Luna lo sujetó, —¿A dónde vas? — —A ver que fue eso, no seas cobarde, si quieres ser uno de nosotros debes de dejar de actuar como una niña, madura —dijo él en voz baja, Luna tragó saliva y lo siguió, los sonidos se hacían más y más fuertes, hasta que llegaron a un pequeño cobertizo, que se usaba para guardar las cosas de jardinería, la puerta estaba entre abierta y cuando aquel sujeto abrió por completo, Luna se cubrió los ojos con fuerza, No era un fantasma, era una pareja teniendo intimidad, —¿Qué están haciendo aquí? — —¡Alek!, señor lo siento… yo, yo, es que mi novia y yo… — —Basta… vístanse y salgan de aquí…no vuelvan a hacer esto, un niño pudo verlos, si los vuelvo a ver por aquí se lo notificaré al Alfa— —Si señor, no volverá a pasar — Luna dio media vuelta y trató de borrar esa imagen que se quedó guardada en su memoria, nunca había visto a una pareja de ese modo tan… amoroso, —Y tú, vuelve a correr y deja de poner pretextos— Ella miró a aquel hombre, el cual ahora sabía que se llamaba Alek, asintió y siguió corriendo, todo este tiempo ese sujeto la había estado siguiendo y ella ni siquiera lo notó, se sintió tonta, y cuando llegó al jardín principal ya todos estaban haciendo otra actividad, —Llegas tarde niña— dijo Lian mientras miraba su reloj, —Lo siento — —Ponte a hacer cien sentadillas y luego, cien lagartijas, cuando termines puedes ir al comedor, si te das prisa tal vez alcances algo de comida — Luna lanzó un suspiro y se tiró al suelo, —Claro —murmuró ella, —Disculpa, no te escuché — —¡Si, señor!— Mientras que Luna sacaba los intestinos por la boca, Andrus se dirigía al comedor, de vez en cuando hacía acto de presencia en aquel lugar donde se reunían los jóvenes, como de costumbre todos se pusieron de pie demostrando el respeto que sentían por su Alfa, Su mirada fría recorrió a todos y luego se detuvo en Lian, le hizo señas para que se acercara y sólo cuando lo tuvo lo suficientemente cerca preguntó, —¿Dónde está la nueva? — —Aún está en el jardín principal, terminando sus ejercicios — Andrus sólo asintió y salió de aquel lugar en completo silencio, Mientras tanto Luna iba en la lagartija número 78, quería levantarse y decir que ya lo había echo, pero estaba segura de que estaba siendo vigilada, así que solo continuó, escuchó ruidos pero no le tomó importancia, su estómago rugía por comida y ella todo lo que quería era terminar, —Eres débil, solo mírate — Luna reconocía esa voz tan chillona y exasperante, era esa tal Jessica, se detuvo y alzó la vista, ella tenía una sonrisa en su rostro y también traía puesto un overol amarillo, —No me molestes — advirtió Luna, —Me aseguraré de que te largues pronto — dijo Jessica mientras apretaba los puños y sin pensarlo mucho pateó un montículo de tierra, lo que hizo que esta volara sobre el rostro y los ojos de Luna, —¡Oye!— aquel grito que más bien pareció un rugido, hizo que Jessica se tensara, ella creyó que aquella chica a quien tanto odiaba estaba sola, pero era evidente que no, Alek caminó a paso rápido hasta ella y se agachó a ver a Luna quien trataba de limpiarse, —Espera no te talles o vas a empeorarlo — dijo él y la cargó sin ningún problema, ignoró la cara de espanto de Jessica y llevó a Luna hasta uno de los baños, —Esto duele — se quejó la pobre chica mientras luchaba por no tallarse los ojos, —Lo sé, espera— Dijo Alek y llenó uno de los lavabos con agua, empezó a limpiar el rostro de la chica con cuidado, y mientras lo hacía pudo admirar la suavidad de su piel y la carnosidad en sus finos labios de color rojo, ella era bonita, lo suficiente como para poder tentar a cualquier hombre, —¿Esta mejor? — Luna asintió y miró los ojos de aquel chico, era guapo, se aclaró la garganta y se limpió ella misma, —Gracias — —De nada… pero aún no terminas tus ejercicios — —¿Siempre cuidan así a todos? — —No, sólo a los holgazanes — —Tsch, no soy una floja, me esfuerzo, pero ustedes son muy estrictos — —O tal vez tu eres muy floja, como sea volvamos al jardín, termina tus ejercicios y yo me ocuparé de Jessica— Luna asintió y ambos salieron de aquel baño, mientras caminaban la chica sintió cierta molestia en uno de sus ojos, —Oye podrías revisar mi ojo— Alek se acercó a ella y la examinó, —No te muevas aquí tienes algo — dijo él y con cuidado le quitó una pestaña, —Listo — —Gracias — —¿Qué ocurre aquí? — Luna se sobresaltó al escuchar esa voz tan masculina que provocaba cosquillas en todo su cuerpo, y de pronto se llenó de celos al ver que Jessica se sujetaba del brazo de Andrus tal y como la última vez, verlos juntos le revolvía el estómago, ella estaba segura de que era por que aquella tipa le caía muy mal, —Mi señor…— dijo Alek e hizo una reverencia, —¿Es verdad que molestaste a Jessica de nuevo? —preguntó Andrus y miró a Luna de un modo acusador, se veía molesto, Luna casi podía jurar que estaba enojado, pero… ¿Por qué estaría enojado con ella?, “¿Molestarla de nuevo? “ —Mi señor no fue eso lo que ocurrió —la defendió Alek, Andrus lo miró y este agachó la vista, —No te estoy preguntando a ti Alek, le pregunto a ella— Luna está vez sintió un escalofrío, Andrus se veía aterrador, como un demonio listo para soltar toda su furia —Yo no la molesté — —Tal vez me equivoqué, y puse a Jessica a trabajar en el jardín, en lugar de ponerte a ti — Aquello era el colmo, Luna sonrió llena de incredulidad y alzó las cejas, —Si, pues tal vez yo me equivoqué y creí que usted era un líder justo, ahora me doy cuenta que no— —¿No soy justo?, tu acusación es muy seria — —Púes, si mi comentario lo ofende — —¿Quieres ver que tan justo soy?, bien, una semana en la guardia — —Mi señor… —protestó Alek con cautela, —¿Quieres ir tú en su lugar?, si así lo quieres, te daré un mes en la guardia — Alek negó y de nuevo bajó la mirada. ………… *Luna* Una semana en la guardia, una semana en la guardia, ese maldito hombre, ¿Por qué estaba tan enojado?, yo debía de ser la enojada, estaba en mi habitación lamentándome en silencio cuando alguien tocó a la puerta, Era esa chica de bonitas trenzas, me miró y negó, —Tú si que sabes como poner contento al Alfa, toma, es tú uniforme para ir a la guardia — Yo miré la ropa doblada en sus manos, no era el traje n***o y lindo que ellos usaban, no, este era un overol gris muy feo, —¿Qué es la guardia? — —Es en donde esta el límite de los muros entre este reino y el de los Unrra, es el único Cruce — —¿Los Unrra? — —Hombres lobo exiliados, la mayoría son asesinos o lobos que se revelaron ante el rey— —¿Y es peligroso? — —Pues… un poco, hay otras criaturas que vienen de ese lugar y que tratan de cruzar, tranquila, no vas a estar sola, mi novio Arlo esta ahí, él es muy bueno peleando — —Bien…Andrus es muy… idiota— Aquella chica sonrió y negó, —No se por que puso a una novata en la guardia, pero sin duda fue por que lo hiciste enojar, como sea, él es un excelente Alfa, todos aquí le son leales, incluyéndome, él me salvó la vida— —No lo sabía, lo siento, no volveré a hablar mal de él — —Es divertido oírte, pero que nadie más te escuche, ¿De acuerdo?, vístete te están esperando abajo — —¿Cómo te llamas? — —Soy Mila— —Pues mucho gusto, yo soy Luna— —Lo sé, todos hablan de ti— —No se si eso es bueno o malo— —Ambos —respondió Mila y sonrió. Estaba segura de que vigilar una entrada no debía de ser la gran cosa, me puse aquel overol de la vergüenza y salí de mi habitación, para mi sorpresa el Alfa estaba ahí…¿Esperándome?, No entendía por qué, pero al verlo sentía una enorme necesidad de lanzarme a sus brazos y sentir la calidad que su cuerpo emanaba, poder olerlo de cerca y poder tocar esos fuertes músculos que se dejaban apreciar incluso debajo de esa camisa, Me estaba volviendo loca, sin duda me había vuelto en una mujer lujuriosa, —Retráctate— ordenó él, Esto era el colmo, —¿Disculpe? — —Discúlpate por lo que dijiste y yo levantaré tu castigo y no te enviaré a la guardia — ¿Y quién creía que yo era?, lo miré directo a los ojos y negué, —No lo haré — Mi respuesta no le gustó, podía ver la furia en sus ojos y en esa delgada vena en su frente que se dejaba ver, —Vas a arrepentirte de esa decisión, cuando estés lista para disculparte, te estaré esperando — —No veo una razón para pedirle disculpas — dije mientras me armaba de valor, Andrus era aterrador si, pero yo no era una mujer a la que él podría intimidar con facilidad, —Y más sin embargo yo veo un montón de razones — dijo él y dio media vuelta para marcharse, Yo respiré hondo y bajé las escaleras, el tipo estaba loco, sus doscientos años ya le estaban afectando la cabeza, ¿Disculparme?, ¿Por qué debía disculparme?, Llegué hasta la salida y una vez fuera de la casa me encontré con un hombre de piel morena y de ojos negros brillantes, alto y de cuerpo delgado, era un hombre… interesante, —¿Luna? — —Si señor — —Dime Kagel, ¿Estas lista? — Yo solo asentí y caminamos por casi media hora, hasta que llegamos a una zona aislada, todo lo que había alrededor era árboles y maleza, a lo lejos se escuchaba agua, tal vez un río, y de pronto en la oscuridad una pequeña luz se dejaba ver, Llegamos hasta unas chozas echas de madera y con techos de hojas secas, parecían abandonadas, pero parecía el inicio de algo de “civilización “, —¿Aquí no hay electricidad? — —La luz llama la atención—respondió Kagel, —¿La atención de que? — pregunté mientras miraba a mi alrededor, por supuesto no podía ver mucho, una desventaja de ser mujer loba, era que no tenía esa vista dúplex que ellos poseían, ni tampoco podía hacer esa transformación de animal a hombre, solo los varones podían hacerlo, ¿Qué sí era justo?, no, no lo era, Kagel no respondió a mi pregunta y sólo continuó caminando, cuando llegamos sentí que las lágrimas empezarían a salir de mis ojos en cualquier momento, había una cascada a unos cuantos metros y la brisa del agua caía sobre aquel lugar empapando todo a su paso, ahora sabía para que era aquel overol gris, No había nada más que unas pequeñas cabañas, que estaban húmedas por fuera, y yo suponía que por dentro sería igual, —¡Llegó carne nueva! — —¡¿Y está niña quien es?!— —¿Por qué enviaron a una novata? — —¿Quién es ella? — Dos mujeres y cuatro hombres se acercaron y todos parecían disgustados, si, justo como el primer día que llegué a este clan, —Muy bien, tranquilos, Agatha tú puedes volver al clan — dijo Kegel y una chica gritó de la emoción, —¡Si!, gracias señor — —Kegel y ¿Esta niña que?, se suponía que vendría Markus o James— —Muy bien tranquilos, el Alfa así lo ordenó, ella es Luna y se quedará una semana con nosotros — —Genial, ahora seremos niñeros también —se quejo la chica que estaba ahí, la cual se veía bastante ruda, como la típica bully con la que no te quieres meter o tropezar, Yo solo me encogí en hombros, definitivamente iba a ser una semana horrible, De pronto un sonido inundó aquel lugar, era… era el sonido de un cuerno aerófono, ese sonido que sale en las películas medievales que se utiliza para anunciar las guerras, tenía que ser una broma, Eso pensé, hasta que vi a todos correr.
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