Una parte de mi gritaba que todo esto era un simple malentendido (bueno, quizás no tan simple), y que el anillo debía tener algún propósito distinto del de propuesta matrimonial. Me dejé caer de espaldas en la cama y cerré los ojos. Si no nos hubiésemos peleado y Kyle hubiese hecho su propuesta… ¿cuál habría sido mi respuesta? Me molesté conmigo misma porque no habría sido un sí rotundo. Habría sido un no lo sé. Tomé mi teléfono y marqué el número de mi hermana, necesitaba hablar del asunto con alguien, incluso si eso significaba pasar a llevar la privacidad de Kyle. - ¿Diga? - ¡Candie!, Gracias a Dios, necesito preguntarte algo – hice una mueca nerviosa. - ¿Qué sucede? ¿Estás bien? - Es… Kyle y yo tuvimos una pelea. - ¿Qué? ¿Qué rayos pasó ahora?

