Muérdago

1791 Words
Vera se encontraba en el vestidor dudando qué hacer con los regalos de Timothy y si debía o no explicarle a su amiga Irene que Timothy no era realmente su novio, sino un hombre al que estuvo a punto de atropellar y que ni siquiera lo conocía, temiendo la reacción de su amiga, Vera luchaba con sus pensamientos. De repente sonó su teléfono, al mirarlo se dió cuenta que era una llamada de su madre. Vera no quería contestar delante de su amiga Irene, así que fingió estar muy ocupada poniéndose los hermosos zapatos para ver como lucían con el bello vestido. Su amiga Irene observó en el teléfono de Vera que decía: Llamada entrante, Mamá . Con entusiasmo tomó el teléfono de Vera aprovechando que Vera se estaba poniendo las zapatillas y saliendo del vestidor contestó la llamada: Señora Lindert, que gusto saludarle, Vera no puede atenderla en este momento, está en el vestidor probándose el vestido que su novio le regalo… Irene caminaba con el teléfono de Vera en la mano. La madre de Vera al escuchar lo que decía Irene le preguntó extrañada: ¿De qué novio estás hablando Irene? Que yo sepa Vera no sale con nadie… En la cara de Irene se dibujó la duda, Timothy que se hallaba cerca de Irene se dió cuenta de la situación y con amabilidad le pidió que le permitiera el teléfono unos segundos. Irene lo puso en la mano de Timothy, curiosa de escuchar lo que él le diría a la madre de Vera. Timothy puso el teléfono en su oreja y con serenidad dijo: Señora Lindert, buenas noches, soy Timothy Reynolds el novio de Vera… Sé que ella no les a querido hablar de mí todavía porque estamos empezando a salir y prefiere esperar a que nuestra relación madure… ¡Usted sabe como es Vera, ella prefiere ir despacio y a la segura…Yo comprendo sus razones y las respeto. Por eso cuando ella me dijo que vendría a pasar unos días con su familia en Búfalo y que pasaría la navidad con ustedes, no me opuse, sé lo que significa para Vera estar con su familia … Se suponía que nos veríamos al regresar a New York, pero tuve la suerte de qué mi abuelo me llamara para invitarme a pasar con él unos días, en ese instante vi la oportunidad perfecta para volver a ver a mi novia, y cuando Vera y yo nos encontramos en el parque, ella me dijo que había venido a comprar un vestido, así que le pedí que me permitiera dárselo como regalo… Por eso Vera no puede hablar con usted en este momento, porque está escogiendo el vestido que más le guste para la exquisita cena que usted a preparado esta noche… La madre de Vera lo escuchaba sorprendida, el hombre al teléfono afirmaba que era el novio de su hija Vera, eso era un problema. Ella había invitado a un hombre que había quedado viudo y deseaba una nueva esposa, y ya había llegado a su casa con la firme intención de conocer a Vera. La señora Lindert se alegró de que Vera no hubiera invitado a su novio a la cena, pensando en que si Vera no les había hablado de él, era porque no estaba segura de que su relación funcionara. Cuando Vera se dió cuenta de qué su teléfono no estaba donde ella lo había dejado,salió apresurada a buscar a su amiga Irene segura de que ella lo había tomado. Cuando llegó donde estaban Irene y Timothy se encontró a Timothy hablando con su madre. La angustia se dibujó en su rostro, y en su interior se dijo: ¡Ahora si que metiste la pata Vera! ¿Cómo vas a salir de ésta? Vera miraba a Timothy hablar con su madre sintiéndose paralizada del miedo y la vergüenza, mientras que en el rostro de Timothy se dibujó admiración y atracción al darse cuenta de su presencia y contemplarla con el vestido y las zapatillas que él escogió para ella. ¡Te ves bellísima Vera! Dijo Timothy olvidandose por unos instantes de que estaba hablando por teléfono. De repente se escuchó al teléfono la voz de la madre de Vera decir: Vera, Vera, ¿estás ahí? ¡Háblame Vera! Timothy extendió su mano devolviéndole el teléfono a Vera, ella lo tomó y contestó: Hola mamá… Enojada su madre le dijo: ¡Eres una inconsciente Vera! ¿Cuándo ibas a decirnos que estabas saliendo con un hombre? Por suerte no lo invitaste a la cena de hoy, porque Pablo acaba de llegar, le hablé mucho de ti y está deseoso de conocerte… Pablo me dijo que tiene planes de llevarte a conocer a su familia mañana, sus intenciones contigo son… ¡Mamá, basta sí! Tengo novio, y para tu información mamá, Timothy irá conmigo a la cena de esta noche, así que será mejor que pongas otro plato en la mesa… Cortando la llamada, Vera dió por terminado con su madre el tema del nuevo pretendiente. Con su mano derecha puesta en su pecho Vera buscaba calmarse, sus ojos estaban clavados en el piso, había olvidado por unos instantes donde estaba y con quién estaba. De pronto, recordó lo que le había dicho a su madre y levantando su rostro clavó su mirada en la cara de Timothy. Éste la miraba con una sonrisa en sus labios, él había comprendido que Vera le había afirmado a su madre que lo llevaría a cenar sin preguntarle a él antes. Vera le suplicaba con su mirada que la disculpara por lo que había hecho. Timothy caminó hacia ella y le susurró al oído: Dame unos minutos y estaré listo… Dándole un beso en la frente Timothy le dijo suavemente: Tranquila, todo saldrá bien… Vera tenía sobre ella la mirada de su amiga Irene, ella no podía hablar con Timothy con libertad, había enredado en sus cosas a un desconocido que amablemente se disponía a ayudadarla fingiendo ser su novio. Termina de arreglarte Vera, tu madre no es una mujer muy paciente. Le dijo Timothy guiñendole un ojo. Vera sonrió al escucharlo, pues Timothy había leído a la perfección a su madre. Vera volvió al vestidor para terminar de arreglarse, esta vez con una actitud diferente, se sentía cómoda con el vestido y le gustaban mucho los accesorios y los zapatos que había elegido Timothy para ella, todo su vestuario la hacía sentirse especial y hermosa. Mientras ella terminaba de arreglarse, Timothy salió de la tienda para hablar con tranquilidad por teléfono. La llamada era para sub abuelo, Timothy le dijo: Hola abuelo, sé que se supone que cenaría contigo y con tu familia después de dejar tu encargo en casa de tu amigo, pero se me presentó un improvisto, es un asunto muy importante y no podré asistir a la cena. Discúlpame con tu esposa y con tus hijos, debajo del árbol de navidad están los regalos que les compré, el tuyo abuelo, es el más grande… El abuelo de Timothy se había vuelto a casar con una mujer más joven que él, con ella había procreado tres hijos, los chicos ya eran adolescentes y vivían en Búfalo. La familia de Timothy le había dado la espalda al patriarca, una vez se casó con su amante y legitimó a sus hijos, sus hijos le exigieron la herencia que les correspondía. Ninguno quería tener nada que ver con la nueva familia de su abuelo. Solo él tenía relación con la nueva familia de su abuelo, Timothy no culpaba a su abuelo por enamorarse de una mujer más joven, él matrimonio con su abuela se había dado por acuerdo no por amor, su matrimonio con ella nunca fue feliz. Pero para los padres de Timothy y para el resto de la familia, lo que había hecho su abuelo había sido una traición y una deshonra para los Rainolds. Por eso el abuelo se había mudado a Búfalo a un lugar más tranquilo y apartado, para disfrutar de su nueva vida y de su familia. Timothy había viajado de New York a Búffalo para visitar a su abuelo al que tenía dos años de no ver y pasar unos días de vacaciones. Él nunca se imaginó verse involucrado en una situación como la que estaba viviendo con Vera, una preciosa mujer que lo había hechizado desde la primera mirada. Después de colgar, Timothy volvió a entrar a la tienda, Vera ya estaba lista y en una bolsa llevaba la ropa que había traído puesta. Timothy recordó que su auto estaba a una cuadra de la tienda, así que le propuso a Vera: Tu auto es cómodo Vera, pero no lo suficiente para llevarte vestida así… Creo que lo mejor será que vayamos en el mío … Irene contestó por Vera: ¡Es una gran idea! El auto de Timothy es perfecto para llegar a casa de tus padres, yo puedo guardar el tuyo en mi cochera, mañana por la mañana lo llevaré a casa de tus padres… Los ojos de Irene brillaban de emoción, ella había planteado en su cabeza ir por la mañana a casa de los padres de Vera y disfrutar del delicioso pudín que hacía la señora Lindert todos los 25 de diciembre, con la famosa receta de su bisabuela y de paso pedirle a Vera que le contará todo sobre su gusto novio millonario. A Vera no le quedó más remedio que sonreír mientras Timothy con paso firme se marchó en busca de su auto n***o BMW qué había dejado estacionado frente a una cafetería local, propiedad del amigo de su abuelo. Cuando Timothy regresó en su flamante auto, los ojos de Irene se desorbitaron de la sorpresa y emoción, mientras que Vera se sentía apenada al llevar tan lejos en su engaño al gentil desconocido. Justo antes de que Vera y su supuesto novio cruzaran la puerta de salida de la tienda, Irene tomó de un adorno de su tienda un ramillete de muérdago, y con una gran sonrisa la colgó sobre la puerta donde iban a pasar Vera y Timothy y les dijo señalando el ramillete: ¡Es un muérdago! Vera y Timothy se miraron sin saber qué hacer, mientras Irene con una gran sonrisa insistió diciendo: ¡Sobre sus cabezas hay un muérdago! Timothy y Vera se vieron comprometidos por culpa del engaño a seguir con la charada, Timothy se acercó a Vera para darle un beso corto en la boca, Vera estaba dispuesta a recibirlo y fingir que le había gustado mucho. Cuando sus labios se encontraron, la magia del muérdago hizo su hechizo, y el beso de dos desconocidos se tornó en un momento romántico, que los invitó a abrazarse y a profundizar el beso.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD