— Jackie, ¿segura que no necesitas que te acompañe? — pregunta Jack por centésima vez
—Jack, como te dije, estoy bien, puedo por mi cuenta no te preocupes — digo tomando mi bolsa de mano y pasando por su lado.
—Aah, está bien, pero si algo necesitas, solo llama — dice y salimos del departamento
— Lo sé, lo sé, Jack cálmate, estás más nervioso que yo por el posible diagnóstico, deja que al menos regrese del médico ¿está bien? — digo y justo entonces llega el taxi que estaba esperando.
— No olvides llamar si algo necesitas Jackie — vuelve a decir t el taxi sale conmigo en su interior.
Suspiro una vez estoy a salvo en el auto rumbo a mi cita médica, estaba claro que necesitaba mi momento a solas, Jack estaba más estresado que yo, pues había buscado de todo en internet y estaba aterrado con la idea de los posibles diagnósticos.
Ruedo mis ojos, y entonces noto que el taxi se ha detenido justo frente a la zona del consultorio, saco el dinero para pagar al conductor y este lo recibe rápidamente ayudando a bajarme del auto.
— Gracias señor — digo y a continuación sube al auto y se marcha, me siento pequeña ante la imponente puerta del consultorio del doctor Jonah Newman.
Entro al edificio y tomando un dicho me siento a esperar, la mayoría de los pacientes son mujeres, algunas van acompañadas de sus parejas o familiares, tal vez, solo tal vez habría Sido buena idea traer a Jack conmigo, pero de alguna forma también se siente extraño traerlo a este sitio, es decir somos amigos.
En fin, el caso es que con el tiempo la cantidad de pacientes va disminuyendo lo que hace que me sienta nerviosa, con cada minuto o segundo que pasa, siento ese vacío incómodo en mi estómago hacer presencia.
El sudor surca mi rostro, llenandolo de gotitas brillantes y perladas, pronto el sudor llega incluso al vale entre mis pechos, tomo un pañito húmedo y me limpio, intentando mantener mi compostura.
«Pero ¿qué rayos está pasando? ¿qué es esto?» me cuestiono internamente y justo en ese momento aparece una enfermera.
— Jackie Grant, señorita Grant, es su turno — dice y yo me levanto como por inercia y la sigo al consultorio dónde espera el señor Newman.
La puerta se cierra y mi corazón parece querer estallar, es como si de repente me sintiese fuera de lugar, como si haber venido aquí no fuera correcto, pero no es porque fuese una elección equivocada, sino porque en lo más profundo de mi, ya sabía lo que mis "extraños" síntomas querían decir.
— Por favor, tome asiento señorita Grant, no se preocupe, aquí no mordemos a nadie — dice el doctor haciendo que me ría y relajando un poco el ambiente tenso que traía
— Tiene usted razón doctor, es solo que estoy algo nerviosa — digo secando el sudor de mis palmas en mi pantalón japonés
— No tienes motivo para estarlo, tranquila, cuéntame qué es lo que te trae por acá — dice mirándome atentamente
— Bueno doctor, para serle sincera no me he sentido muy bien últimamente, hace al rededor de un mes que no tengo mi periodo y usualmente soy muy puntual, me han empezado a gustar cosas que normalmente detesto como el queso y otras cosas, además, cosas que antes solían encantarme me provocan náuseas y he presentado somnolencia desde hace un par de semanas aunque soy una que generalmente se me conoce por ser activa — digo enumerando mis síntomas con mis dedos.
El doctor Newman me observa detenidamente y sonríe, haciendo que me sienta tranquila pero a la vez algo inquieta.
— Muy bien, Jackie, no tienes nada de que preocuparte, dices que tu periodo no se presenta desde hace un mes, como eres regular, es un signo claro de que tienes algo anormal en tu cuerpo — dice y yo asiento — Bueno, no quiero meterme en tu vida privada, pero ¿has tenido relaciones sexuales últimamente? o ¿al menos en los últimos tres meses? — pregunta.
Recuerdos de la noche en la playa vienen a mi mente, eso fue hace casi dos meses, pero mis síntomas comenzaron hace un mes, bueno no sé que pasa, es extraño.
— Bueno, doctor, la verdad es que hace poco más de un mes casi dos si tuve relaciones pero después de aquello nada — digo como si fuera lo más normal del mundo, bueno, en realidad lo es pero hasta ese momento eso no era normal para mí.
— Bien Jackie, ven conmigo a la camilla — dice como si de una niña pequeña se tratase
— Si doctor — digo y sigo sus indicaciones.
— Antes de que subas a la camilla necesito que tienes tu consentimiento para una ecografía intravaginal — dice y el sudor se forma en mi rostro.
«¿Por qué a mí?» me cuestiono, pero siendo honesta yo solita me lo había buscado, no tengo nada de lo cual quejarme, fue una noche especial, un momento mágico y así mismo acabó, ahora es momento de aceptar la responsabilidad de mis acciones y sus consecuencias.
— Bien, doctor firmaré — digo y me guía de regreso a su escritorio, saca un permiso de paciente de un cajón y me lo extiende junto con un bolígrafo
Leo detenidamente la información y finalmente firmo, el doctor me entrega entonces una bata y me indica el baño, para que me quite mis pantalones y en su lugar, me coloque la bata que me ofrece, entro rápidamente y me cambio tan pronto como puedo.
— Muy bien, ahora sube aquí — dice señalandome que suba a la camilla, eso hago y una vez allí, me pide que abra mis piernas y poniéndose frente a mi, le coloca un condón a lo que parece ser un especulo, le pone algo parecido a lubricante y comienza. ponerlo allí en mi v****a.
«Oh Dios, que incómodo» pienso apretando mis manos, de pronto unos leves sonidos hacen que deje de morderme los labios y de apretar mis manos, en una pantalla junto a mi, logro ver un pequeño punto blanco en medio de una oscuridad, el médico mira con una sonrisa la pantalla y luego a mí.
— ¡Felicidades Jackie! estás embarazada — dice y si, estoy feliz, pero no tengo lo que este bebé necesita, sonrío y acaricio mi vientre.
«Tal vez, no lo tenga ahora, pero en el futuro si lo tendré » pienso, veo como el doctor empeine algo de la máquina y me lo entrega
— Es la primera foto de tu bebé — dice y con una sonrisa la tomo de sus manos.
Bajo de la camilla y me dirijo al baño, dónde vuelvo a ponerme mis pantalones, guardo cuidadosamente el sobre con la ecografía en mi bolso, pienso que aunque no sepa quién es su padre, algún día lo sabrá no me pondré en contra de que mi hijo tenga una relación con su padre si en el futuro llega a ser posible, además ninguno de los dos podía saber que yo fuese a quedar embarazada en mi primera vez.
Si, cierto podría buscarlo, peor no sé por dónde empezar, sé que dijo que era hijo del presidente de un importante grupo empresarial, pero no me recuerdo cual de todos los que conozco son, jaja, me pasa por andar de despistada.
[...]
Una vez termina mi cita, voy a pagar el servicio y tomo un taxi fuera del edificio para regresar a casa, la verdad lo que me preocupa más ahora, es la reacción de Jack y mi madre a la noticia.
Una vez tomo el taxi, mi teléfono comienza a sonar, lo saco de mi bolso y contesto.
— ¿Hola?
— Jackie cariño, soy yo mamá, tengo noticias para ti — dice y un nudo en mi estómago se hace presente.
— Mamá, si te escucho, ¿qué sucede? — pregunto
— Jackie, ¡Estoy embarazada! — dice y yo trago el nudo en mi garganta
— ¡Oh! vaya mamá, eso es maravilloso — digo con el sudor en mi rostro — Yo, la verdad es que también quería decirte algo — digo
— ¿Qué es eso cariño? — pregunta y antes de que pueda arrepentirme suelto la sopa — También estoy embarazada — digo y por un momento solo escucho el silencio del otro lado.
— Jackie, cariño ¡seré abuela! Pero, ¿quién es el padre? ¿Jack? — pregunta emocionada y es allí cuando se que puede que no esté tan emocionada.
— No sé quién es, solo lo conocí en el resort durante tu boda — digo
— Oh Jackie, la debilidad, pero, ¿al menos era guapo? — pregunta y yo sólo suspiro
— Eso creo mamá, en fin, estoy por llegar a casa, cuídate, si necesitas algo, déjame saber — digo y entonces termino la llamada.
Aún no estoy lista para hablar con Jack sobre el tema, por suerte para el momento en que llego, su restaurante está repleto de comensales por lo que se que él no tendrá tiempo suficiente para ver lo que hago.
Subo las escaleras rápidamente y cierto la puerta, saco mi teléfono y marco rápidamente a mi mejor amiga.
— Jackie, Nena ¿cómo estás? — dice Hannah al otro lado de la línea
— ¿Tienes planes para este fin de semana? — pregunto
— No, no aún, ¿por qué? — pregunta
— ¿Quieres venir a pasar el fin de semana conmigo? — pregunto nerviosa
— Ehm, creo que es un buen plan, pero ¿realmente estás bien? ¿ocurre algo? — pregunta nerviosa
—Ehn, si, estoy bien, cuando vengas te contaré en detalle las cosas ¿está bien? — digo
— Vale, no te presionaré — dice — Por cierto, ¿vas a aceptar el trabajo en la escuela? — pregunta nuevamente
— Si, lo aceptaré, supongo que es lo mejor que puedo obtener por ahora — digo con una sonrisa mientras acaricio mi vientre
— Oh genial, entonces ¿quieres que le hable a Jenny? — pregunta
— Vale, no pasa nada, entre más lo sepan será mejor — digo
Finalmente nos quedamos hablando unas tres horas, hasta que el sueño me gana y debo ir a dormir.
Me tomo un bowl de cereal con leche tibia y una vez me he cepillado me meto bajo mi edredón y me concentro en dormir.