Puede que desde el comienzo todo estuviera mal, no soy la clase de persona que depende de otros, no me gusta ser el chico que se enamora y aún menos soy de los que aceptan las derrotas, un pésimo perdedor, eso soy.
Una linda cara es lo único que veía en ti, un corazón cálido a la vista, definitivamente eras la presa perfecta y quizás eras demasiado bueno para mí, pero no me importó una mierda.
¿Fue con el primer secreto? O tal vez ¿La primera sonrisa? Definitivamente apesta. Ya no es divertido. Estoy tan malditamente asustado porque dejaste de ser un capricho.
Lunes 6 agosto de 2012
El año escolar daba un nuevo inicio, los chicos que se conocían de tiempo atrás llegaban felices a sentarse cerca de sus amigos. Nadie a excepción de mí, se encontraba solo. Desde siempre preferí que las personas se acercaran, ellos debían mostrar interés por mí, mi madre me enseñó eso desde pequeño. De ahí la idea.
Desde el primer intercambio de miradas mi instinto me dijo que fuera tras él, tenía que ser mío.
Su cabello n***o peinado hacia atrás para disimular lo largo que éste estaba, sus ojos marrones incluso eran hermosos, sencillos y brillosos como él.
Su sola presencia atrapaba a cualquiera, el chico perfecto se sentaba a menos de un metro de mí, seguía sonriendo a la pantalla de su celular ¿Hablaba con alguien? ¿Quién podría ser el causante de que el Adonis de la clase dejara a la vista su perlada sonrisa?
ㅡSi no me dices la razón por la que estas mirándome, creeré que soy feo.
Al parecer me perdí en mis pensamientos, su rostro seguía sonriente, aparté la mirada un poco ruborizado. Mi madre suele decir que no debo hablar en mi cabeza porque dejo de ser consciente de lo que pasa a mi alrededor.
ㅡNo eres feo ㅡrespondí con honestidad.
El pelinegro sonrió, era él, mi nuevo objetivo era el chico de mejillas regordetas. Sin quererlo llamé su atención y definitivamente iba a aprovecharme de ello.
ㅡ ¿Cómo te llamas? ㅡfue jodidamente amable.
ㅡTaehyung ㅡaguanté la respiración para tornar mi rostro rojo, esta vez con toda la intención, y que él creyera que soy tímido.
ㅡMucho gusto Tae, yo soy Jimin.
Las primeras palabras que cruzamos fueron esas y por el momento no hubo más, la clase empezó y no me permitiría bajar mi promedio ni una décima.
En los breves descansos del cambio entre una clase y otra, echaba un vistazo a Jimin, él y lo que parecían ser sus amigos conversaban energéticos sobre ir a la casa de uno de ellos. Saqué mi cuaderno de dibujos, honestamente soy terrible, pero me ayuda a distraerme de una manera sana.
Sentí una incómoda brisa provocada, giré levemente el rostro para encontrarme con algún idiota de la clase. Para mi sorpresa se trataba de una castaña, sonreía como idiota mostrando sus horribles dientes.
¿Se le perdió algo o qué?
ㅡ ¿Hola? ㅡtenía una sonrisa irritante.
ㅡHola ¿tienes un lápiz de sobra? El mío se me perdió.
Genial. Además de todo, su voz sonaba como un chillido. Anteriormente la vi hablando con una de sus sequitas, no diré amigas porque hasta donde entiendo se trata de la chica bonita de la clase, ¿Por qué no pedírselo a ellas? Niña estúpida. Únicamente a un idiota se le ocurre semejante pretexto.
ㅡClaro, deja reviso ㅡde mala gana saqué mi estuche, de sobra sabía que no tenía otro lápiz sólo servía para mi fachada de chico amableㅡ. Lo siento, no tengo ninguno.
ㅡ ¿El pretexto del lápiz, Na Eun? ¿Te ha funcionado alguna vez? ㅡhabló un rubio sentado atrás de mí. La castaña rodó los ojos indignada y se marchó sin decir más.
Pensaba seguir con los garabatos de mi libreta fui interrumpido nuevamente. El chico de antes picaba mi hombro para llamar mi atención.
ㅡ ¿Sí? ㅡpregunté irritado.
ㅡVeo que eres de pocas palabras. Soy Nam TaeHyun, tu gemelo perdido ㅡreí ante ridículo comentarioㅡ. Quería saber si quieres acompañarnos ㅡno entendí muchoㅡ, después de clases iremos a jugar a casa de un amigo.
ㅡ ¿Quiénes?
ㅡIrán Yu Gyeom, Jimin, Jackson, Mark y yo ㅡseñaló a cada uno sin discreciónㅡ ¿Qué dices? ㅡno perdería ninguna oportunidad con el Adonis.
ㅡPor supuesto.
Envié un texto a mamá por si llegaba temprano del trabajo. La campana sonó una hora después, cargué mi mochila sobre el hombro y esperé a que el grupo de amigos avanzara. Nam se puso detrás de mí y dejó sus manos sobre mis hombros mientras llamaba la atención de sus amigos.
ㅡChicos, él ira con nosotros.
Recibió un movimiento de cabeza como respuesta. Quedé atrás de ellos.
El pelinegro al que acosé en clases volteó para cerciorarse de que los seguíaㅡ. Tae, me alegro de que te nos hayas unido ㅡme regaló media sonrisa ¿Cómo diablos puede lucir tan sexi?
Domingo 13 de noviembre del 2016
1:30 a.m
Mi madre casi nunca llegaba a casa así que Jimin pasaba de vez en cuando la noche conmigo sin llegar a más. Mi cuerpo se calentaba con su cercanía, el azabache siempre intentaba meterme mano, pero nunca íbamos más allá de una paja mutua o una mamada.
ㅡEl número que está marcando se encuentra fuera de servicio ㅡsonó por quinta vez la voz que me impedía contactar a mi novio.
Era muy noche y lo más probable es que estuviera en casa, dormido. Después de todo es de madrugada, o simplemente seguía molesto y no respondía el teléfono para hacerme rabiar.
La calle a estas horas se plagaba de borrachos y prostitutas. Llevaba un par de minutos fuera de mi casa pensando a dónde debería ir ¿A casa de Jimin o al departamento de Hobi? suponiendo que fuera con Ho Seok, él tal vez estaría de fiesta, su horario de regreso voluntaria o involuntariamente es cerca de las tres de la madrugada por ello se me hizo costumbre aparecerme por ahí a esa hora.
Ambos chicos forman parte de mi vida y ni siquiera así podría compararlos. Hobi es la clase de chico rebelde que te hará sentir libre, y eso está bien para pasar el rato, y justo ahí es donde radica el problema. Si estuviese interesado aun en algo casual, no seguiría detrás de Park Jimin.
Pisé el acelerador hasta el fondo, apenas rosando al tipo ebrio que pasaba en luz roja para peatones. Fue su culpa.
Jimin y yo charlaríamos hasta tarde sobre esto, él no era el único con ganas de follar, cuando vi mi oportunidad con Jimin dejé de acostarme con otros tipos, tipos como Nam TaeHyun, desde entonces llevo al menos año y medio sin acostarme con alguien, aunque Jimin creía que yo era virgen.
Estúpido niño dientón ¿Quién se cree para llamar a Jimin cuando le apetezca? Yo era su novio y su tiempo me pertenecía a mí.
Aquella pelea fue la peor que tuvimos hasta el día de hoy. No pensé que lo defendería a capa y espada porque al final de cuentas ya éramos novios, igual nunca debí pedirle que se alejará de Jungkook. Ese día por mi estupidez ambos chicos se reconciliaron, Jungkook no le dijo la razón de su enfado, no la verdadera, únicamente lo sabíamos él y yo.
Jueves 09 de enero del 2014
Y fue que lo conocí por primera vez. Jeon Jungkook, un chico menor que yo, con sonrisa irritantemente tierna, piel lechosa, ojos negros, de cabello castaño, dientes frontales que sobresalían al sonreír y pestañas largas.
Tan corriente como una vil rata de alcantarilla.
Jungkook, hace tiempo vengo escuchando su nombre por parte de Jimin quien aprovechaba cualquier mínima oportunidad para hablarme de su maravilloso mejor amigo. Me irritaba el estómago oír su nombre y ahora también tendría que soportar verlo porque el muy desgraciado se quedó en la misma escuela que Jimin mismo que nos pidió adelantarnos para que él pudiera ir por su amigo y de ahí nos presentó.
Aquel molesto niño se colgaba del brazo de mi azabache. Jugaba con su cabello y se dejaba hacer mimos. Para el resto de nuestro pequeño grupo de amigos eran escenas molestas por ser tan melosa.
Si podía ver esto del lado amable era que tenía una oportunidad, la parte mala es que al parecer esos dos tienen cierta tensión s****l rodeándolos.
ㅡDime que no soy el único que se dio cuenta de que ese niño se le quiere subir a Jimin ㅡTaeHyun permanecía a mi lado, observando a detalle la escena. Es que sólo faltaba que ese par se besara frente a nosotros y por supuesto yo me interpondría.
TaeHyun prefería el anonimato y por ello nunca nos dejamos ver en público, nada serio, todo es cuestión física. Mi flequillo tapaba parte de mis ojos, jugué con las mangas de mi suéter mientras tímidamente me acercaba a ellos.
ㅡHola ㅡsonreí al niño rata y este de inmediato respondió mi saludo saltando de los brazos del hombre diminuto. Extendió su mano y yo la acerqué para dar unos un leve apretón.
ㅡHola ㅡJimin se situó a su lado.
ㅡKookie te presento a Taehyung al Kim ㅡcompletó para que me identificara del otro Tae.
ㅡ ¡Mucho gusto Tae! Jimin me ha hablado mucho de ti ㅡsonreía genuinamente y yo era obligado a fingir.
Desde entonces supe que para ganarme al pelinegro tendría que tratar bien al renacuajo ¿Qué veía en él? Yo no le veía ni siquiera la gracia interna. Tuve que mentir diciendo que me caía bien.
TaeHyun se burlaba por mi estúpido triángulo amoroso. Y admitiré que no tenía cupo entre ellos. Lo que para nada me desanimaba a intentarlo.
Organizábamos reuniones después de clases, íbamos juntos a la casa de Yu Gyeom, me invitaban a dormir en sus casas y me ponían incluso como intermediario. Soporté eso por casi un año entero hasta que tuve la oportunidad de manipular las cosas a mi favor. No planeé hacerlo tan pronto hasta que Jungkook me dijo directamente que Jimin le gustaba, supe que no podía seguir perdiendo el tiempo. Obviamente sentían lo mismo.
Martes 30 de septiembre 2014
Jimin llegó tarde y como fue en la clase del tutor, lo castigó con horas de limpieza al final de las clases. Lo esperé al finalizar las clases para tener tiempo a solas y compartirle algo de mi comida, por un momento olvidé a Jungkook y fue un gran error pues él también lo esperaría.
ㅡ ¿Qué tienes ahí Tae? ㅡpreguntó el chico curioso.
ㅡEsto...me lo han regalado unas chicas ㅡmentí. No quería explicarle qué hacía con ese almuerzo extra.
ㅡ ¿Te gusta alguna de ellas? ㅡsonrío con picardía.
ㅡN-no, yo, me gusta alguien más ㅡnegué tal vez podría apartarlo de mi camino de una buena vezㅡ ¿A ti te gusta alguien? ㅡmeditó unos segundos antes de responder. Bajé la mirada pensando en mil y un cosas en fracciones de segundo. Recé por primera vez en años pidiendo porque no dijera el nombre antes que yo.
ㅡSí ㅡmiró alrededorㅡ. Me gusta un chico ㅡlevanté la mirada del suelo. Él no lo haría, digo ¿Por qué a mí? ¿acaso por su cabeza no pasa que podría darme asco? Fruncí el entrecejo debatiendo conmigo mismo, Jungkook pareció notarlo por lo que regresé a mi postura despreocupadaㅡ, me gusta Jimin ㅡy lo dijo.
ㅡOh. No esperaba escuchar eso.
ㅡ ¿Estás sorprendido?
Maldición. Alguien debería darme un Óscar porque ser malditamente bueno actuando.
ㅡSí, no creí que lo miraras de otra forma.
ㅡNunca lo he mirado de otra forma —confesó—, me ha gustado desde siempre, antes de siquiera identificar mis sentimientos.
Sentí herido lo que creí inexistente en mí. Mis pensamientos se disiparon ¿qué es eso? Está bien que lo diga, en parte porque siempre lo he sabido, pero ¿Por qué duele? Ya ni siquiera distingo qué parte ha sido mi orgullo o cual mis sentimientos. Jimin dejó de ser solamente un capricho. Y ahora más que nunca tenía que ir tras él.
Miércoles 3 de diciembre 2014
Jungkook se fue sonriendo, lo perdí de vista cuando giró hacia la salida.
Mis manos sostenían el destino de los tres. Lo que yo hiciera con esa carta decidiría si podía haber más allá que una amistad entre los dos. Sentí un leve toque en el hombro, levanté la mirada de la carta para encontrarme con esa cálida sonrisa.
— ¿Qué tienes ahí, Tae? ㅡsonrió sin esfuerzo.
ㅡUna carta. Ya sabes, las chicas.
ㅡ ¿Crees que sea Na Eun? Sé que aún sigue enamorada de ti
ㅡTal vez, pero ya te he dicho que no me gusta ㅡse veía serenoㅡ. Hablando de eso tengo algo que decirte ㅡme adelanté un par de pasos esperando a que me siguiera. Él buscaba a alguien con la mirada y de sobra supe de quien se tratabaㅡ. Se fue. Dijo que tenía cosas que hacer. Creo que por fin va a declararle sus sentimientos a esa chica de su clase.
Un golpe bajo. Jimin centró toda su atención en mí, quedó boquiabierto, me miraba suplicando una respuesta. Bien lo dicen, en el amor y en la guerra todo se vale.
ㅡ ¿De qué hablas?
ㅡSupongo que no te lo contó. Jungkook ha estado encantado por alguien de su clase, creo que se llama Ji Eun. Una chica muy dulce, no dudo que también se haya fijado en él ¿No crees? El pequeño Kookie es un galán. Hasta donde sé, ellos quedaron de ir por un helado, tan tiernos.
Jimin no se movió ni un ápice. Su rostro se tornó blanco, me acerqué lentamente a él hasta invadir su espacio personal, en una de esas el contrario reaccionó, pero ni se inmutó, posé mis manos en sus hombros.
ㅡ ¿Qué haces?
ㅡJimin hace tiempo que quiero decirte esto. Me gustas ㅡsu aliento dio de lleno contra mi rostro, olía a mentaㅡ. Tuve miedo de decírtelo antes y siento que, si no lo hago ahora, habré perdido la oportunidad. Me gustas, me gustas mucho de verdad.
Rompí el poco espacio que nos separaba, me controlé para rozar nuestros labios, él no respondió, aunque tampoco se alejó.
ㅡTae...
ㅡNo lo digas ¿Te doy asco, cierto? ㅡme aparté bruscamenteㅡ. Perdón, perdón, perdón ㅡme tiré con dramatismo en el suelo, el golpe que me di en las rodillas dejaría moretones feos en esa zonaㅡ. Quería, por una vez en mi vida, quise sentirme amado ㅡJimin repetía mi nombre, se inclinó para quedar a mi altura. Intentó tomar mi rostro y no lo dejé, él poco a poco caía en la trampa.
ㅡNo me das asco. Jamás lo harías...
ㅡ ¡No quiero tu lástima! ㅡme lastimé la garganta por gritar en seco.
ㅡ ¡Tae! ¡Jamás sentiría lastima por ti! ㅡdejé de luchar para permitir que acunara mi rostro. Sus ojos me miraban sólo a mí por primera vez—. Eres tan lindo, nunca te vi como algo más porque yo, siempre estuve al pendiente de otra persona. Perdóname tú ¿Quieres? ㅡsu intensa mirada se posaba en mis ojos. Asentí lentamenteㅡ. Vamos a casa ¿sí?
Me ayudó a ponerme de pie. Nunca tuvimos esa especie de cercanía, él entrelazaba su mano con la mía mientras me acompañaba a casa. En el camino logró hacerme sonreír, lo complací un par de veces.
ㅡG-gracias por ser mi primer beso ㅡlucir como un chico tierno no me costaba nada. De pequeño lo hice a menudo para conseguir lo que quería y hasta el día de hoy me ha funcionado.
ㅡ ¿Hablas en serio? ㅡasentí con fingida timidezㅡ. Tae ni siquiera te besé bien. Ven aquí, pequeño.
Posó sus manos en mi cintura, acercándose peligrosamente a mis labios. Sus movimientos se tornaron cuidadosos, diferentes a todos mis encuentros pasados, besaba sobre mis labios y al seguirlo el ritmo se volvió más apasionado, delineó el contorno de mi labio inferior y tocó insistente sobre este hasta que le di paso. Su lengua se paseó por cada rincón que le fue posible, su aliento se mezclaba con el mío volviendo aquel beso un choque eléctrico que llegó hasta mi parte baja. Me aparté enseguida fingiendo que me faltaba aire, lo vi sonreír con ternura antes de besarme la frente.
ㅡEs repentino y todo, pero ¿quieres ser mi novio?
Lo logré.
Los días después de eso todo fue miel sobre hojuelas. Me las arreglé para que Jimin no fuera en busca de Jungkook y cuando estuve presente para ver como el pelinegro llamaba insistentemente el número de su amor platónico le dije que tal vez estaría ocupado con su novia. Él estaba dolido porque el castaño no se presentó a la ceremonia de graduación, el fotógrafo personal. Idiota.
Jimin me pertenecía. No pensé que realmente funcionaria, y que Jungkook lo siguiera ignorando cada que se veían, me ayudaba.
El escuincle tenía razón de estar enfadado, ambos sabíamos que aquella carta nunca llegó a manos de mi novio.
Era fácil manipularlo en aquel entonces.
Domingo 13 de noviembre del 2016
2:27 a.m
Toqué la puerta una última vez. Mis nudillos dolían, frustrado recargué mi frente sobre la fría madera. No pensaba en sacar mis propias conclusiones tan rápido. Alguna explicación lógica debía haber.
Sequé mi móvil del bolsillo, en la pantalla se mostraba la hora en números grandes, desbloqueé el acceso para ir directo a mis contactos.
Jimin
Muy diferente a los primeros intentos una voz ronca respondió el teléfono.
ㅡ ¿Tae? ¿Está todo bien? ㅡbostezó sin apartar el celular. Me sentí mejor, Jimin no lo haría, no me lastimaría eso es lo que nos hace diferentes.
ㅡHola perdón por molestar ㅡhablé bajito.
ㅡNo lo haces ¿Necesitas algo?
Sin importar el sin fin de peleas que teníamos al día seguía siendo atento. Mi pecho se infló de emoción, lo haríamos. Necesitaba sentirlo, después me las arreglaría para que sólo pensara en mí. Ciertamente alejarlo de Jungkook no sería sencillo y para ello podía utilizar a Hobi. Ese tonto desviste al engendro con la mirada, los separaría de a poco.
ㅡ ¿Quieres venir a mi casa? Mi madre no estará.
El silencio se hizo presente por largos minutos. Lo sorprendería. Volví a tocar la puerta anticipando su rostro. Jimin pareció olvidarse de mí y cuando golpeé por segunda vez por fin el habla le volvióㅡ ¿Tienes visitas? ㅡpreguntóㅡ ¿Quién rayos te busca a estas horas? O es que te quedaste en casa de tu amigo Ho Seok de nuevo.
ㅡ ¿Qué dices?
ㅡEscucho golpes y definitivamente no es en mi casa.
Quien tenía visitas era otra persona, ese idiota bastardo se encontraba con Jimin.
¡Maldición! ¿Qué no se cansa de seducirlo?
ㅡOh, sí. Tengo que colgar. Sigue durmiendo, te veo mañana.
ㅡDescansa ㅡcolgó.
Mi pelinegro nunca le pondría la mano encima estando conmigo. Él lo prometió, dijo que yo sería el primero. Respiré profundo para pensar mejor y dejar de adelantarme a los hechos. Ellos estaban en una especie de pijamada, sólo eso, nada más.
Sí, en el fondo era consciente de que Jimin llevaba tiempo acostándose con su mejor amigo, pero yo no soy cualquier perdedor, no. Kim Taehyung no se queda de brazos cruzados, siempre lucha por lo que le pertenece y Jimin lo es.
En ese preciso momento un sinfín de emociones me aturdían. Lo amaba, lo odiaba, lo quería y lo aborrecía. Detestaba en lo que me convertí porque simplemente se trataba de un tonto que jugaba a enamorarse, un patético niño mimado que realmente nunca tuvo en sus manos el corazón de aquel Adonis.
¿Era justo?
Claro que no. Yo más que nadie merecía su amor, pero siempre me conformé con los falsos te amo.
Era hora de hacerle una pequeña visita a Hobi.