P R I N C E S S C O M P L E X

3884 Words
¿Por qué sigues con esa mierda? Ambos sabemos que él se acuesta con otro, me jode que después de cada pelea nocturna, vengas a mi casa, es tan fácil ponerle fin a todo. Deja de llamarme a las tres de la madrugada, no voy a ser yo quien te saque de esa relación. Tú pequeño patán, tienes un grave complejo de princesa, te equivocas pensando que yo soy el caballero de brillante armadura, si acaso soy el dragón que vigila la última habitación del castillo, y por culpa de tu soledad has terminado por tomarme cariño. Siempre consigues lo que quieres y me temo que esta será la excepción, ¿yo? Yo soy tan desechable como un pañuelo. Actualmente 3:00 a.m De nuevo estaba ahí, tocó la puerta por mucho tiempo hasta que le di paso. Juré que no lo dejaría entrar, que lo dejaría revolcarse en su propia mierda, pero no podía hacerle eso. Soy un estúpido masoquista. Encontré a la princesa con ojos hinchados, las mejillas y el cabello hecho un lio. Ver esa imagen una y otra vez me destroza, aviva la esperanza de que por fin desista de su relación con el pelinegro. ¿Por qué no me nota? ㅡ ¿Puedo entrar? ㅡsonaba como un niño reprendido. ㅡHiciste que me levantara, supongo. No se molestó en mirarme, pasó a lado mío. Mi departamento era un desastre, había ropa regada por todos lados, incluso unas calcetas ajenas, supongo que del pelirrojo que jugaba hace unas horas conmigo en el sofá. Es que es la única forma de olvidarlo por un rato. ㅡ ¿Qué te trae por aquí? Era estúpido preguntar. Sabía la razón, se trataba de lo mismo de siempre, Jimin. ㅡEstoy enojado con Jimin ㅡdijo con voz fúnebre. Se sentó en el sofá doble de mi reducida sala, me tiré en el suelo no muy alejado de su persona, a pesar de ser él quien necesitaba consuelo, dejé mi cabeza reposar en sus piernas, peinó mis cabellos tiernamente. ㅡApestas a sexo ㅡarrugó la nariz. ㅡAl menos uno de los dos tiene suerte con eso. De acuerdo me pasé. En mi defensa él es el menos indicado para reclamar sobre esas cosas. ㅡHobi ¿te atraigo de una manera s****l? ㅡpreguntó con fingida inocencia. ㅡTaehyung, ya te he dicho cientos de veces que quiero follar ese culito lindo que tienes, pero tú no me dejas ㅡfue mi forma de decirle que sí. ㅡ¡Hobi! ㅡintentó reprenderme. No es mi culpa ser tan directo. ㅡSi dejaras que Jimin te lo hiciera, tal vez las peleas entre ustedes terminarían. Jaló de mi cabello, es mi problema con él. Para las personas a su alrededor es un chico tímido, alegre y amable, no lo niego, pero después de conocerlo durante tanto tiempo, descubrí su naturaleza egoísta, es un niño mimado y sólo yo lo sé, mi problema precisamente es que eso es lo que más adoro de él. Me dolió un poco el jaloneo, tomé su mano con delicadeza, la bajé hasta mis labios besando el revés. ㅡEl día en que eso suceda, Jimin me dejará y yo no permitiré que ese estúpido dientón gane ㅡsu mandíbula se tensó, nuevas lagrimas marcaban un camino invisible sobre sus mejillas. ㅡÉl te lleva ventaja, Ricitos. Martes 30 de diciembre del 2014 Al final sí logré graduarme, mis papás casi se caen al suelo cuando les enseñé mi invitación para el auditorio donde sería la ceremonia. Los chicos me invitaron a una fiesta para celebrarlo y como la persona sin preocupaciones que soy, asistiría. YoonGi pasaría por mí, es la ventaja de tener un free con un chico que tiene auto. No pasó mucho tiempo para que el claxon sonara frente a mi casa, me asomé por la ventana para cerciórame de que se tratara de mi pequeño cubo de azúcar. Dije adiós a mis padres, tomé las llaves que colgaban detrás de la puerta y caminé para llegar al auto, sabía que mis padres miraban tras la ventana por lo que sólo saludé con la mano a YoonGi. ㅡTan tierno pasando por tu novio ㅡcerré con delicadeza, si se me ocurría azotar la puerta de su querido auto seguro que me cortaba las bolas, me enseñó el dedo medio en respuesta. YoonGi me gusta de cierta forma, es alguien con quien puedo conversar sobre música, y no sólo tener sexo sucio y desenfrenado, lo que también le da puntos. El tiempo que paso con él es agradable, con ese carácter de mierda que tiene es entretenido pasar tiempo juntos. Abrí la ventana del auto, el aire golpeaba con furia mis mejillas, no me importaba congelarme el rostro siempre y cuando pudiera sentir esa adrenalina en mi cuerpo a causa de la velocidad con la que conducía YoonGi, me era casi imposible poder espirar, reteniendo por lapsos largos el aire en mis pulmones. La fiesta de Mark pintaba como la mejor del año. Habiendo terminado sus estudios en Corea, podría regresar a su casa en Estados Unidos, sus padres decidieron adelantarse y dejar a su único hijo sólo por una semana completa para despedirse de sus amigos. Al llegar nos costó aparcar entre los autos de los universitarios que se colaron a la fiesta, bien. Así conseguiría amistades y posiblemente durante mi primer año en la universidad no me aburra tanto. ㅡHo Seok, quedé en saludar a unos amigos ¿quieres adelantarte? ㅡsu voz acostumbraba a sonar demasiado tranquila, incluso decir un par de palabras le costaban. En más de una ocasión me pregunté si estaba enfermo. Dudo ser el único que lo piense con lo pálida que es su piel, es una posibilidad. ㅡVoy a calentar motores ㅡdije saliendo del auto y dejándolo solo. ㅡ ¡Al menos puedes fingir un poco de interés, idiota! ㅡQuerido, parece que no me conoces ㅡlancé un beso en su dirección y recibí una mentada. Él siguió gritándome cosas, pero al acercarme a la casa su voz se perdía con la música más sucia. Nada más entrar un par de chicas se me fueron encima, normalmente eso no pasa porque si bien YoonGi es algo casual, igual odia que yo esté restregándome con alguien más en su presencia, las chicas no me atraen del todo, aunque tampoco dejo pasar un buen polvo. ㅡ ¿Tienes compañía? ㅡiba a negar cuando, como no, YoonGi hizo su gran entrada. ㅡLa mejor del lugar ㅡcon todo y su rostro de aburrimiento puede ser atrevido si se lo propone. Sin muchos percances, ambos nos metimos entre empujones al centro de la pista improvisada. YoonGi era pésimo para el baile y por ello eso era lo último que hacíamos, lo que es estúpido. Una vez en el centro y con la música reventándome los tímpanos, mis manos viajaron hasta la cintura de YoonGi, su espalda estaba completamente pegada a mi pecho, recorría todo su torso y parte de sus muslos ante la mirada de los demás, algunos seguían cada movimiento con morbo otros simplemente giraban sus rostros, YoonGi es, a su modo, un chico serio, aunque no lo suficiente como para evitar montar un espectáculo frente a media escuela. Las cosas podrían ir de bien a mejor. Por desgracias, el estúpido amigo de YoonGi no lo veía así, bebió hasta perder la conciencia y el azabache tuvo que cargar con él. ㅡ ¿Quieres que regrese por ti? ㅡNo es necesario, tengo lo suficiente para un taxiㅡmi ligue me miraba ceñudo, desconfiaba de mí. ㅡHo Seok, más vale que si te lías esta noche no sea con alguien a quien conozca ㅡesa era una clara advertencia. ㅡ ¿Cuántas veces tengo que repetirte que yo no sabía que Ji Hoon fuera tu primo? ni siquiera se parecen ㅡrodó los ojos dramáticamente, se acercó a mi rostro y sin cuidado estampó sus labios con los míos. ㅡTe veo en la semana ㅡse despidió con esa oración cuando separó sus labios. Lo vi saliendo de la fiesta con un esfuerzo sobre humano para no tirar el cuerpo de su amigo el gigante, a comparación de su estatura, al piso. La música sonaba cada vez más fuerte y el lugar se saturaba de adolescentes ebrios en cada pequeño rincón, si eso era si quiera posible. Un chico a medio vestir bajaba de las escaleras con el andar de un pato, seguido por un azabache que intentaba detenerlo. Lo que hace un poco de alcohol, al menos yo sé comportarme lo suficiente. Este se volvía el horario del mal rollo. Podía intentar liarme con alguien, pero a estas horas la mayoría de los chicos fáciles ya estaban en alguna parte de la casa con los pantalones en el suelo, esa era la primera opción; la segunda constaba en ser el segundo polvo de alguien esta noche y no es que yo me crea alguien importante, o eso, sino que la mayoría a pesar de saber que terminará follando, no se toma la molestia de traer si quiera un buen condón, y después de ese herpes del año pasado. Ni loco lo vuelvo a hacer sin condón. Aburrido como me encontraba, salí de la casa, para entonces ya eran pasadas las doce. Muy pocas personas caminaban cerca, fumaría un poco antes de regresar a casa. A uno de los laterales se hallaba un callejón, poco alumbrado, en el que se encontraban algunos contenedores de basura. Saqué la cajetilla de cigarros y mi encendedor, acerqué el cigarro a mis labios, estaba necesitado de una buena calada, una vez encendido inhalé hasta sentir el humo en mi garganta para después dejarlo libre y repetir la acción. Conforme llegaba al estrecho lugar, un murmullo me hizo detener mi andar. Podría tratarse de un vago. ㅡ ¿Será muy tarde para decirle la verdad? ㅡpuede que sólo se tratará de alguno de los invitados que, al igual que yo, buscaba un poco de espacioㅡ. No me perdonará, yo no lo haría. ㅡPues yo tampoco lo haría. El posible vagabundo no era más que un niño de mejillas coloradas. Por la escasa luz fue imposible ver el color de su melena, podría ser naranja o incluso castaño, pero si de algo estaba seguro es que su cabello lucía tan rizado como Ricitos de oro, lo miré fijamente desde arriba, el chico permanecía sentado en el frío y nauseabundo suelo, su cara era un poema indescifrable ㅡAsí que ¿por qué te odiamos? El niño frunció el ceño, sus manos quedaron a los costados. ㅡTengo que irme ㅡse levantó del suelo con cautela. ㅡNo te haré nada si es lo que piensas ㅡme ignoróㅡ, después de todo quien debería tener miedo soy yo, tú eres el demente que habla solo. Detuvo sus movimientos, su mirada cambió a una amenazante que pretendía sacarme el corazón como la malvada brujaㅡ ¡No estoy loco! ㅡLo que digas Sombrerero ㅡgiré sobre mis pies, los taxis dejarían de pasar a la una y casi llegaba la hora. Lo que hacía quedó en un intento en el momento en que la mano de cierto niño se ensañó con mi cabellera, el cigarro resbaló de mis labios cuando un quejido salió de estos. ㅡ ¡TE DIJE QUE NO ESTOY LOCO! ㅡ ¡LO QUE SEA, SUÉLTAME! Mi no deseado acompañante me liberó después de unos segundos, regresó la mirada al suelo, sus manos formaban puños, se podía distinguir la forma incluso con sus manos dentro de sus bolsillos. ㅡP-erdón, yo...no soy así... Mentira, sé qué clase de persona es. Es del tipo que finge ser tímido delante de los demás. Actuando como si todo le fuese ajeno, pero con cierta minoría se muestra realmente, no es más que un niño mimado que siempre consigue lo que quiere, exactamente el tipo de persona que me entretiene. ㅡNo mientas pequeño, Santa no le lleva regalos a los niños mentirosos. De nuevo esa mirada, de un segundo a otro su rostro se distorsionaba pasando de un niño adorable como el cuento de Hansel y Gretel al mismísimo Lobo Feroz de Caperucita Roja. ㅡ ¡NO SOY UN ESTÚPIDO NIÑO! DEJA DE TRATARME COMO A UNO. Un ser adorable ante mis ojos ¿Cómo no lo conocí antes? Decir que no es un niño cuando trae puesto un overol corto de mezclilla -con un gatito sonriente en la bolsa delantera-, sobre una playera de manga larga. ㅡHermosa criatura, soy Ho Seok. Su boca se abrió exageradamente, pero sin decir nada, cuando una mosca pasó cerca de él, la cerró de golpe, sus mejillas volvían a teñirse de rojo, llevó su mano cerca de su cabello y peinó los rizos que caían sobre su frente. ㅡMe llamo Taehyung. No creí que fijarme en él significaría perder tanto. Mi sueño, espacio, mis ligues y mi tranquilidad. Actualmente 3:45 a.m Ricitos de Oro se encargó de abrir las ventanas de mi departamento, decía no soportar el olor a sexo, más bien será que se excita y no quería caer bajo mis encantos. Tuve que ponerme algo abrigador cuando el viento me caló hasta los huesos. Si la tercera ley de Newton era cierta, puede que esté aplicando con Taehyung. Hizo tantas cosas malas contra otras personas que sinceramente creo que el hecho de que su novio le ponga los cuernos con su mejor amigo de la infancia no es si quiera suficiente. Las personas como Tae no cambian de un día a otro, no aceptan cuando se han equivocado y difícilmente sueltan las cosas con las que se encaprichas, o personas en su caso. Tae tenía su mente en otro lugar, seguramente en la casa del Ratón Pérez, despertar tan temprano siempre causaba que tuviese hambre, prendí la parrilla eléctrica porque recién me cortaron el gas, la vida independiente me sigue costando. Puse la tetera con un poco de agua, lo suficiente para dos tazas de café. Rebusqué en la alacena, días atrás dejé un paquete de galletas a medias. ㅡ ¿Tienes hambre? ㅡpreguntó incrédulo, él continuaba sentado en el único sofá de mi hogar. ㅡPor supuesto, tener sexo es agotador, sabes ㅡgrité saliendo de la cocinaㅡ. Ya que, hoy vienes de quisquilloso sería mejor que te levantes de ahí, el chico que me hizo compañía ni siquiera me dejó llegar a la cama. ㅡEres un asco, Hobi. Su cara de pocos amigos se dibujó en el aniñado rostro. Cualquiera diría que soy insensible o que no pienso antes de hablar, pero la verdad es que es mi forma de ser. Se quedó de pie cerca de la ventana, donde la fresca brisa le daba vida propia a sus rizos. Viernes 23 de enero del 2015 Terminar con YoonGi a mitad de una fiesta es una de las más grandes locuras que he cometido. No creí que el rubio tuviera una buena zurda, tan pronto como las palabras "Terminemos", salieron de mis labios, su puño estaba en dirección a mi rostro. Por supuesto no me iba a quedar de brazos cruzados y le regresé el golpe en el estómago, lo que sucedió después fue una serie de golpes entre ambos hasta que un par de gorilas pudieron separarnos. Vi a YoonGi salir de la mano de su amigo Woo Jiho, es gracioso que me aprendiera su nombre justo cuando lo mío con YoonGi terminó, puede que haya sido una buena decisión. Después de todo, yo era lo único que se interponía entre esos dos. Ahora por mis decisiones estúpidas tenía una pequeña hemorragia nasal. El baño era ocupado por una pareja calenturienta que no quiso salir y como yo necesitaba detener mi sangrado los mandé al cuerno. Un chico más añadido a mi lista de rupturas dolorosas, físicamente hablando. Y es que la razón esta vez era por un niño berrinchudo, siempre me cambiaba el tema cuando intentaba coquetearle, al parecer él tenía a quien enamorar. Venir a esta fiesta no fue por decisión propia. Taehyung me pidió que lo acompañara, pues por experiencia sabía que su novio lo abandonaría tarde o temprano para cuidar al borracho de su amigo, igual que en fiestas pasadas. Hasta el momento no conocía al tal Jimin, pero maldición, debe ser alguien que este condenadamente bueno como para que el rubio siga rechazándome. Luego de presionarme el tabique nasal por varios minutos pude detener la sangre, lavé mi rostro para deshacerme de la sangre seca. La pareja con la que me encontré en un principio seguía metiéndose mano. El ambiente de esta fiesta era un tanto más relajada que la vez pasada, tal vez porque se trataba en su mayoría de chicos que recién salían de la pubertad. ㅡ ¡Hobi! – busqué entre la multitud hasta hallar al dueño de esa voz. Empujé a algunos invitados recibiendo quejas de su parte, Taehyung trataba de ocultar lo inestable que estaba en ese momento, a su lado se hallaba un chico centímetros más bajo que él y que al parecer buscaba algo con la mirada. ㅡHola niño ㅡTae sonrió angelicalmente, soltó la mano de su acompañante y se tiró efusivamente sobre mí. ㅡGracias por venir ㅡllamó la atención de su novio y este por fin me miró. Mierda qué con la parejita se me antojaba un trio. El pelinegro se veía bien dotado, por eso el rubio no quería dejarloㅡ. Jimin, este chico que vez aquí es mi amigo Ho Seok. Hobi, él es mi novio. ㅡUn gusto. Tae habla mucho de ti ㅡme acerqué con su novio aun colgado de mí para escuchar mejorㅡ. Los dejo un rato, voy a buscar a un amigo ㅡDebes estar bromeando ㅡTae se separó de mí para encarar a Jimin. ㅡYa te lo expliqué Tae. Quiero evitar que haga algo de lo que se pueda arrepentir ㅡadmitió el pelinegro. ㅡÉl no toma. Si le da el culo a cualquiera que le diga hola, es por gusto, créeme ㅡRicitos intentó abrazar a su novio y fue cruelmente rechazadoㅡ. Yo soy tu novio, no él ㅡreclamóㅡ. Es más, ni siquiera te habla, se la pasa ignorándote justo como tú lo haces conmigo. ㅡBasta Tahyung. Dejemos las peleas para más tarde. ㅡNo merezco esto. Tienes que decidirte. Esas palabras son las ultimas que deben de mencionarse si llevas las de perder y eso quedó claro desde que los conocí. ㅡSi me pides eso quien va a perder eres tú. ㅡ ¡Te odio! Sólo espero que te mande al carajo por arruinarle el polvo. Lo que haces es toxico incluso para él. Parece que a quien amas en verdad es al idiota que está gritando el nombre de otra persona en este momento. Dudo que siquiera esté pensando en ti ahora ㅡdestiló un poco de su veneno. Hasta yo noté que se contenía. ㅡEs todo por hoy. Puedes irte si quieres, no quiero saber nada de ti, al menos por lo que resta de la noche ㅡfueron sus ultimas palabras antes de marcharse. ㅡ ¡Mierda! ㅡTaehyung pasó el dorso de su mano para retirar las lágrimas que habían salido– ¡ESTÚPIDO JUNGKOOK! ㅡentendí que todo fue parte de su drama. ㅡCreí que tu novio se llamaba Jimin. ㅡJungkook es la zorra que sigue detrás de él ㅡtenía dudas al respecto, pero no sería yo quien señalaría lo obvio. ㅡCambiando de tema ¿desde cuándo somos tan amigos? ㅡAh. Eso ㅡle restó importanciaㅡ. Quería poner celoso a Jimin, pero cómo pudiste ver le valió un reverendo pepino. Su vida amorosa era tan patética. Sería mejor llevarlo a un lugar con menos gente, lo convencí de salir al patio trasero de la casa. De lo cual me arrepentí al instante pues él me soltó todo lo que lo tenía tan mal. Desde que conoció a Jimin, cuando se enteró de que el amigo de su novio lo quería, incluso sobre lo que él hizo para interferir. Era una persona horrible y eso logró que me sintiera más atraído hacia él. ㅡEntonces ¿crees que Jimin te engaña? ㅡPor supuesto que no, pero me da rabia que incluso siendo mi novio no sea capaz de alejarse ni un poco de ese engendro. Si supiera que estaba tan equivocado. Su novio lucía más interesado en ese tal Jungkook que en él y puedo asegurarlo porque Jimin es el que corría tras otro chico en la fiesta pasada. Desgraciadamente no soy yo quien tiene que decírselo. ㅡ ¿Necesitas que me quede por más tiempo? ㅡSí, tienes que ayudarme. Estuve pensando que tal vez si tú me ayudas a darle celos... ㅡAlto ahí. Ricitos de Oro. No voy a pelear con alguien por ti. ㅡMaldito egoísta. ㅡMaldito niño mimado. A partir de ahí, Tae me enviaba mensajes a las tres de la madrugada para desahogarse y era tan maldito que aun sabiendo que me atraía acudía a mí siempre. Domingo 13 de noviembre del 2016 3:58 a.m ㅡ ¿Qué tiene ese idiota que no tenga yo? ㅡTae seguía refunfuñando. En este momento podría decirle que no tenía que ver con lo que él le ofrecía o no sino más bien lo que el otro le daba y él no. ㅡDéjalo pasar Tae, yo preferiría que lo hicieras, tengo mucho sueño. ㅡSé que puedo llegar a ser molesto ㅡformó un lindo puchero con sus labios. Caminaba con lentitud para llegar hasta mí, su cambio de humor repentino me hizo retroceder hasta toparme con la encimeraㅡ, muy, muy molesto, pero te necesito y tú no puedes darme la espalda ㅡquería lo único que yo podía darle, conociéndolo por completo, mi aceptación y eso lo tendría siempre. Acercó su rostro al mío, incitándome a besarlo. Recuperé el control lo suficiente para tomar las riendas. Mis manos bajaban lentamente temiendo que parara, no pensaba bien en mis acciones y fui algo grotesco al besarlo, mordí su labio con saña y hasta ahí quedó nuestro encuentroㅡ. MALDICIÓN. NO HAGAS ESO ¿QUÉ CARAJOS VOY A DECIRLE A JIMIN SI PREGUNTA? ㅡ ¿En serio importa? Digo, es casi imposible que Jimin ignore a alguien más que a ti. Fui un imbécil, lo admito, pero de nuevo me dejó con las ganas. También era algo que pasaba a menudo, de él sólo había podido conseguir un par de besos. Y en este punto es cuando me pregunto ¿Quién de los dos es más patético? Taehyung por fingir que su relación va de maravillas y no aceptar que su novio le pone los cuernos desde siempre o yo, estando detrás suyo y permitiendo que me use a su antojo. En otro momento de mi vida si alguien me hubiese dicho que iba a terminar rogándole a una persona por permanecer a mi lado, me carcajearía en su cara, y muy fuerte. ㅡIdiota ㅡsusurró antes de meterse a mi habitación y cerrar la puerta con seguro. ㅡTae, si vas a seguir viniendo a estas horas a mi casa será mejor que te compres una cama porque no estoy dispuesto a cederte mi habitación cuando se te dé la gana. ㅡ ¡Me importa un carajo! Sonreí como idiota, justo en eso me convertí. Definitivamente lo que sentía por él no era más que una atracción física, me gustaba querer lo que sabía que no podría tener fácilmente. Amo engañarme. El hambre se me fue, apagué la estufa antes de tirarme sobre el sofá y quedar perdido.
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