1. EL COMIENZO

781 Words
Era bien sabido que el club era un lugar al que asistían los adultos jóvenes en busca de pareja, pertenecer al club era muy difícil, pero era justo eso lo que lo hacía especial. En la alta sociedad era mal visto casarse con algún don nadie, las uniones muchas de las veces eran propiciadas por los padres, aunque cada vez menos, eran arregladas por los mismos. María José Narvaez sabía lo que le tocaba, había nacido en una familia próspera, su madre, una elegante mujer austriaca quien había tenido la fortuna de casarse con su padre, don Alejandro Narvaez, la había educado a ella y a su hermana 3 años menor, María Fernanda, para desposar a hombres de su clase social. María Fernanda creía fielmente en esa filosofía y de hecho era bien sabido, tanto por sus padres como por quienes le rodeaban, que no aceptaría a nadie que no poseyera una cuantiosa cuenta bancaria, así esto significase desposar a un viejo. María José en cambio, era una ávida creyente del amor y quería casarse por ese motivo, aunque en los últimos años, la caída de las acciones de su padre y la enfermedad del corazón que lo aquejaba, comenzaba a ver con ojos más comprensivos la filosofía de su familia Marifer, como la llamaban todos, era bastante agraciada, contaba con 19 años y había abandonado la universidad para dedicar su vida a encontrar el marido ideal, cierto era que no le faltaban pretendientes puesto que era una de las mujeres mas hermosas de la zona, la más guapa era su hermana, aunque nunca nadie se atrevería a decirlo en voz alta. Marifer poseía un carácter jovial, alegre y algo despreocupado, solía siempre minimizar los problemas de la vida. Sus hermosos ojos verdes y el cabello castaño claro, el cual se pintaba cada poco tiempo para asegurar que era natural, le daban los rasgos más atrayentes, poseía una nariz respingada como la de su madre y odiaba su estructura ósea un tanto redonda heredada de su padre, procuraba mantenerse delgada y tenía pechos prominentes, los cuales adoraba, en cambio odiaba su cintura poco marcada, sin embargo, las caderas anchas le daban una forma agradable a la vista, había hecho todo cuanto le era posible por hacer más notables sus glúteos, pero estos se negaban a aparecer. María José por su parte llevaba un mayor parecido con su madre y por ello sus ojos verdes y la nariz respingada eran lo único que compartía con su hermana menor, Marijo sí tenía una melena castaña clara natural y una cintura diminuta, pechos pronunciados, caderas anchas y glúteos muy bien formados, además, a diferencia de Marifer, ella era de estatura promedio y no baja como su hermana menor Marijo tenía claras diferencias con su hermana y la más marcada era su carácter poco llamativo e introvertido, era quizá este el aspecto que más había interesado a Einar Vondant, Einar era el único hijo de la familia dueña de emporios Vondant, eran de ascendencia vikinga y quizá por ello la gente comentaba que eran raros, no eran para nada sociables y poco dados a las fiestas, sin embargo, por supuesto que cada familia anhelaba que Einar eligiera a una de sus hijas como su prometida, era la familia más acaudalada en el universo, o eso se decía en el club Pocos habrían imaginado que Einar Vondant ya había elegido a Maria José como su esposa, le veía como la compañera perfecta, su carácter apacible y sumiso encajarian perfectamente con el suyo fuerte y taciturno, además, el que su familia estuviese a punto de la quiebra la hacía la esposa adecuada que estaría agradecida con él por salvarlos de la ruina y no habría ningún tipo de reclamo de su parte. Einar la había observado cuidadosamente, era lo suficientemente hermosa como para merecer ser su esposa y suficientemente sumisa como para mantenerse en ese puesto -¿estás seguro? – preguntó Alonso, quien era su mejor y único amigo, dirigiendo su mirada a Marijo quien a lo lejos recogía sus pertenencias para marcharse -mas que seguro, María José Narvaez será la afortunada – se jactaba mientras ambos reían de buena gana Einar Vondant era un hombre bastante alto y fornido, muy blanco, barba y bigote muy bien arreglado y de facciones toscas, no por ello feo, era considerado uno de los hombres guapos del lugar gracias a que los tomboy se convierten en tendencia, Einar poseía unos ojos azules y el cabello rubio casi rojo, sonreía poco y su habilidad para hacer amigos era nula, todos pensaban que no consideraba a ninguna mujer digna de salir con él, ya que no se le conocía pareja alguna
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