Capitulo 14

2283 Words
Me paro frente a la estufa cuando la ensalada está lista y agarro las pinzas para darles la vuelta a las vieiras que estoy cocinando. Sonrío y chasqueo los dedos de alegría al ver lo perfectamente doradas y crujientes que están por un lado. "Esta noche te espera un capricho", le digo a Gabby mientras sigo cocinando. Apenas la noté bajando de la encimera y caminando hacia mí. —Bueno, será mejor que piense en algunas formas creativas de recompensarte por esto, ¿no? Antes de darme cuenta, está de rodillas y mi cinturón está desabrochado. En cuanto me toca, me pongo firme, firme como una roca para ella. Casi quiero decirle que no es buen momento ni lugar para hacerlo. Estamos justo delante de una estufa caliente; podría ser peligroso. Pero entonces su lengua recorre mi m*****o y desaparecen todas mis ganas de detenerla. "Joder...", gimo mientras sigue lamiendo cada centímetro de mi polla, cubriéndola con su saliva. "¿Le gusta esto a papá?", pregunta Gabby. Retóricamente, claro. Asiento y dejo las pinzas de golpe sobre la encimera mientras sus labios sedosos envuelven la punta de mi pene. Chupa con suavidad, extrayendo el líquido preseminal y bebiéndolo. Gime al saborearme, haciendo que cada sensación sea mucho mejor. Me penetra más en la boca mientras pierdo por completo la concentración en la comida. La comida no importa ahora mismo. Lo único que importa es mi hermosa hijastra (supongo que exhijastra) de rodillas con mi polla a medio camino en su garganta. Con mi mano libre, le agarro la nuca y la mantengo firme mientras le meto el resto de mi polla en la boca. Ella abre más los labios y gime al recibirme. Su garganta se mueve de arriba abajo mientras se atraganta con mi cuerpo. Es un calor infernal, y con cada contracción de su garganta siento que me acerco más. Finalmente, me aparta, y mi polla se le cae de la boca con un chasquido que me excita aún más. Jadea y me mira con una sonrisa ansiosa. "Sabes cuánto te amo y cuando te corres en mi garganta", ronronea Gabby, levantándose y alejándose de mí mientras se quita la camisa rápidamente. "Pero ahora mismo, quiero que esa energía se gaste en otra cosa". Me guiña un ojo y se quita los vaqueros que se puso, de pie, completamente desnuda, en la cocina. La observo, con mi polla palpitando frente a mí, rogando por volver a hundirla en su apretado y joven coño. No me canso de esta chica. "¿Qué tal si terminas de cocinar y te doy un pequeño espectáculo? Quiero que estés completamente excitada antes de que me llenes el coño esta noche", dice Gabby, acercándose a mí, frotándose las tetas con las manos. Digamos que esta es la comida más difícil que he tenido que cocinar. El filete con vieiras es relativamente fácil, a pesar de lo que diría Gordon Ramsay, pero intentar hacerlo con la distracción de mi sexy hijastra sentada en una encimera con las piernas abiertas y tocándose el coño es casi imposible. Gabby gime y gime, recorriendo su cuerpo con las manos mientras me muestra cada centímetro de sí misma. Incluso ahora que podemos hacer lo que queramos cuando queramos, sigue insistiendo en provocarme. ¿A quién carajo engaño? Me encanta. Me duele la polla, goteando líquido preseminal mientras estoy de pie junto a la estufa, intentando cocinar lo más rápido posible. Gabby salta de la encimera y se inclina, mostrándome su estrecho ano mientras se masturba por detrás. La observo menear el trasero, completamente hipnotizada, mientras le doy la vuelta al filete. Sé que solo queda dejarlo cocer a fuego lento en la reducción de vino tinto unos minutos, así que bajo el fuego y me bajo los pantalones por completo. Me acerco a Gabby y la agarro por las caderas mientras está inclinada sobre la encimera, colocando mi polla entre sus nalgas apretadas. Jadea al sentir lo duro que estoy para ella y siento la tentación de embestirla con cada centímetro de mi polla. El alivio sería una delicia ahora mismo, pero sé que quiere esperar, así que no lo hago. En cambio, froto mi polla entre sus nalgas, apretándolas para crear más fricción mientras me excito con ella. Acerco la punta a su ano y jadea al presionar la base con fuerza contra ella. Gabby me mira por encima del hombro, mordiéndose el labio como si estuviera excitada. ¿Qué te parece? ¿Acaso la zorrita de papá quiere que le abra el culo? —pregunto, viendo a Gabby sonreír y asentir—. Eres una puta. "Sin duda ya lo he oído antes", bromea Gabby mientras frota sus caderas contra mí. Sé que tengo que volver a la cocina en cualquier momento, pero antes, me arrodillo detrás de ella y dejo que mi lengua recorra su raja, subiendo hasta su pequeño y fruncido ano. Mi lengua se arremolina alrededor de ella y siento su cuerpo temblar al introducirla un poco, dándole una idea de cómo se sentirá después. Al levantarme, le doy una palmada en el trasero antes de agarrarle la mejilla y masajearla suavemente. Vuelvo a la cocina, más duro que nunca, mirando a mi hijastra inclinada sobre la encimera con una enorme roncha roja en el trasero. Estoy en el cielo. Termino de cocinar la cena y Gabby insiste en que la comamos mientras esté caliente antes de ir al dormitorio y follarnos hasta volvernos locos. Durante toda la cena, me provoca igual que anoche. Tiene el pie en mi entrepierna, los dedos envolviéndome la polla mientras me provoca justo lo suficiente para llevarme al límite y mantenerme allí. Me estoy volviendo loco para cuando terminamos de comer y la necesito. "¿Qué tal si lavamos los platos antes de…?" empieza Gabby, esperando burlarse de mí aún más de lo que ya lo ha hecho. "No", interrumpo, apartando bruscamente los platos de la mesa. Muchos caen al suelo, algunos incluso se rompen con restos de comida. Gabby jadea cuando la levanto y la inclino sobre la mesa. No se resiste. Mira por encima del hombro, apartándose el pelo mientras apoya las manos en la madera de la mesa. Arquea la espalda para mí, lista de inmediato para recibirme por completo. "¡Fóllame, papi!", grita Gabby, sin necesidad de callarse cuando estamos juntos. Escucharla gritar mi nombre, incluso antes de que esté dentro de ella, me excita aún más por lo que vendrá. Ahora, Gabby puede gritar mi nombre todas las noches y nada la detendrá. Aprieto sus caderas mientras arquea la espalda, restregando su culo contra mí. Gimo al sentir lo mojada que está su v****a. Voy a follarle su culito hoy, pero necesito tener la polla bien lubricada antes de intentarlo. Me coloco en su entrada y la penetro con toda mi longitud, observando su rostro mientras su boca se abre y jadea de placer. Pone los ojos en blanco y emite un gemido que hace que mi polla se estremezca dentro de ella. "¿Te gusta cuando papi te llena así?", le pregunto, apretando su culo entre mis manos mientras bombeo mi polla dentro y fuera de ella. Toda la mesa se mueve con la fuerza de mis embestidas y Gabby hace todo lo posible por sujetarla. "¡Sí!" grita ella. Gime mientras mi polla la llena, estirando su estrecho coño a su alrededor. Sentir lo mojada que está para mí es tan excitante que podría correrme dentro de ella ahora mismo. Una parte de mí lo desea. Ahora que Gabby es oficialmente mía, desearía poder quedarme aquí y reclamarla llenándole el coño con mi semen otra vez. Pero la idea de tomar todos sus agujeros y estirar su pequeño y apretado culo también es excitante. Su coño se aprieta a mi alrededor y necesito cada gramo de mi control para no soltarme por completo y llenarla con cuerdas de mi propio semen, tal como ella parece anhelar. "¡Qué bien te sientes, papi!", grita Gabby durante el orgasmo, con la respiración entrecortada y temblorosa mientras lucha por hablar entre gemidos. Me está volviendo loca. Cuando siento que su orgasmo disminuye alrededor de mi polla, me retiro y me alejo de ella, dejando que mi excitación retroceda. Me quedo mirando mi polla, viendo cómo se estremece de excitación, ansiosa por estallar. Gabby la mira y se gira como si fuera a abrirse de piernas para que le vuelva a follar el coño, pero la sujeto. "Papá tiene que prepararte el otro agujero", le digo antes de arrodillarme detrás de ella otra vez. Su culo está tan firme y firme, que lo aprieto mientras le beso las nalgas, moviendo lentamente mi boca hacia su ano. Una vez más, Gabby jadea cuando mi lengua la roza. No puede controlar los gemidos que emite mientras la introduzco lentamente en su ano, dejando que mi lengua la explore desde adentro. Cuando ya estoy harto, me aparto y le masajeo el coño un momento, untando mi mano con más de sus jugos antes de frotarla contra mi pene. Me levanto y me coloco detrás de ella, con el corazón acelerado ante la idea de follarle el culo a mi hijastra. Abre más las piernas, mordiéndose los labios con tanta fuerza que se le ponen blancos, mientras me mira por encima del hombro. Gabby asiente sutilmente, haciéndome saber que está lista para que la folle por el culo. Le doy lo que quiere. Está tan apretada que apenas puedo meterle la punta sin sentir que me voy a correr. Gime desconsoladamente mientras la introduzco lentamente. Se siente diferente a follarle el coño, y estoy aquí para ello. Su ano está mucho más estrecho, lo cual dice mucho, porque su coño es un sueño hecho realidad. No creo que pueda meter cada centímetro de mí dentro de ella, pero luego se adapta y avanzo un poco más. "Así es, nena. Toma mi polla en tu culo como una buena chica", susurro mientras la penetro hasta las bolas en su culo, manteniéndome firme mientras siento que mi polla se contrae, casi lista para estallar dentro de ella. Sé que una vez que empiece a moverme, no duraré mucho. Gabby me ha estado provocando demasiado estas últimas horas. "Papá se va a correr en tu culo. Todos tus agujeros son míos ahora, nena", gimo mientras empiezo a empujar contra ella. Gabby tiembla en la mesa de la cocina y yo agarro su cintura tan fuerte como puedo, sintiendo como mis uñas se clavan en su carne. "Todos mis agujeros son de papi", gime Gabby con los ojos cerrados y la boca abierta. Ver su hermoso rostro, tan lleno de placer, me lleva al límite. "¡Ahora todo mi cuerpo es de papi!" Oír eso me pone al límite y me corro dentro del estrecho ano de mi hijastra. La penetro largo y tendido, dejando que mi polla experimente plenamente cómo su esfínter me agarra mientras explota dentro de ella. Le doy otra palmada en el culo mientras la lleno con mi semen, haciéndola gritar y arquear la espalda mientras me bombeo dentro de ella. "A la putita de papá le encanta mi semen en su culo, ¿verdad?" Gruño mientras me libero por completo, follándola duro por el culo. La voz de Gabby tiembla por la fuerza de mis embestidas. "¡Sí! ¡Fóllame fuerte, papi!" Me empiezo a penetrarla hasta que siento que mi pene se calma. Aun así, todavía tengo una erección, pero dejo mi pene dentro unos instantes antes de sacarlo con cuidado. Cuando termino, me quedo mirando a Gabby, todavía inclinada sobre la mesa, visiblemente agotada después de haberla follado con fuerza. Cuando deja de temblarle las piernas, se levanta y me rodea el cuello con los brazos. "Te amo, papi", susurra Gabby antes de besarme suavemente en los labios. La abrazo, rodeándola con mis brazos por la cintura mientras la atraigo hacia mí. Sólo escuchar cómo dice que me ama hace que mi polla se estremezca de nuevo, lista para tomarla. "Yo también te amo, cariño", le digo. La levanto en brazos y la llevo a mi habitación. Mi habitación. Se acomoda con naturalidad al otro lado de la cama tamaño queen, como si siempre hubiera estado allí. Ni siquiera pienso en que Marie era la que dormía allí hace menos de 24 horas. Nada de eso me importa ya. Puede que las cosas no hayan salido como esperaba, pero terminaron exactamente como debían. Ahora tengo a Gabby a mi lado. No podría pedir nada mejor. Me acosté en la cama a su lado, rodeándola con mis brazos mientras la acercaba. Ha sido un día agotador, y tengo mucho más preparado para Gabby, pero no hay prisa ahora. "¿Qué va a pasar cuando vuelva a la escuela?", pregunta Gabby mientras acaricia mi antebrazo. Se acurruca a mi lado, con los ojos cerrados, como si fuera a intentar dormir. "Bueno, probablemente tendré que mudarme de aquí. ¿Y si consigo una casa cerca de la escuela? Podrías mudarte conmigo y ya no tendrías que vivir en la residencia", le digo. Sinceramente, no es algo en lo que haya pensado mucho todavía. Todo con Gabby era tan nuevo antes, y la idea de estar con ella me resultaba tan extraña. Pero al decirlo en voz alta, se siente bien. "Deberíamos empezar a buscar un nuevo lugar mañana", dice Gabby emocionada, girando la cabeza para darme un último beso apasionado en los labios antes de cerrar los ojos y quedarse dormida. La abrazo fuerte entre mis brazos, saboreando cada momento que tengo con ella. Ahora sé que no será la última.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD