—Elena, yo tengo que decir que... —...que se lo está pensando unos días más. Miro a su marido cuando me interrumpe y pone palabras en mi boca que yo no he dicho para nada. Nada de lo que ambos proponen tiene algún sentido y aunque pretenda engañarla al respecto de darle el bebé porque, supuestamente moriría antes de verlo nacer, no puedo hacerme una inseminación artificial ficticia porque es que ya estoy embarazada. Cada vez que vaya a revisión ella pretenderá ir y el médico dirá cosas que no corroborarán la historia. La mentira es cada vez más grande y más fácil de ver mientras más crezca y crecerá...segura estoy de que crecerá. —Yo, no puedo...—los dos me miran expectantes y ella toma la mano de él que se ce culpable de no saber que hacer —, no puedo pensar con claridad. Estoy abrum

