Un año después. Evelyne se encontraba en una biblioteca sentada junto a un gran ventanal con un libro en sus manos. llevaba una semana llendo a ese lugar, sentándose en el mismo lugar. Observó de reojo a la cafetería que estaba del otro lado de la acera, su padre le había encargado investigar a un hombre el cual todos los días visitaba aquella cafetería, la biblioteca era un buen lugar para espiar ya que estaba lejos y podía disimular con un libro. —Hola.— Escuchó una voz masculina, alzó el rostro mirando al chico que estaba a su lado. —Me llamo caliel.— Se presento. —Un gusto.— Saludo sin decir su nombre. —He notado que estos últimos días visitas la biblioteca seguido.— Dijo el chico nervioso. —Asi es, ¿tiene algo de malo?— Dejo el libro en la mesa. —Oh, no para nada de hecho es m

