-1- El Regreso

1046 Words
“Por Verte Otra Vez “ Una obra de: S. Dal Santo IG: s.dalsanto17 Hace exactamente dos años que no regresaba a St. Petersburgo, el mismo tiempo que me llevo hacer mi maestría en Londres. Fueron dos años difíciles, lejos de mí familia, de mis amigos, y del mar, ese que tanto amo. Nunca imagine que extrañaría tanto la humedad típica de Florida y sus días lluviosos de verano, aunque claro, la lluvia nunca fue un problema en Londres, pero si que hubiera días de sol. Sin embargo, estos dos años me han servido para crecer como persona, para aprender e independizarme; cosa que seguiré haciendo y lo he hablado con mi familia. Si hay algo que me gusto de mis años en aquella ciudad fue vivir sola, así que, no volveré a casa de mis padres, y, por ende, ya he alquilado un departamento al cual estoy muy ansiosa por llegar. Debo admitir que ha sido muy arriesgado alquilarlo solo viéndolo por video llamada, pero cuando decidí hacer todo esto, quise no ser una carga para mi familia, y no molestarlos para todo esto formaba parte de ello. El conductor de Uber me lleva a mi nuevo hogar ya que mis padres y mi hermano se han ido de vacaciones, y como consecuencia, no han podido ir a buscarme al aeropuerto, y mientras voy de camino, observo la ciudad. Veo los paisajes a mi alrededor e inevitablemente los recuerdos de aquel primer amor y el más importante que he tenido vienen a mi mente. Las cosas no han cambiado demasiado desde que me fui, hay algunos edificios nuevos, pero los lugares a los que solía ir siguen intactos recordándome cómo nos escabullíamos con él para poder querernos. Éramos demasiado jóvenes cuando nuestra historia empezó, pero todo fue demasiado intenso y eso lo ha hecho inolvidable. No sé si para él ha sido así, pero para mi, sin duda alguna fue la historia más hermosa y dolorosa al mismo tiempo. Mi vida ha cambiado mucho desde aquel entonces, ahora tengo un hombre increíble a mi lado quien llega a la ciudad en una semana, este es un amor diferente, es un amor de adultos, me ha hecho vivir cosas nuevas y por supuesto de maneras distintas a como las había vivido con él. Apenas me he despedido de mi novio ayer y ya lo extraño como una loca... Aún recuerdo esa primera clase dónde coincidimos y nos dimos cuenta de que los dos éramos de esta misma ciudad, demasiada coincidencia para tratarse de Londres, así que lo tomamos como una señal y nos hicimos buenos amigos por llamarlo de alguna manera. Él ha sido quien me ha ayudado a no extrañar tanto todo esto, sinceramente ha sido muy importante en este tiempo y con solo pensarlo me hace sonreír. —Hemos llegado— Me dice el conductor interrumpiendo mis pensamientos mientras estaciona el auto en la puerta del edificio ubicado en la costa del precioso golfo de México. —Muchas gracias— Le agradezco y simplemente marco la propina en la aplicación mientras que me bajo del auto y él hace lo mismo para ayudarme a bajar las maletas. Le agradezco una vez más por la ayuda, y tomo mi equipaje para así entrar al edificio y luego ir hasta el quinto piso, según lo que me explico el dueño del departamento, él le iba a dejar las llaves al vecino ya que le tiene bastante confianza, así que aquí parada frente a la puerta de un desconocido golpeándole para pedirle las llaves de mi nuevo hogar. Es poco el tiempo que pasa cuando una mujer me saluda un poco confundida —¿Hola?"— Me dice ella mirándome de manera extraña y debo admitir que la situación es un poco extraña ya que no esta muy presentable qué digamos, solo lleva una camiseta de hombre puesta. «Creía que tenía un vecino y no una vecina, pero bueno... quizás Raúl se ha equivocado.» Pienso mientras trato de hilvanar la frase en mi cabeza. —Hola, soy Jazmín la nueva vecina. Raúl me dijo que dejaría la llave del departamento B al vecino del departamento A.— Le explicó tratando de ser lo más clara posible. —Si, cierto... disculpa es que mi novio y yo estábamos un poco ocupados, pero ya te traigo la llave— Me explica algo avergonzada y vaya situación incomoda... —Gracias.— Me limito a decirle y luego espero a que ella regrese tratando de distraerme mirando hacia otra parte. —Aquí tienes. Bienvenida.— La escucho y al girar allí esta ella sonriente dándome la llave para luego cerrar la puerta de inmediato. «Claramente he llegado en un mal momento.» Me digo por dentro mientras que voy a mi nuevo departamento. Abro la puerta del departamento B, entro y dejo las maletas en la entrada mientras recorro el lugar. —Mi hogar... que bien suena eso— Digo en voz alta como tratando de creérmelo y sigo observando el lugar. Me encanta lo bien decorado que está, sus colores tenues, muebles modernos y claros, y la vista al mar es increíble, definitivamente no me arrepiento de haberlo alquilado amueblado… Llevo las maletas al cuarto, las abro con la intención de buscar algo de ropa, y me pongo un poco más cómoda. Elijo unos pantalones cortos, camiseta suelta, recojo mi cabello en una cola y empiezo a organizar todo ya que detesto que las cosas se queden en una maleta por mucho tiempo. Estoy casi terminando de colocar toda la ropa en el guardarropa cuando alguien llama a mi puerta y de inmediato dejo lo que estoy haciendo para ir a abrir. Apenas abro la puerta saludo sin siquiera mirar —Hola— Pronuncio, pero al ver quien es me quedo sin habla. Sus ojos negros me miran fijamente como tratando de asegurarse que soy yo y por mi parte no doy crédito a que se siga viendo tan bien como siempre con su cabello oscuro, altura imponente y esa mirada profunda. —¿Tú?— Pregunto con nervios. —¿Jazmín?— Me dice esa voz que tan bien conozco y tantas noches me dijo cosas al oído. —Santiago— Es lo único que consigo decir en un susurro.
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