(9) Como un felino camine hacía él mientras me esperaba con sorpresa. Y cuando estuve enfrente suyol, tome de su cara con mis dos manos, para pasar mis dedos por su barba que había crecido un poco, le sonrío con todos los dientes ya que sus facciones de cerca son aún más perfectas. Me siento encima de su escritorio, subiendo mis pies sobre sus piernas mientras besaba sus labios. El joven hombre se dejó llevar tanto, que de pronto una copa de vino cayó sobre sus papeles. Él no le presto mucha atención a la caída del líquido sobre algunos papeles, solo hizo a un lado todo para besarme de nuevo, ahora levantándose de su silla para ponerse en medio de mis piernas, haciéndome sentir realmente excitada. De pronto sus gafas cayeron encima de mí, mientras pasa sus manos por mi cuerpo. Sus manos

