Al despertar Austin sentía una inmensa vergüenza.
—¿Cómo pudo engañarme? — dijo tomándose del cabello—¿Cómo pude dejarme engañar? ¿Qué te pasa por la cabeza Austin?! ¡Ah!
Se paró de la cama para arreglarse, no tenía muchas ganas de bajar a desayunar ¿Con qué cara miraría a Drake? le había contado lo de Emmet y Levi, sus travesuras en el internado y su niñez. ¡Lo que pensaba sobre su matrimonio!¡LO DE CARTER! ¡LO DE CARTER, POR DIOS!
Miró las rosas sobre la repisa, ya se estaban marchitando. Puso su mano sobre sus labios sonriendo al recordar el beso de Drake, esos labios necesitados buscándolo.
¿Drake sentirá algo por él?
Tal vez.
Pero la verdad era que se sentía engañado. Es como si hubiese jugado con sus sentimientos, pero por algún motivo se sentía feliz de que haya sido él y no o
