CAPÍTULO CUATRO Su escape del callejón y de regreso al apartamento fue tenso y aparentemente sin fin, ya que Grant había insistido en que realizaran una serie de prácticas discretas de contrainteligencia para asegurarse de que no los hubieran visto ni seguido. Llegaron de vuelta al apartamento casi una hora y media después, justo cuando la oscuridad comenzaba a cubrir la ciudad. Luego de los disparos al alemán, Grant había revisado el cuerpo y había encontrado una variedad de artículos que podrían ser útiles. Los guardó en el bolsillo de su chaqueta. Los revisaría luego, cuando la situación fuera menos apremiante. Había arrastrado al hombre grande al otro extremo del callejón antes de esconderlo bajo el hueco de la escalera de piedra que llevaba a Le Panier. Tapó el hueco con una serie d

