Pov: Penélope
Voy en silencio dentro del auto, mis manos aún tiemblan. Estoy confundida, molesta, demasiadas emociones me recorren.
Pero hay algo que pesa demasiado, Josh no debió decirle a Demián eso.
— ¡Estuvo mal, Josh! — Frena en la casa que hemos alquilado.
— ¿Qué querías que dijera, Penny? No mentí, Siena es nuestra niña, ¿Eso es mentira? — suspiro porque tiene razón.
— No, no es mentira, pero no quería que se lo dijeras a él, no era necesario, él no necesitaba saberlo, ¡No debiste hacerlo!— resopla y baja del auto, ignorándome.
Bajo tras él, deteniéndolo en la puerta.
— Josh...
— Penny, ¿Qué pasó antes de que yo llegara? ¿Él te habló? — me besó, ¡Maldición! El descarado me besó, me dijo...
¡Mentiroso!
— Sí, pero nada importante, solo... me preguntó cómo estaba, pero eso no importa, no quería que él supiera de Siena, cuando te dije que pararas, seguiste; y eso no estuvo bien. — rueda los ojos.
— Él no tiene cara, además ¿Qué importa si sabe de Siena? Penny, él no tiene derecho de exigir nada, además; no sacará cuentas, nunca le importaste, no tienes porqué tener miedo, tú y Siena no son nada suyo — suspiro.
— Yo lo sé, pero Josh... si él sabe de ella, si él exige su paternidad, si...
— Siena es mi hija, no hay nada más que decir, ¿Listo, Penny? Eso diremos y eso será — entra dejándome con la palabra en la boca.
No soy así, yo no le negaría su paternidad, yo...
Lo odio, ¿Cómo se atrevió a besarme, a decirme todo eso? Egoísta, es malo, él... no tiene un maldito corazón.
Y yo soy la más estúpida de todas, estoy como imbécil; porque aparece un segundo.
Josh tiene razón, él no se merece nada, no ha estado para nosotras y es su culpa por haberme dejado así.
No lo necesitamos nunca y Josh ha sido tan bueno con Sienita, a pesar de que ella sea odiosa, él le ha dado mucho amor, la ama como si fuera suya y sé que se ha ganado el título, solo que... no pienso que esté bien negarle la identidad a mi niña.
Y sé que juré que nunca más lo volvería a ver y que si lo hacía, lo ignoraría; pero sus ojos, la forma que me miró aún la tengo grabada.
Dem...
¡Basta, Penélope!
Lo siento.
Entro a la casa y Siena viene corriendo.
— ¡Mami, Le ije a jos que no quedia patel, no y no y no— Tomo en brazos a mi pequeña.
Siena es hermosa, ojos verdes, castaña y un carácter muy particular, ella se parece mucho a Demián, en su forma de ser más, qué loco, ¿No? Ella nunca vio a su papá pero es como una mini versión de él.
Razones por las que nunca pude olvidarlo; aunque lo odio, nunca lo he olvidado, veo a nuestra hija todo el tiempo.
— Si no quieres pastel, no comas, mi amor. Ve a jugar con los juguetes, mi vida — Siena se baja al suelo y miro a Josh enojada. Ella siempre pelea con él aunque Josh es muy tierno con ella.
— ¡Tiene mucho carácter! — dice frotando su nuca mientras sonríe.
— Sí, ella es como un pequeño huracán — Josh me ofrece una rebanada de pastel. — Gracias... — me siento en la mesa pensando en todo.
— Tu mamá está en el baño — asiento porque mamá estaba cuidando a Sieni.
Ni mamá sabe que Siena es hija de Demián, ella solo cree que yo tuve una aventura con alguien en Francia y de ahí salí embarazada, nunca me dijo nada, solo me cuidó y estuvo para mí siempre, pero yo no he traído a Siena jamás a estos lados, no quería arriesgarme, pero ahora he vuelto porque mamá quiere que hagamos la boda aquí.
Sí, voy a casarme, porque quiero a Josh, él me ama, nos cuida; es un hombre excelente y ha sido mi amigo desde que llegué a Francia, embarazada de 4 semanas sin saberlo. Cuando tuve a Siena con tanto miedo, porque me hice todos los estudios; resultó que tengo trombofilia. ¡Estaba aterrada! No me atrevía a contarle a mamá, no podía bailar y Josh estaba ahí, mi amigo, mi confidente, él fue todo cuando yo estaba sola, por eso se merece esta oportunidad que nos estamos dando, hace un año empezamos a estar juntos y hace seis meses que él, en una cena muy romántica me pidió matrimonio, acepté, por supuesto, no tengo motivos para no hacerlo, ¡Él es el hombre que merezco! ¿No?
– ¡Penny! — mi mamá chasquea los dedos frente a mí.
— Ma, lo siento, estoy distraída — sonrío y ella también.
— Cabeza de enamorada, Siena ha estado bien rebelde, pero nada que su súper abuela no pueda hacer, voy a irme porque Ami ya dirá que la tengo abandonada — asiento y me levanto a darle un beso en la mejilla a modo de despedida.
– Gracias, Ma.
— No es nada, pequeña. Espero que hayas vuelto lista para los preparativos de la boda — asiento con una sonrisa que no siento llegue a mi sistema.
Mi mamá se marcha y solo sigo aquí, pensativa y confundida.
¡Estúpida! ¿Cómo puedo estar confundida? Yo no debería siquiera dudar, un beso y yo...
Odio a mi cuerpo, lo detesto, porque solo su cercanía y el muy traidor ya clamaba por él.
¡Te olvidé, yo te superé Demián De La Marquesina!
No existe “El efecto Demián”, no y no.
Él me destruyó, me dejó hecha pedazos, con su egoísmo y con sus palabras, sentí que podía morir, que nada me importaba, yo solo iba a concentrarme en bailar, nada más. Luego de todo el dolor que yo sentí, luego de lo que habíamos pasado solo lo tenía a él y... cuando pensé que no había nada, apareció Siena, mi hermosa bebé.
Supongo que todo ese amor que pensé él me profesaba terminó en un bebé, otra vez. Fuimos inconscientes, pero era mi forma de sobrellevar el dolor de mi primera pérdida, yo solo quería estar a su lado; sentir que me amaba, yo pensaba que así era, que podríamos intentarlo de nuevo, que podríamos tener una familia, yo no quería nada que no fuera estar con él, no pensaba bailar, ni siquiera aceptar la beca, todo eso para mí estaba en el olvido.
Pero él me demostró que no era eso lo que él quería y de la peor manera.
Yo a Demián le di todo de mí y él solo me desechó, porque ya no le servía.
Empezó como un juego, todo era emocionante, apasionado. Cuando él me tocaba yo era otra, yo me sentía única, éramos imparables, los condones no eran algo que se nos cruzara por la cabeza, todo era pasión y desenfreno, no importaba el lugar, cualquier momento era perfecto para escondernos y besarnos, tocarnos, sentirnos, era como una fuerza de atracción incontrolable.
Pero cuando supe que estaba embarazada fue un gran golpe para mí, apenas 18 años, yo no sabía nada de la vida, apenas estaba terminando la escuela. Temía a su reacción y solo lo mantuve en secreto algunos días, pensando cómo decirle, pero algo terrible pasó.
¡Lo perdí!
Yo lo llamé en el hospital, no quería que nadie supiera y él vino corriendo a mí, lloró conmigo, me hizo promesas, me pidió perdón mil veces y yo... ya lo amaba, pero ahí fue donde supe que él era el amor de mi vida.
Nadie nunca supo, le dije a mi mamá que me iba a Francia a tomar la beca, era mentira. Me quedé con Demián en su casa cuatro meses, cuatro meses que a pesar de todo lo que sucedió después fueron increíbles, cuatro meses donde aunque sí, hubo mucho dolor, noches de llanto en donde él me abrazaba y me cantaba hasta que me durmiera, pero yo creí que también hubo mucho amor, porque nos hicimos muchas promesas, yo le juré que dejaría todo, que quería una familia con él, que quería volver a embarazarme, intentarlo y a todo el decía “Si”... pero mentía.
¡Él mentía!
Estaba decidida, llamaría a mi profesora y le diría que no aceptaba la beca, prefería quedarme con mi amor, que irme cuatro años lejos de él, eso hubiera sido una tortura, estar lejos suyo, luego de lo que habíamos pasado, solo lo necesitaba a él para sanar, a él y a nuestro amor.
Pero supongo que siempre fue tonta e ingenua, porque no lo vi venir.
Recuerdo hace 3 años y 7 meses.
Estaba lista para ir a ver a mi profesora, pero cuando bajé las escaleras, Demián estaba con una expresión seria esperando abajo.
— Dem, ¿Vienes conmigo? — pregunté ingenua y sin saber lo que me esperaba.
— No, no iré, tú tampoco deberías ir. Penélope, lo mejor es que aceptes esa beca — lo mire sin entender nada.
— Pero ya hablamos de esto Dem, no iré yo...
— No quiero, ¡Vamos, Penny! Tengo 22 años, yo no quiero esto, soy joven y tú también, yo...
— ¿Qué estás diciendo?
— ¡Qué esto no funcionará, se acabó, ya no soporto más esto, tú deberías seguir tu vida, lo nuestro... fue solo sexo y nada más! — no entendí y solo quería llorar por su actitud.
—Dem ¿Qué te sucede? Nosotros nos amamos, yo...
— Mira, Penélope, yo nunca planeé esto, esto no sería más que unos buenos acostones y ya. Cuando perdiste el bebé me sentí responsable, obligado a estar contigo, me diste pena y no quería ser tan hijo de puta, así que por eso accedí a cuidarte.
— Dem, no juegues que no es divertido.
— No es divertido, no es nada divertido tener que verte todo el tiempo y fingir, mentirte, ten dignidad y solo haz tu vida, tienes un gran futuro por delante — Yo solo sentía mi corazón destrozarse en cada palabra.
— Dem, ¿Qué te sucede, amor? — me acerqué a él, pensando que quizás estaba aún afectado por la pérdida del bebé, fue duro para ambos y quizás tenía alguna especie de estrés postraumático.
— No me toques, nada me sucede, solo estoy cansado de esta situación, solo follábamos, no quería nada más, yo no quería toda esta mierda — escupió con enojo y volteó su cara para no verme.
Me estaba matando, con cada una de sus actitudes, me estaba destrozando completamente.
— Pero Dem... mírame, tranquilízate y dime qué es lo que te tiene así— tan crédula, pensaba que él estaba pasándola mal y solo quería que estuviera bien, siempre priorizándolo ante todo, hasta sobre mí.
— ¡Qué no te amo; Penélope, que lo fingí, que solo quería que no te sintieras mal porque al final fui el causante de lo que pasó, pero no siento nada por ti, nada! — me miró a los ojos, sus ojos no decían nada, estaban vacíos y fríos. — Solo estoy intentando hacerlo lo menos doloroso posible para ti, solo trato de que esto sea rápido y me dejes continuar mi vida, libre, como antes, quiero mi vida de antes. Nunca debí meterme contigo, sabía que solo me traerías problemas, sabía que no eras madura como para separar el sexo de los sentimientos, fui tonto y tú... fuiste muy ingenua, Penélope. Lo lamento de verdad, pero ahora puedes ser libre y buscar tu felicidad, una felicidad que yo jamás te podré dar de forma sincera — yo solo lloraba, no dejaba de derramar lágrimas y él no hizo nada, solo me miró y salió de la casa como si yo no significara nada, como si verme hecha pedazos, ahogándome en llanto, no le doliera.
¿Cuántas veces me dijo que mi dolor era su dolor? ¡Qué me amaba como a nada en este mundo, que yo era su todo, que él jamás iba a dejarme, que era su más preciado tesoro!
Pero al parecer, la ingenuidad era lo que me conformaba y no supe ver que él solo mentía, que solo se sentía culpable y trataba de hacerme sentir bien.
¿Qué podía hacer yo? Estaba destrozada y solo tomé mis cosas; armé mi maleta y con mi boleto de avión que no tenía fecha de salida, me fui. Solo me quedaba mi sueño de bailar, ya no tenía nada; no tenía a mi bebé, no lo tenía a él, solo era yo, el baile y un corazón destrozado... ¡Pero ahí también me equivoqué, porque estaba mi nuevo bebé!
Fin del recuerdo.
Eso pasó, eso fue lo que me hizo ocultarle a Siena, lo sé, no tenía derecho a hacerlo, pero estaba tan dolida, no quería arruinar más su vida y que de nuevo, por mera obligación él se hiciera responsable, él no se merecía saberlo, luego de lo que dijo, yo... quizás me equivoqué, pero no lo creo.
Demián es un egoísta que jamás me amó y al que le di todo, hasta quedarme vacía, un vacío que nunca pude llenar, ni creo que logre hacerlo. Sé que lo que me pasó con él me marcó por siempre, me dejó rota, pero intento ser feliz con Josh, lo intento, me casaré con él, haremos una vida y seré feliz.
Ni siquiera debería estar dudando de eso, pero verlo y... besarlo fue algo extraño, como si el tiempo no hubiera pasado, como si aún fuéramos los mismos, pero no.
— ¡Penny! ¿Estás bien? — miro a Josh y sonrío.
— Sí, estoy agotada por el vuelo y todo, quisiera dormir un rato — asiente y se acerca para acariciar mi mejilla.
— Descansa, mi amor — Me da un casto beso en los labios que no me hace sentir nada.
Solo estoy sobrepasada por todo lo que ocurrió, yo... amo a Josh, él es bueno y nadie me conoce más que él, ¡Jamás, jamás me lastimaría!
.................
No he dormido, solo cierro mis ojos pero mi mente no se apaga, así que termino levantándome y veo a Josh hablándole a Siena.
— Mira Sieni, debes decirme papá, ¿Por qué no me dices papá?
— No uta papá, tu edes Jos..
– Pero si voy a ser tu papá, Sieni, tienes que decirme así cuando estén los demás ¿Comprendes?
— No, no papá, tú Jos, papá no hay, solo mamá y no me gustas de papá —Me acerco a ellos, frunciendo el ceño.
¿Qué diablos hace Josh?
— ¿Qué están haciendo? — pregunto molesta, porque no me gusta que Josh quiera imponerle a Siena algo así.
Él la ama, lo sé, se porta como su papá, pero mi hija no tiene la obligación de llamarlo papá, no me parece bien que él le diga eso.
— Hablamos con Sieni de que debería llamarme papá ¿No crees? — Siena se ve molesta, frunce su ceño.
— Sieni, ve a la habitación a jugar que mamá hablara con Josh — mi pequeña se va a la habitación y miro a Josh, molesta. — ¿Qué haces? — pregunto firme.
— Lo que debemos hacer, Penny, si ya sabes quién estará dando vueltas, no podemos dejar que sospeche nada — eso me molesta más aún.
Yo jamás dije que si Demián descubre por si solo que Siena es su hija yo se la negaría. No voy a mentir de esta manera.
— ¿Qué te pasa? ¿Cómo te atreves a imponerle a mi hija cómo debe llamarte?
— Penny, pero si ambos dijimos que ella es mi hija entonces...
— No lo es y lo sabes, ella no quiere llamarte así, no tienes ningún derecho a imponerle algo y sin consultarme, ¿Por qué actúas así? Ella siempre te llamó igual, no lo cambiaremos ahora, sí, tú la amas como si fuera tuya por mí, pero eso no la hace tuya y ella lo sabe, no puedes imponerle nada — Me enoja, porque soy yo la única que tiene poder sobre mi hija y nadie más.
Josh nunca actúa así, no sé qué le sucede.
— ¿Se lo dirás, no? Es eso, lo viste y te olvidaste de todo lo que te hizo, cómo te lastimó, ¿En serio, Penny? Te pones así porque le dirás a él que es el padre ¿No? — Me ofende con lo que dice.
— No es eso ¿Por qué lo metes en la conversación? ¡Él no tiene nada que ver!
— Él tiene todo que ver, todo, porque estás rara y solo lo viste, pero mira cómo te pones defendiendo su papel de padre, cuando él ni siquiera te amó — trago grueso.
— No es eso, Josh; no es eso, es solo que no quiero que Siena haga algo que no desea, ella es quien me importa, Demián no me importa, ni siquiera estoy pensando en él — me acerco a Josh y lo tomo de las manos. — No me he olvidado de nada, yo recuerdo todo y recuerdo que tú siempre, siempre estuviste para mí...
— No es fácil vivir bajo su sombra, Penny. Todo lo que hago sé que es comparado con lo que él te hacía sentir, sé que lo amaste y que aunque me quieres, no es tanto como lo quisiste a él — acaricio su mejilla.
— No es así, Josh; yo... yo te.. te amo — Yo lo amo, yo lo amo, repítelo, Penny. — Tú me has hecho muy feliz y sé que podemos ser más felices...
— Y tener una familia, tener hijos — asiento con mi pecho apretado.
Sí, eso debo hacer, confiar en Josh, porque él jamás me lastimará.
– Sí... podemos — me pega a él, besándome.
— Perdón, mi amor, soy un poco inseguro y... yo lo vi, solo pude pensar que me abandonarás por él, porque nunca te haré sentir como él lo hacía — Eso es así, pero es algo que no puedo controlar, ni arreglar.
— Tú me haces sentir más feliz — Lo hace, lo hace, lo hace, repítelo, Penny.
Me pega a su cuerpo y una enorme incomodidad me invade, como siempre, como cada vez que Josh me toca, yo...
Él me hace feliz, me hace feliz, te hace feliz, Penélope.
— Josh... puede venir Siena — Me suelta y sonríe.
Él es bueno, muy bueno, me ama y yo... me esfuerzo para que seamos felices, yo... intento.
¡Y lo estoy logrando, estoy creando mi felicidad, esa felicidad que Demián no me puede dar porque no me ama, no me amó y no me amará!
**********
— ¿Por qué no volvemos los tres y hablamos al estudio, para que hagas lo de la presentación luego? — pregunta Josh preocupado.
Surgieron algunos problemas en Francia con el departamento de Josh, así que tiene que volver unos días para solucionarlo, yo me quedo armando la presentación del estudio de danza que debemos hacer ambos.
— No te preocupes, amor; estaremos bien, te llamaré y si se llega a prolongar mucho, hablamos con el estudio, pero mejor yo me quedo y voy armando la coreografía, así cuando llegues solo practicamos juntos ¿Qué opinas? — asiente y me abraza de nuevo.
— Es lo mejor mi amor, solo que... no nos hemos separado tanto tiempo nunca, pero tienes razón, mejor que mi bailarina estrella arme la coreografía y luego podamos bailarla juntos — Se separa de mí y acaricia mi mejilla. — Te amo, las amo, no me extrañen demasiado que volveré muy pronto. ¡Sieni! — Mi niña está corriendo por la casa.
— Bye bye Jos, pótate bien, adiós — grita sin dejar de correr.
— Creo que está entretenida, me voy antes de perder el vuelo — se sube al taxi y agito mi mano mientras se marcha.
Debo alistarme para ir al estudio de danza, tengo que empezar a armar todo, por suerte allí hay guardería.
Miro mi teléfono y tengo mensajes de Cali, desde su egreso, que fue ante ayer, ella dice que debemos vernos para hablar.
Yo: Hoy podemos vernos a la salida del estudio de danzas, iré a practicar.
Comienzo a alistarme para ir lo más rápido que se puede, con una niña de tres años muy inquieta.
Conduzco hasta el estudio de danzas con Siena cantando en la parte de atrás, ella canta todo el tiempo, no sé a quien me hace acordar, pero hasta en eso mi hija se parece a su padre.
Bajamos y llevo a Siena a la guardería, le hago prometer que se portará bien y le advierto a la cuidadora que la vigile, porque Siena es muy escurridiza, ella sabe engañar bien a los mayores.
Voy hasta un salón vacío para ponerme a practicar, me trae nostalgia este lugar, no solo por el baile, sino también por todo lo que he vivido aquí y es que aunque no quiera, bailar me lo recuerda, porque todo lo nuestro surgió por bailar.
Y aquí de nuevo, pensando en el idiota de Demián.
¡No, si tú eres una estúpida, Penny!
Pero es cierto, todo me lo recuerda, pero puedo con esto y es la prueba que debo pasar para demostrar que él es parte del pasado.
Me la paso algunas horas armando la coreografía, un dueto debe mostrar sentimiento, pasión y conexión; algo que últimamente me está faltando con Josh, pero que en Francia parece que la tenía.
Pero no importa, soy excelente bailando y Josh igual, esto saldrá muy bien.
Decido empezar a practicar con la música, elegí To build a Home - The Cinematic Orchestra, me gusta esa canción, me hace sentir mucho sentimiento y... es la indicada.
Pongo play a la pista y comienzo a bailar.
Dejo que la música me envuelva, que los pasos fluyan en mí con naturalidad.
There is a house built out of stone
Wooden floors, walls and window sills
Tables and chairs worn by all of the dust
This is a place where I don't feel alone
This is a place where I feel at home
No me detengo, solo bailo, aunque algo dentro de mí, una sensación extraña me embarga, pero no es desagradable, siento de repente que un poco de calidez invade mi cuerpo, solo cierro los ojos y bailo, porque bailar sigue siendo lo que me hace sentir viva, porque aunque me pese; es lo que hace que su recuerdo se mantenga presente.
Doy un giro y jadeo deteniéndome en el lugar cuando lo veo observándome, sus ojos me miran con melancolía, con dolor y no sé porqué, pero una sonrisa en sus labios hace que mi pecho se infle, que mi cara arda, mis manos suden y sienta que las palabras no me salen.
El efecto Demián... tal como lo denominé.