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Mi primera novela de brujas... Estoy emocionada por este proyecto tan mágico... Hace mucho que quería escribir algo así y digamos que la fantasía se me da un poco más que lo que han leído hasta la fecha y… mil gracias por darme una oportunidad en su vida lectora.
Feliz Lectura…
Cuento mentalmente las veces que he estado encerrada en casa mientras mi padre y hermana se van a una cacería. Mi madre se queda conmigo cómo todas las veces anteriores, ambas sabemos que ella ya no puede ir detrás de una bruja sin recordar que soy una.
Hace la sopa con ese nuevo recetario abierto y buscando un platillo nuevo para papá que le dijo en broma que no quería comer carne al volver.
El olor de la sopa abunda en la casa mientras mi madre termina de cocinarla.
—Creo que ya quedó lista—bajo el libro de entrenamiento y me levanto para ver su guisado—¿Qué opinas?
Ladeó mis labios antes de tomar una cucharada de la sopa. Sabe buena.
—¿Y bien?
—Te quedó buena. Sabe rica.
Asiente dejando que la sopa hierva lo suficiente para que quede lista. Me regreso a mi asiento para seguir leyendo el libro que me ha tenido atrapada desde que papá se fue hace dos días.
Más que a cacería fueron a un pueblo vecino por provisiones y por un poco de agua bendita que les da la protección del campo.
Son casi nueve kilómetros de territorio que pertenecen a esta aldea. Hay muchas que tienen más límites o menos por eso es un buen lugar para explorar sin pasarse.
Las campanas suenan en el lugar para anunciar que ya llegaron los que fueron a la aldea vecina.
Mamá me sonríe antes de decirme que puedo ir a recibir a papá, pero creo que es mejor quedarme en casa. No muchos de la aldea les agrada saber que tienen una bruja conviviendo entre ellos a pesar que soy criada por dos cazadores.
Lo que les agrada saber es que soy fértil y que soy muy buena opción para llevar un cazador en mi vientre.
Es para lo único que sirve una bruja en vez de pensar que puedo ser una de ellos.
Idiotas.
Pero mejor decido ir a ver a papá para ayudarlo con las cosas que haya traído. Dejo el libro en la mesa y salgo para caminar a la plaza donde papá e Isabella deben de estar por haber llegado hace poco.
Muchos de la aldea se acercan a ver que trajeron los cazadores destinados a esa misión. Muchos de ellos encargan sus cosas y los cazadores van por ellos a otra aldea, mi padre baja de la careta que trae los artículos de cocina. Desde aquí puedo ver la bolsa que mi madre hizo para sus mandados a otra aldea.
Al acercarme la melena rubia de Isabella destaca entre todas las demás, en especial porque tiene el cabello como que dorado como un rayo de sol.
Y eso sabe presumirlo.
—Hola papá—saludo al ponerme cerca de él.
—Hola Har.
Elevo la cabeza para ver qué carga y resulta ser un costal de harina para la señora Baslon.
—Toma.
Me da el costal para que lo ponga en donde van las cosas de la señora, mi padre me pasa varias cosas que voy poniendo en el lugar que le corresponde.
Veo a mi hermana que sonríe porque no está haciendo nada y yo sí.
—¿Por qué Bella no ayuda?
—Porque tu hermana ya hizo su parte—me da otro costal.
Diablos.
Cuando está todo abajo las personas se acercan por sus cosas y mi hermana sonríe por algo que hay del otro lado de la carreta, sigo su vista para ver al líder de la aldea con el que tomará el cargo cuando su padre muera.
Muchos en la aldea saben que es probable que ellos dos se casen para antes de fin de año, y qué puede que yo tenga suerte si uno de sus hijos se fija en mí y que con mis poderes sea un buen cazador.
Un graznido llama mi atención y entrecierro los ojos al verlo parado en el árbol.
Maldito cuervo tarado.
—¡Lárgate Jack!—gruño molesta.
Un graznido me responde y de mala gana lanzo un hechizo básico de transformación que lo hace caer del árbol y darse un buen golpe en la espalda por tarado.
—Avisa.
—No te hice explotar.
Sonríe antes de acercarse y poner su brazo sobre la madera de la carreta y darme una mirada estúpida y cínica como acostumbra.
—¿Qué?—toma una manzana y la muerde para sonreír mientras me ve—. A ya sé, sigues sin poder hacer ese hechizo de ocultamiento.
—No. Estoy molesta con un cuervo de m****a—una carcajada sale de sus labios para negar por lo que le dije—. Eres un dolor de cabeza.
—Y todo tuyo—arqueo una ceja—. Está bien, me voy. Pero no digas que no te advertí que el libro que te dieron no sirve.
—Sí sirve—me quejo—. La que no le entiende soy yo.
—Es lengua negra—se burla—. Lengua de brujas, y tú no le entiendes porque no sueltas del todo tu poder.
—Vete.
—Mi transformación.
Muevo los dedos y vuelve a ser el cuervo que muestra un plumaje n***o tornasol que muchas veces pensé en cambiar de color, me servía para practicar.
Abre las alas para irse y alejarse de aquí, cómo quisiera hacer eso de vez en cuando.
Tomo la manzana que Jack dejo y retrocedo el tiempo en ella para que vuelva a estar intacta. Mis labios los ladeó recordando sus palabras, no uso todo mi poder para no herir a nadie en caso de que no pueda controlarlo.
Hago una bola de magia en mi mano para verla moverse y jugar en mi palma, veo la magia que mis dedos desprenden y creo de haberme quedado en ese bosque a la edad de dos años hubiera sigo mejor que crecer temiendo de lo que hay en mis manos.
Una bruja que le tiene miedo a su poder.
Suena bastante estúpido.
Una que no sabe usar ni hechizos ni pociones mágicas.
—Sabes qué va a pasar si lo haces—levanto los ojos a Isabella y suspiró antes de hacer puño la mano y que mi magia se eliminé.
Suspiró antes de irme a casa con las pocas que puedo cargar por mí misma, quisiera llorar pero no lo hago. No me gusta que me vean cuando lo hago, ya les regalé varias escenas con eso.
—¿De nuevo a llorar?—no digo nada—. Parece que sí.
Sigo caminando con mis cosas en las manos. Ignorar a Louisa es lo mejor que puedo hacer en estos momentos, porque si sigue así voy a llorar de verdad.
—Aquí no harás vida, Bruja—hace mucho que ser lo que soy se volvió un insulto—. Ningún cazador se fijara en una bruja.
Es cuando siento las boleadoras entre mis piernas, y con eso tienen para tumbarme para caer en el lodo.
—¡Déjala en paz, Lou!—le gruñe Isabella—. Vete a ver qué tu marido te mate por no tenerle lista la comida.
Louisa se casó hace un año con el primo de Alandher.
—Ya está hecha, siempre tengo tiempo para molestar a una bruja.
—Largo.
Ríe antes de alejarse, me pongo de pie y me da cosa ver qué aplaste los jitomates de mamá, con un poco de magia revierto el tiempo y vuelven a quedar intactos. Pero no con el que tengo en la ropa.
—Har…
—Tengo que llevarle las cosas a mamá.
Me levanto y junto las cosas para llevárselas a mi madre. Al llegar a casa mamá sonríe pero luego ve mi ropa y no dice nada. Dejo las cosas en la mesa y me voy a mi habitación.
Siempre es lo mismo. Con tristeza me quitó la ropa sucia y me acuesto a dormir, o mejor dicho, a llorar como una niña por lo que Louisa me hizo el día de hoy. Siempre me harán lo mismo, y lo peor es que si me defiendo seré condenada y me quemaran.
Esa es mi vida.
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Escucho las risas que vienen de la parte de abajo, ruedo los ojos al saber que los cazadores jóvenes que no se han casado y que son amigos de Isabella están abajo.
Ruedo los ojos porque no puedo leer así, cierro el libro antes de tomar una capa y bajar con ese libro en mis manos.
Al llegar a la planta baja veo a los gemelos Gretel y Gregory. Ambos son rubios que casi llega al blanco, son de piel blanca y de ojos verdes intenso. Alaya, está. Ella es castaña oscura con la piel morena oscura y le queda genial. Es muy inteligente y por eso mamá dice que ella será una de las mejores parteras de la aldea.
Cassian está también, es el que debería estar al mando después de Alandher. Tiene el cabello rojo en color sangre y da miedo ese cabello, y para muchos aunque les duela me ven con él como pareja.
Y muchas chicas de la aldea me quieren matar por eso.
Alandher está también en la habitación. El cabello n***o intenso lo delata, está dándome la espalda pero sentado en el sillón favorito de papá.
—¿Entonces seremos un equipo?—pregunta Gregory.
—Eso parece—contesta Alandher—. Según mi padre se harán cuatro equipos de nuevos cazadores y los cuatro tendremos a uno de la vieja escuela para entrenamiento.
Escucho varias quejas por ese comentario dado por el futuro líder.
—Podemos solos—gruñe Cassian—. No necesitamos niñera.
—Seguimos las reglas, Cass.
Escucho un bufido que no tomo importante cuando avanzo al refrigerador para tomar algo para el camino a mi escondite.
—¿No te han comentado nada de tu matrimonio?—fue una pregunta directa.
Me quedo donde estoy para no girarme a dónde ellos están.
—No—salió seco de su boca—. Pero según mi padre no debo tardar más en contraer matrimonio al igual que muchos de nosotros.
—Mi padre cree que debería ir viendo eso—dice Gregory—. Recuerden que aunque parezca que no, ésto es importante.
Importante porque hay que preservar lo que son, cazadores con habilidades importantes, suspiro tomando aire antes de tomar un poco de agua helada. Uso magia para limpiar los trastes sin importarme que esté la visita, ellos ya saben lo que soy no veo porque ocultarme mientras uso mi poder, pero justo en eso momento…
También aprovecho para limpiar el espacio a mi alrededor y así dejar la cocina limpia en cuestión de segundos con la mirada de algunos puestas en mí y lo único que hago es sonreír despacio.
No entiendo porque la magia la usan para dañar cuando es hermosa y a mí me encanta que se sienta tan libre de vez en cuando y la magia negra hace que muchos dejen de amarla para tenerle, y creo que es muy triste.
Eso es lo que siento que ha pasado con la magia.
Pero no puedo hacer nada para eso... Así que me voy a mi refugio sin nada más que decir o aportar.