―Jajajaja. Jennifer soltó una risita melodiosa, con la picardía que envolvía la conversación. Mientras sus dedos abrían la caja de píldoras, un destello travieso se formó en sus ojos, iluminando su expresión. ―Pues... sobre lo de esposos, aún no se sabe, pero somos algo más que simples amantes. Apenas tenemos casi una semana juntos. ―Ah, bueno yo lo que espero es que el señor Stavros la trate bien porque se lo merece jefa Jenny y que no la trate mal. Mientras Virginia hablaba Jennifer se encontraba sumida en sus pensamientos con un destello de lujuria de lujuria, ya que en su mente recordaba la imagen sexy y ardiente de Stavros desnudo con su miembr0 erecto. ―Pues claro que él no me trata mal porque ese hombre tiene un gran…corazón―concluyó con una sonrisa pícara depositando con delic

