Me negué incontables veces a hacer el trabajo con Ellie, y ella también lo hizo. Pero el director no quiso escucharnos, simplemente dijo que era una orden y que teníamos que cumplirlas si no queríamos repetir el año. Si hubiera sabido que provocar una pelea entre Ellie y yo en medio de la clase de psicología nos metería en este trabajo juntos, me hubiera quedado en silencio. Pero ahora estábamos metidos en esto, y no había nada que hacer para que el director cambiara de idea. Inclusive nos hizo sentar en las dos sillas frente a su escritorio, para explicarnos de qué se trataba todo el proyecto y lo importante que era. Nos dijo que se trataba de una casa abandonada a unas calles de aquí. Había sido la casa de un anciano que murió por un infarto al corazón hace algunos años, la casa que

