Alora sintió el aliento de su jefe sobre su rostro. Sintió una urgencia por sentir las caricias de sus labios. Nunca había sido una mujer que le atrajera el sexo opuesto tan fácilmente, pero por alguna razón su jefe le despertaba un interés peculiar que no sabía cómo describir. Solo deseaba que aquella muestra de cariño se diera en ese momento.
La oscuridad de aquel "tenebroso" cubo metálico donde estaban atrapados, les daba las condiciones perfectas para ocultar ante sus ojos lo que sentían e intensificar su deseo en la oscuridad. El corazón de Alora se volvió loco por un instante, pues golpeaba el pecho de la chica con la intención de salir disparado hacia Kill, quien acariciaba su mejilla sintiendo la suavidad de la piel debajo de sus cálidos dedos. Para el príncipe, aquel contacto lo
