Llegó el día de mi juicio, después de tantos días de encierro al fin vi un rato de luz, estaba fuera de la celda. ——Espero que todo se resuelva—— Gritó Maria desde su celda mientras me llevaban esposada. Las lágrimas caían sobre mi mejilla, antes de subir al vehículo en el me trasladarían, el director del penal se acercó a mi. ——Buenos días Laura—— Dijo Austin al acercarse. ——Con todo respecto señor pero para mi no tienen nada de bueno—— Le respondí sin fuerzas en mi voz. ——Solo quiero que sepa que después de investigar sobre usted, creo en lo que me dijo de su inocencia, espero que todo se dé a su favor—— Respondió Austin mientras ponía su mano en mi hombro y me veía irme. Unos media horas después estaba en el juzgado, sentada frente a un juez, ya no tenía las esposas en mis manos p

