Agridulce

4712 Words
Mi parte favorita del día, era regresar a casa, me encantaba el hecho de que el departamento fuera solo para mí, que algunos días viniera Gilberto y viéramos películas, o simplemente escribir en mi blog, amaba mi blog. Escribir me causaba paz, siempre me había servido para sentirme mejor y sacar las cosas que me dolían. De regreso a casa había tomado una foto, el cielo se veía hermoso y en la calle había personas bailando hip-hop no podría describir la imagen como tal, pero me transmitía una especie de paz más aparte, me gustaba. Sentía que escribir era una forma de transmitir arte, que podíamos brindar colores con palabras, sentimientos. Ser libre. Al ritmo de la música, en frases al sol. Adjunto en archivo y publico en el blog. Mi parte favorita de esto, era que la gente intercactúaba conmigo, posteando fotos de ellos o comentando cualquier tipo de cosa referente a lo mismo, mi blog tenia 15 millones de seguidores, por lo cuál si es muy conocido, muchas veces mis amigas en California solían hablar de el y yo solo fingía que no me emocionaban lo que ellas decían, jamás le había contado a nadie acerca de el. No quería que creciera por parte de la fama de la empresa de modelaje o mis primas que lo eran, quería que fuera separado del apellido Morgan. Cierro la computadora y camino hacia la sala. Cuando un mensaje me llega. Tus padres estarían muy orgullosos de ti, yo lo estoy. -D Frunzo mis cejas un tanto confundida, D era el clan, bando, lo que sea contrario. Frunzo más mis cejas y suspiro, quizás era número equivocado. Sin embargo el hecho de que nombraran "padres orgullosos" ya había dejado mi cabeza un poco confundida. Resoplo y tomo mis llaves, quería caminar un rato. Despabilarme. Bajo las escaleras para después salir del edificio y comenzar a caminar, aquí era sumamente diferente a donde crecí, también creí que el hecho de venir acá haría que me dejaran de ver como la chica tonta que Saith había roto, hasta que le di otra oportunidad aquí también. Y otra. En todo caso busco un cambio que no llegara porque soy débil, no suelto una amistad por los años buenos. Comienzo a caminar, durante varios minutos, comienza a hacer frío y es cuando quiero regresar, me detengo cuando veo a un gato atorado afuera de una casa que se veía un tanto vieja, me acerco un poco y veo cómo está enredado en un adorno repleto de hilos, comienzo a forcejear un poco sin romperlo, si salía alguien de aquí y lo rompía seguro que me llevaba una bronca enorme. Comienzo a desesperarme cuando el gato comienza a maullar desesperado y yo también estaba desesperada. Bien, ambos estábamos desesperados. Escucho la puerta rechinar y segundos después sale un chico, adulto, adolescente, no se, me giro para encararlo y puedo notar como me mira con las cejas fruncidas, me analizaba con una magnitud impresionante. — Y-yo solo estoy tratando de desatorarlo.-dije rápidamente cuando me miro con confusión, quizás. — No creí que estuvieras haciendo otra cosa, realmente.-murmura con una pequeña sonrisa y cierra su puerta. Le tomó atención, es alto y con la piel un poco pálida, y uno que otro lunar salpicando su rostro, su cabello era n***o y un poco ondulado, lo que me llamó la atención fueron sus ojos, sentía alguna familiaridad con el, como si lo hubiera conocido tiempo atrás, no era la primera vez que lo veía de eso si estaba completamente segura. Veo como después se agacha junto a mi y tira fuertemente rompiendo el adorno y sacando al gato. El gato suelta un chillido pero no de dolor, quizá se asusto o que se yo. Apenas el adorno es roto el gato sale corriendo con una velocidad increíble. Ambos quedamos ahí, hinchados y aunque ninguno decía nada, miro hacia el cielo y puedo notar como se había nublado con una rapidez impresionante. Me levanto y el hace exactamente lo mismo. ¿Qué procedía? ¿solo me iba? Solo estaba ahí para sacar al gato y el gato si quiera estaba ya aquí. — ¿Como te llamas? -murmura, hablaba seco, sin embargo la curiosidad era evidente en sus ojos. — Ah.. Katherine, ¿y tú? —Soy Da.. Kilian.-dice rápidamente a lo que frunzo las cejas levemente.—¿Estás lejos de tu casa? Era posible que si, quizás no tanto pero mi nerviosismo era que no sabía de las calles de aquí, solía pasar un poco de más tiempo para que yo pudiera aprenderme el nombre de las calles, no llevaba tanto tiempo aquí. — ¿Por?- indague, el me miró y después suspiro. — No te había visto por aquí. —Ah, ahm... Estaba caminando vivo a unas cuadras. - admití a medias, si decía completamente la verdad tenía que admitir que no sabía completamente en donde estaba y que seguramente tendría que preguntarle a alguien como llegar al departamento. Pero bien, la verdad a medias podía funcionar. — Es un poco tarde para que regreses sola, ¿No crees?- lo era, había oscurecido y sabía que era una cuestión de minutos de que la lluvia cayera. — Un poco, realmente...- miro mi celular y eran 10:15, no era demasiado tarde pero a esta hora ya no me gustaba estar en la calle.—Creo que un poco. — ¿Quieres que te lleve?-indaga y asiento. — De verdad te lo agradecería. Con el ya había hecho el ridículo, llegaba a menudo a diferentes locales preguntando las calles, siempre me miraban raro. — Iré por mis llaves, ahora regreso. Asiento de nuevo y miro un poco más a detalle, la casa era linda. Y el chico, su cara me sonaba, tontamente no sabía de donde. Sale y camina hacia una moto, a lo que supongo es suya, sube y con la cabeza me indica que suba, así que lo hago, le doy mi dirección y muy dentro de mí espero sepa llegar. Igual, podía usar Uber, pero pues... ya estoy aquí. — ¿Puedo preguntarte algo? Le miro por el espejo y noto que se veía muy concentrado en el camino, si asentía no lo vería.— Ah si, Claro. — Hay un blog... Agridulce, ¿Es tuyo no? La sorpresa en mi no tarda en llegar, era asombroso esa situación, no podía ser posible que no lleváramos de conocernos 15 minutos y averiguara algo que mi familia no a hecho en años. — ¿De qué hablas? — Es un blog... — Se que es un blog. - interrumpí y puedo sentir las vibraciones de su risa. — Solo quiero saber porque lo dices. — Fuiste la única que tenía una cámara cuando bailaban guapa.-se ríe.-Igual no te preocupes, tu secreto queda a salvo conmigo. Me quedo callada durante unos segundos, había mantenido en secreto esto desde que tenía 14, ahora dos chicos se habían enterado. Y ni siquiera eran mi familia. — Se podría decir... ¿Que tienes complejo de Hannah Montana? Solté una risa y negué.— Me gusta decir las cosas que pienso o siento, solo no quiero que tengan un nombre, no quiero que me unan a... — Modelos, Morgan... Eres prima de Julieta Morgan, Camille y... Decía yo que tenías cara de modelo. Mis ojos se abren un poco más y mi boca también. —Parece ser que me conoces mucho más de podríamos considerar normal para el tiempo que llevamos juntos. — Yo... Solo soy observador. - admite. —Pude darme cuenta. - sonreí levemente. Quedamos en silencio durante unos cuantos minutos, no era un silencio incómodo, solo era extraño la forma en la cual podemos decir que fluye nuestras conversaciones. — Te he visto antes.-mencione.- Apenas llegue, pero no se en donde... El me mira por a traves de el espejo de la motocicleta y después se concentra de nuevo en el camino de enfrente. - Suelo pasear todo el tiempo.-murmura.-Quizás me viste en la calle, yo note que tomaste la foto quizás tu me viste también y no prestaste tanta atención. — Dudo, no soy de fijarme en los chicos así la primera vez que los veo.- cuestione.—Para recordar tu rostro debí haber hablado contigo... —¿Por? —¿ah? — ¿No eres observadora o no te interesan los chicos? — No soy observadora.- admití. —¿Toda tu vida has estado aquí? — Si... Nací y crecí aquí. - en uno de los semáforos me mira. —¿Y tú? — Nací y por un tiempo viví aquí... Me fui a California y después regrese hace unas semanas. Cambias de tema, ¿Por qué lo haces? — En realidad no, solo sigo el tuyo. — En tu blog nunca tocas temas de amor, ¿No te gusta? — No me gusta el cliché. El frunce las cejas. —¿No es lo que le da sabor a las historias? No puedo evitar soltar una risa y negar. — Por supuesto que no, el cliché hace malas historias con el tiempo, siempre en esas historias son aquellas que te rompen el corazón, es cuando esperas de las personas, al tener ilusión te rompen más fácil. — Eso suena horrible Katherine. — Pero créeme, eso es lo que pasa. — Entonces, déjame adivinar. O estás metida en uno, u odias el amor y todas las historias románticas que existen. — ¿Quién podría odiar el amor?-reí.- Ese lo sientes aún cuando no sea en una pareja, quizá eso la gente aún no lo entiende. — Entonces estás metida en uno.-menciona deteniéndose mirándome directo por el retrovisor. Apenas lo dice me doy cuenta que es cierto, quizás era una de las razones por las cuales en mi blog no tocaba mucho el tema, sinceramente era real lo que dije, al tener ilusión te rompen más fácil, eso me pasaba a inicios con Saith, siempre espere demasiado de él y terminaba triste llorando. — Ah... Si, supongo. - admití. – El me siguió desde California y decidió que quedarse aquí era una buena idea, es un caos. — Tienes pinta de popular.- se ríe. — O de chica fresa. — Ah, era un cliché enorme. Yo era animadora, capitana para ser exacta y el capitán del fútbol americano, somos mejores amigos desde pequeños y ambos éramos demasiado populares, sin embargo el es un caos cuando toma. Ahora no soy popular, ni animadora y creo que el cliché se rompió. — ¿Conoces por aquí?- indagó a lo que negué-Aquí el cliché reina. — ¿Por los chicos malos no? Es una patraña, los chicos malos de aquí son más criminales que chicos malos, se escudan con eso y aun así tienen a todas las chicas vueltas locas. Siento como frena en seco a lo que me aferro a la parte trasera de la motocicleta, su respiración se había hecho agitada, podía ver como se movía al respirar. — Quizás solo no conoces toda la historia. Me quedo callada y le miro de nuevo por el retrovisor, en eso tenía razón. No sabía ni la cuarta parte de la historia. Gilberto había prometido contármela y lo único que me ha contado es como triunfar en la preparatoria. Y eso no me interesaba. — ¿Influye mucho? - cuestione, a sinceridad era absurdo que eso en realidad importara. — Eres prima de Juls guapa, te conectas con los cinco, influye mucho.- se queda callado durante unos segundos. — Y creo que actualmente más en tu vida. — ¿En...? - indagó pero el no me contesta. Después de eso el se queda callado, llegamos al edificio y me sonríe con tranquilidad, le agradezco por traerme, apenas me doy la vuelta escucho un suspiro de parte suya. — Katherine... — Dime. — Te contaré la historia, de inicio a fin. - apenas lo dice no puedo evitar no tener una cierta pizca de emoción, era absurdo pero de esto no tenía ni la más mínima idea y eso me ponía muy estresada.— pero para eso tenemos que ser amigos. — ¿Por qué ? — Porque quiero asegurarme que seas alguien en quien confiar. — Tendríamos algo que guardar ambos. - sugerí y el negó. — Me caíste bien Katherine, quiero conocerte. Me pasa su celular y anoto mi numero a lo que me marca y le muestro mi celular.-Nos vemos luego Kilian. Entro al edificio y miro como Kilian mira directamente hacia acá y me sonríe, hago lo mismo, pienso durante lo que son bastantes minutos, de verdad había algo en el que me sonaba. Sonará absurdo, pero esos ojos ya los había visto antes. Y no en Nueva Jersey. Drey. Cuando Luke me dejo jamás imagine que las cosas dieran un giro tan estrepitoso, quería con locura a aquel chico de ojos marrones y pestañas largas; pero hace unos meses. Por otra parte Caleb fue mi Crush desde que llego aquí. Eran momentos distintos, y lo que una persona tiene conocido por Crush es que es un amor que jamás sucederá. Aun recuerdo cuando me dejo, tan cobardemente a través de un mensaje de texto, uno muy idiota. El siempre fue un idiota. —¿Podemos hablar?-apenas escucho su voz mi piel se enchina, no porque sintiera amor hacía el, si no porque me causaba enojo. ¿Que hacía pensarle que por el hecho de que alguna vez sentimos podríamos hablar? No me gustaba verlo, porque prometimos alguna vez no rompernos el corazón y el lo hizo al doble siendo un cobarde. No se terminan las relaciones por teléfono. Eso es demasiado bajo para cualquier persona. —Lo estás haciendo en este preciso momento.- sonreí de lado y camine lentamente hacia la puerta de mi casa. —Y no tenemos un tema del cual hablar, así que te vas con cuidado, adiós. Estoy por entrar a mi casa cuando su mano se coloca en mi muñeca impidiéndome salir del lugar. Suelto un suspiro molesto y le miro de la misma forma a lo cual el hace una mueca. —Deja que te explique por favor... —No tienes que explicar nada Luke, Karen me esta esperando. Me suelto de el, cuando intenta agarrarme de nuevo. Su mano se acerca a mi muñeca y retrocedo con rapidez estrellándome con mi puerta, busco la perilla y la tomo, estoy por abrir cuando habla de nuevo. —Cambie, quería ser mejor por ti.-susurra, sentía mi corazón latir en mis orejas desenfrenad amente, sintiéndome completamente consternada. —Quiero darte el color que alguna vez te quite, quiero una nueva oportunidad. —Luke... —Te conquistaré de nuevo Audrey, será mejor que la vez anterior.-suspira y me sonríe. —Y no lo arruinare esta vez. Abro la puerta y suspiro. —No creo que así sea como funcionen las cosas. Y si me pinto de colores, no va a ser por tu amor. Antes de que me responda me introduzco a mi casa, corro por el pasillo hasta llegar a las escaleras las cuales subo con suma rapidez hasta estar encerrada en mi habitación. Por más que quisiera no podía pensarme en un futuro con él, las circunstancias en las que me había dejado habían sido demasiado bajas y crueles. Suspiro y niego para terminar acostándome en mi cama. Despierto gracias a unos ruidos en mi ventana, miro el reloj y faltaban varios minutos para las cinco. Me acerco y puedo ver como Caleb torpemente intenta subir a mi ventana, estaba ebrio. Ruedo los ojos y la abro por completo recargándome en ella. — ¿Qué haces aquí tarado? El suelta una risa ronca y me mira. — Vengo contigo, tonta. — No son ni siquiera las cinco, vete a tu casa. — Tu hermana llamó, ¿Te quisiste ir para ver al payaso de Luke? Parpadeo sorprendida ante la información. ¿Qué tramas Lily? — Me quise ir por qué sabes que no le voy a tus jueguitos.- me defendí. — ¿Viniste a reprocharme solamente?¿Porque estas ebrio? Se queda callado y me mira, mira después el pasto y suspira. — Luke es un patán Drey, te hundio una vez, ¿Qué haces ahí de nuevo? — No me respondiste.- alce las cejas e hice una mueca, yo también quería evadir esa pregunta. — ¿Qué me dijiste? —¿Por qué estas ebrio? —Es la mejor manera de olvidar que te estoy perdiendo. — ¿Qué? — Sabes que llegará alguien mejor, que no salga a media noche, que no te meta en problemas y sabes que cuando llegue ese alguien te irás. Sus palabras me dejan consternadas, estaba hablando de nosotros por primera vez después de siete meses.— ¿Por qué quisiera estar con Luke? —No se, lo dijo Lily, se que lo dice para que me aleje de ti, pero tendrá sus razones. —Te diré esto por que lo olvidarás mañana, me gustas desde que tenía diecisiete, han pasado cinco años y sigo aquí Caleb. Entro a mi casa y miro hacia la puerta, ¿Qué tramaba Lily? No puedo evitar llamar a Juls. —¡Seré modelo!-chilla feliz Juls a través de la computadora. Grito feliz para después sonreír.—¡Que emoción! La próxima Barbara Palvin. Ella ríe y asiente.—Ojalá, esa chica es una diosa. Asiento dándole la razón para después despedirme, en cinco minutos empezaba mi clase y estaba un poco lejos. Quería contarle acerca de Luke pero se veía realmente feliz por eso, quería que disfrutara su felicidad. Me levanto y camino hacia clase con rapidez, apenas llego veo al profesor entrar a lo que suspiro. Hubiera sido fantástico conocer a Juls en la carrera y no en un trabajo apestoso, pero no estudiamos si quiera lo mismo. Aparte soy un poquito más chica que ella. Me recargo en mi brazo escuchando la clase, prestando bastante atención a decir verdad, hasta que mi celular suena, un mensaje. Lo pongo en vibrador pero sigue... miro discretamente y abro los ojos más de lo que podría. Lily: Mira que bonita foto, necesito un favor o se la envío a Caleb, tú dirás. Nos vemos apenas salgas de la universidad. Archivo adjunto. Ella sabía cuanto amaba a Caleb... su juego era bastante sucio, ella siempre jugaba sucio. Por eso lo llamo ayer. Veo que en la foto nos encontramos algo, justo cuando yo retrocedí, pero ¿Como se explica eso? Lily es una maldita. De ahí en adelante me fue difícil concentrarme en la clase, solo pensaba en lo que ella querría. En realidad ella siempre fue así, por ello quería irme de su casa, siempre me ocasionaba problemas. Siempre quería lo mío. El maestro dice que la clase a finalizado a lo que todos se levantan y comienzan a salir, veo como Sarah se acerca a mi junto con Carlos. — ¿Está todo bien?-indaga Carlos con las cejas fruncidas a lo que asiento. — Te ves fatal...-susurra Sarah con una mueca esperando que solo yo la escuche pero la escucha Carlos. — ¡Sarah...! — Pareces fantasma.-aclara.—¿Qué ocurrió? —Lily...-murmure.—De hecho tengo que irme, nos vemos pronto. Me sonríen levemente y salgo directo a casa, el camino es tedioso porque solo pienso en que es lo que quiere ahora... apenas llego suspiro. Entró y veo a Karen con un par de chicos, que quienes apenas entro caminan un poco hacia las orillas. Me adentro a casa sin decir absolutamente nada al respecto yendo directo a la cocina por un flan que había comprado ayer en la mañana, tomo una cuchara y comienzo a comerlo. Las miradas de todos se posan sobre mí y comienzo a sentirme demasiado nerviosa, odiaba no saber que era lo que ella tramaba, pero seguramente no sería nada bueno. Nunca lo es. Ella siempre era demasiado impulsiva y egoísta y se que cualquier cosa que pasará por su cabeza no sería nada bueno, a ella no le importaba undir a los demás con tal de poder lograr sus objetivos, siempre fue así y se que nada lo cambiará ahora. También sabía que si le decía que no amenazaría a ir con un cuento barato a mi mamá diciendo que era mala hermana o que no la apoyaba en las cosas que ella quería. — Tardaste mucho. - se queja a lo que yo suspiro lentamente y ella mira a los chicos que están junto a ella. —En fin, necesito que hagas algo por mí. —Necesitas que haga o me obligaras chantajeándome con esa foto, realmente tenías todo planeado, ¿No? — Eres más lista. - se mofa. —En fin, necesitamos que nos informes de cada redada, están destruyendo nuestros planes. — Realmente es un poco absurdo que se metan a eso, ¿No crees? Están los cinco y más aparte está el clan D. — No te estoy preguntando si se te hace un buen plan, quiero que nos des informes, podríamos hacerle fin a eso y ser quienes reinan. —¡Por dios Karen! Llevan años en eso, lo único que podrías lograr es que maten a los tuyos, si ni el clan contrarío a podido darles fin, ni entre ellos, y todos los demas han muerto que crees que los hará diferentes. — Yo ya te dije que hacer, o si no que... Así que espero la información. — No les haré eso, mejor muéstrale la imagen. — ¿Que? —Que les muestres la imagen, adelante, tu y yo sabemos que es falsa, el me creerá por que todo el mundo sabe la clase de persona que eres. — También te irías de mi casa. -dice ya molesta, esa parte no la veía venir, suspire, Karen era una completa loca. No dije nada al respecto y fui a mi habitación escuchando como ella decía "Lo tenemos" entro a la habitación y me recargo en la puerta, no podía hacerle eso a él, lo amaba. Sin pensar tomo mis cosas, las importantes, y salgo de la habitación. — ¿A dónde crees que vas? - chilla Karen — No puedo creer que siendo mi hermana me chantajees y hagas esto, pero yo no le robaré, me iré de tu casa, si quieres muéstrale la maldita imagen que tu planeaste para hacer que las cosas se nos pusieran un poco difíciles, pero no soy como tú, jamás lo seré. Salgo de ahí y miro hacia la calle, realmente no sabía qué hacer. Camino unas cuantas calles y miro buscando algún departamento en renta, pero no había, ¿Como era posible que ningún departamento estuviera en renta? Sigo caminando esperando encontrar algo, pero no había absolutamente nada, suspiro cuando mi única solución es un motel, hago una mueca y me adentro, el chico es amable mientras hace el recibo contándome un chiste del clima al cual sinceramente no le preste atención por estar inmersa en mis pensamientos, igual cuando el comienza a reír rio un poco para que no lo note, me indica en donde está la habitación y agradezco lleno hacia allá con lentitud, entro y miro un poco a mi alrededor, era un lugar bastante bonito a decir verdad, pero no podía quedarme más de una noche, tengo bastantes gastos como para pagar quedarme aquí varios días. Me recuesto y mi celular vibra, lo miro y es un mensaje de Karen. "Aun puedes pensarlo, te doy hasta mañana en la mañana, así podrías regresar a casa" No lo contesto y suspiro cerrando los ojos, eran las 2, tenía que irme al maldito trabajo, lo que significaba mucho agotamiento ahora también, físico, me levanto y tomo la camisa del trabajo, me la coloco y salgo de ahí, camino unas cuantas calles aun mirando todo a mi alrededor esperando encontrar un departamento en renta. Llego a mi trabajo y veo que una linda chica está sentada en mi lugar, quizás era del turno anterior, nueva y aun no se cambiaba para esperarme, camino un poco más y ahí es cuando el jefe me habla y ambos vamos hacia su oficina. Se sienta y suspira. —Audrey has sido una empleada ejemplar durante estos casi tres años, pero las ventas están bajando y estamos haciendo recorte de personal, eso significa que estas despedida, estabamos analizando y tu hermana nos dío la solución. —P-pe-pero... —Te daré tu finiquito, pero no puedo mantenerte más tiempo aquí, lo siento. Me da un sobre y lo tomo con una pequeña mueca, paso mi saliva con dificultad y suspiro...—Y-yo... —Igual, tu hermana me comento que tendrías más clases y que estabas saturada con el empleo, que habían hablado de que te salieras del trabajo y ella te ayudaría con los gastos... Así que no habría problemas. Quería decirle que eso no era cierto, que Karen era una imbecil que estaba manipulando la situación para poder hacer y cumplir sus metas, sin embargo me evite el comentario, porque a pesar de todo ya me habían despedido y si no era a mi sería a Katya y ella tenía una hija, no podía hacerle eso. Le sonrió levemente y suspiro para tomar el sobre y salir, saco mi celular y mando un mensaje. "¿Porque mierda hiciste que me despidieran de mi trabajo?" No pasan más de quince segundos cuando me llega su respuesta. "Así volverás si o si, te veo aquí en un rato" Suspiro esta vez lo suficientemente fuerte para sentir como en mi interior todo se hacía chiquito, se comprimía. Camino con lentitud y llego a una tienda de licor que estaba en dos calles antes del motel, compro una botella de vodka y suspiro para seguir caminando hasta llegar al motel, entro y comienzo a beberla, sintiendo como mi garganta se calentaba y como mi estomago también, me siento en el suelo y recargo mi cabeza en la pared, Karen solía hacer eso seguido, ponerme mil y una trabas para que ella pudiera conseguir lo que quería. Marco el número de Juls, enserio necesitaba contarle todo esto y lo de Luke, si no sinceramente explotaría. Pasan al rededor de varios tonos hasta que contesta y antes de que yo pudiera decir algo ella lo dice. —Justamente estaba por llamarte. -chilla emocionada. —¡Me invitaron a participar en V'S! Me quedo pausada durante unos segundos hasta que analizo lo que ella me dijo.— ¡Oh por dios felicidades! -Dije con tono feliz. —Realmente eres una increíble modelo. — Gracias. -dice aun contenta. —¿Tú tienes algo que contarme? Pienso durante unos segundos y es cuando mis ojos se llenan de lágrimas, más de lo que había sucedido alguna vez, ella estaba feliz, estaba brillando más que nunca... No se lo echaría a perder. Lo hacía durante poco tiempo solo para juntar el dinero necesario por parte de ella para su cafetería, sin embargo sabía lo feliz que se sentía. —No. -mentí. —Llamaba para saludarte. —Bueno, ¿Te molesta si hablamos en la noche? Llego Kyara... —Si está bien, te quiero. — Te quiero. Cuelga y al final siento que mi corazón late más de lo normal, me sentía demasiado triste y aun si no sabía si fuera una exageración sentirme así quería quedarme en el suelo y esperar a que la vida se me solucionara sola. Quería a Caleb y sabía que con una imagen así el se cerraría a su mundo y no me querría escuchar, la imagen nos hacia ver demasiado cerca por lo cual era fácil malpensar las cosas. Le doy un trago tras otro a la botella y mis ojos se llenan de lagrimas. sin embargo no lloro. Odiaba llorar. Le sigo tomando a la botella, un trago, tras otro, tras otro... esperaba con ansias el momento en el cual dejaba de sentir y aunque bien sé que el alcohol no me curaría mis problemas, ayudaba a dejar de pensar por un momento, pausar absolutamente todo. Sigo dando un trago tras otro y es ahí cuando estoy completamente mareada que veo como se abre la puerta mostrando a un Caleb sumamente molesto, pero sin duda alguna era otro de los grandes efectos del alcohol.
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