secuestrada
Erika intentaba seguir con su vida lo más normal que podía, habían días que entre a en crisis y quería morir pero aún se levantaba, hoy era un día de esos, esa mañana no se imagino que su vida iba a dar un giro y no uno hermosos como el que ella imaginaba en que su esposo iba a aparecer y que todo era un mal sueño, estuvo todo el día en la librería limpio y atendió a unas cuantas personas, cuando salía ya eran más de 8 de la noche a ella no le preocupaba eso ya que en ese lugar nada malo pasaba, mientras caminaba. así casa sintió que la seguían, miro hacia atrás pero no vio nada creyó que estaba volviéndose loca, al voltear en una esquina unas manos le taparon la boca, ella dió lucha, lo aruño y lo pateo, salió corriendo lo más rápido que pudo de la persona, sin darse cuenta termino en un callejón, creyó haberlo perdido y se escondió detrás de la basura, espero mucho tiempo y sintió unos pasos pasar por el frente del callejón, después de media hora salió y creyó que saldría bien librada de todo esto pero no contaba con que había un segundo hombres, este la golpeó y todo se volvió n***o a su alrededor.
cuando despertó todo estaba oscuro, creyó que la iban a vender había escuchado muchos casos sobre eso, empezó a gritar y a suplicar que la dejaron ir pero no hubo respuesta del otro lado, ella en medio de su desesperación se quedó dormida, despertó por el sonido de una puerta abrió sus ojos parecía que se iban a salir de su órbita cuando noto que era rejilla abajo de la entrada, le estaban pasando comida intento pararse rápido pero perdió el equilibrio y se callo, no tubo más remedio que gritar de nuevo que la dejaran ir que ella no quería estar ahí, de nada sirvieron sus suplicar todo caía en oídos sordos, ella aguanto lo más que pudo sin comer, fueron dos días, una mañana alguien entro mientras dormía y la baño con agua helada, le dijo que si no comía le iba a ir peor, solo pudo hacerse un ovillo en un rincón y llorar después de eso intento comer lo más que pudo, así pasaron los días ya no sabía cuánto tiempo había estado en ese lugar ya estaba empezando a hablar sola e imaginar cosas, ya llevaba veinte días encerrada pero ella no lo sabía, esa noche comió como se le había dicho y sintió mucho sueño cuando despertó estaba en otra habitación, con una cama grande y cómoda, ella se sentía tan cansada que siguió durmiendo pensando que estaba soñando, alguien tocó a la puerta y ella despertó alterada y se tapo, entro una señora de mirada amable y la saludo, le dijo que por favor se duchara y utilizará lo que necesitara que todo estaba listo en el baño ella así lo hizo, cuando salió del baño con tan solo una pijama se aterró de ver a un hombre que la estaba esperando, intento regresar al baño, pero el la agarro del cabello y a la cama, ella como pudo llego a la cabecera y se cubrió lo mejor que pudo, el la miro de manera burlona, ¿sabes quién soy?, ella solo meneo la cabeza para decir que no.
el empezó a soltarse la corbata y quitarse el saco, mucho gusto, soy Carlo, espero que lo recuerdes el resto de tu vida, ahora soy tu dueño.
Erika: no tengo dueño, por favor déjame ir, solo quiero ir a casa, no diré nada, solo quiero ser libre, se lo ruego señor Carlo, (sollozo).
Carlo: jajaja irte, si la vamos a pasar muy bien, soy un hombre de negocios, solo quiero disfrutar de una bella mujer, que hay de malo con que seas tu, tienes que obedecer todo lo que te diga, no tientes a tu suerte que puedo ser muy violento cuando pierdo el control, además no es que no sepas que va a pasar acá, ya estuviste casada una vez, acaso quieres hacerte la pura, jajaja eres una zorra, que quieres dinero, joyas, para que te abras de piernas como sabes hacer, me imagino que tienes mucha experiencia
(Pensamiento: está maldita fue la que mató a mi hermano, me las va a pagar con intereses, es hermosa ahora entiendo por qué el se dejó engañar), apretando los puños, se iba acercando lentamente.
ella lo miraba presa del pánico e intento correr, no llegó muy lejos cuando el la estampo contra la pared, adónde vas dulzura, si aún no empezamos a jugar.
tomo sus labios de una manera brusca y la beso intensamente, más parecía un mordisco, ella solo lloraba e intentaba alejarlo, el empezó a subir su mano tocando su suave piel, de un tirón rompió la pijama que tenía puesta. (sonrisa)
Carlo: esto lo voy a disfrutar muchos preciosa, continuo tocandola como quiso.
Erika: no por favor no, le dió una cachetada, déjame maldito pervertido.
el muerto de la rabia le dió un puño y la agarro del cabello, lanzandola a la cama, ella se había golpeado la cabeza, pero el no se dió cuenta, se tiró sobre ella y empezó a dejarle mordiscos en todo el cuerpo, ella solo podía llorar y temblar, le quitó la ropa interior y se posicionó en el medio de sus piernas, ella intento empujarlo, cuando iba a entrar en ella, tocaron la puerta.
mi niño es urgente por favor sal, te necesitan, el muerto de la irá salió rápido de la habitación, no sin antes lanzarle una mirada cargada de odio y diciéndole que luego iban a terminar lo que empezaron.
Erika: (temblando) no por favor no, tengo que salir de acá, no quiero que me toque, (llorando).
como pudo se paró de la cama y se dió una ducha, se miro en el espejo y estaba toda marcada, se vistió con ropa que le había dado la Nana antes, ella no sabía el nombre de la señora, se puso a llorar en un rincón hasta que se quedó dormida.