1.

1332 Words
1. “Escapando" Una tarde soleada, aquel viento soplando sobre su rostro y una mirada asustada buscando refugio para esconderse. Observa hacia atrás, arrastra con dificultad su maleta y siente como su mochila llena de cosas pesaba demasiado en su espalda. La transpiración excesiva se podía traslucir en la remera blanca, sus pies le dolían y su panza le hacía ruido. Camina más rápido porque siente que alguien la persigue por atrás, sin darse cuenta se choca con alguien que salía de un lugar y cae al suelo. Pero se levantó rápidamente y no le interesó, siguió caminando y escucha una voz —¿Estás bien?— pregunta acercándose. Sacude su ropa, ve que su zapatilla estaba rota. Adolorida, con las mejillas coloradas del calor y con hambre. Eleva su mirada y corre su cabello del rostro —Si — responde nerviosa. Se cruza de brazos, observa que venía con una maleta junto a una mochila, ojerosa y pálida. Parecía que hacía días venía caminando —¿De dónde eres?— pregunta mirándola. Pone sus manos firmes tomando la maleta con fuerza —Vivía a 300km de aquí — dice nerviosa intentando sonreír. Abre los brazos, sonríe disfrutando de poder conseguir semejante diamante en épocas complicadas. Recorre todo su cuerpo con sus ojos, se queda pensando y decide incluirla en sus planes para salir de la mala racha —¿Y qué te trajo hasta este lugar?— pregunta señalando toda la calle. —Estoy buscando empezar mi propia vida, algo estable y sin problemas — sostiene. Podía escuchar su voz clara, algo áspera y llena de miedos. Sólo le bastó eso para darse cuenta que podía obtenerla como sea y necesitaba a esa mujer para volver a brillar en la noche —Llegaste al mejor lugar — dice sonriendo. Cuando ve que intenta tocarla retrocede, éste deja de estirar su mano y abre la puerta. Con un gesto la invita a pasar, puede ver todas las luces bajas, una música lenta sonando de fondo y algunas mujeres limpiando las mesas. Era un enorme salón, con un escenario, una barra de tragos y muchas personas alrededor. Mueve su pierna nerviosa, no sabía dónde estaba pero necesitaba conseguir un lugar rápido para quedarse sino iban a encontrarla. —Me tengo que ir — dice apurada. La detiene tomándola del brazo —¿Te gustaría trabajar acá?— pregunta. Observa a su alrededor, ve a muchas mujeres de edad y sonríe disfrutando que por primera vez alguien la estaba ayudando y no dándole vuelta la espalda. Aún era joven pero también sabía que debía rebuscarse la vida en ese nuevo sitio. —Si, por favor — asegura. Lentamente se acerca a ella, la mira de perfil, tan joven y también inocente que podía quedar perfecta para la noche. Apoya su mano en la espalda —Ven que te muestro el lugar — dice caminando. Caminan juntos, la lleva a la mesa de entrada, luego le comenta que hay más de 20 mesas redondas alrededor del escenario y apunta hacía arriba donde estaba el DJ acomodando los sonidos y las luces. Con una señal hace que abran el escenario mientras ella mira —¿Qué ocurre?— pregunta asustada. El escenario se abre, sale humo y de arriba bajan los caños. Abre su boca, no podía creerlo que ese lugar se transforme en algo que parecía de película, se queda detenida en eso y ve como una mujer sale. Baila, sonríe y le estaba regalando un show para ellos. —Es un baile normal para ganar dinero— asegura. Voltea su rostro para verlo —¿qué?— pregunta nerviosa. La mujer baja, se acerca a ellos y lo primero que hace es tocarle el cabello, luego su rostro —Mira está perla, es exquisita — susurra. Retrocede, ese hombre pone su mano en la espalda y hace que se detenga —Ella es Isa — la presenta. Algo tímida extiende su mano para saludarla, recibe un buen apretón —¿Y cómo te llamas?— pregunta mirándola. Sonríe —Cristina — responde cortante. La rodea caminando, lleva su mirada de arriba hacía abajo y piensa. Asiste con la cabeza y lo mira —Es igual — responde. Se asusta cuando nota que se refiere a ella, busca con su mirada al hombre que le había ofrecido empleo y lo ve moviendo sus manos —Yo sabía, es perfecta — dice alegremente. Apoya su mochila en la mesa —¿De qué hablan?— pregunta mirándolos. Isa la abraza por los hombros —Bienvenida al club — dice señalando todo el lugar. —Bueno espérame aquí que traiga los papeles para llenar y firmar — ordena. Cuando puede verlo irse, se acerca a Isa preocupada y casi asustada —¿Qué me hará firmar?— pregunta. —Unos papeles de exclusividad, algo así como un simple contrato. No te preocupes — dice sonriendo. Aparece rápidamente con varios papeles y una lapicera, se lo deja sobre la mesa y la mira —Firma — ordena señalando el papel. Con algo de desconfianza toma la lapicera, se agacha y firma. Hace eso varios papeles —Ya está—dice entregando las hojas ya firmadas. Las toma entre sus manos —Bienvenida al club, soy tu nuevo jefe Sebastián— sonríe. Se apodera más fuerte de su mochila, ve a un lado la maleta. No había marcha atrás, ahora debía pensar en el presente y nada más. —Gracias por esta oportunidad— dice tímidamente. —Te estaré esperando en el camarín para empezar hoy — le dice dándole un beso en la mejilla. Queda sola con su nuevo jefe —Desde hoy serás Tina, ya la antigua Cristina se quedó atrás y ahora eres otra persona — asegura. —Tina— susurra mirando al techo. Suspira profundamente y se resigna en lo que le estaba sucediendo. Por lo menos iba a tener dinero, un lugar estable y dónde comer —¿Quieres que te acompañe a tu habitación?— pregunta. Durante dos años, Sebastián progreso en ese lugar. Ahora era más que un lugar donde las mujeres desamparadas iban por un trabajo, era la casa de todas porque tenían sus propias habitaciones, baños y comedor. Si algún cliente buscaba algo más que un simple baile podían pasar al lado Vip dónde tenían que complacerlos como sean, y eso ella no lo sabía. —Si, por favor. Señor — dice mirándolo. Recorre un enorme pasillo detrás del escenario, seguía el mismo camino que Sebastián para llegar a una puerta que se veía abierta, ingresan y ven a muchas ahí. Se encuentran en una habitación con mujeres, deja la maleta y la mochila. Se ata su cabello, recorre cada detalle y ve como una chica se maquillaje mientras canta con alegría. Sonríe porque no podía encontrar un lugar tan hermoso como ese, iba a conocer más personas y podía esconderse por un tiempo de todos. Aplaude para que le presten atención — Muchachas quiero presentarle a sus nueva compañera— dice empujando hacia adelante a la joven. —Bienvenida — le dicen todas a la misma vez. Sonríe —Gracias chicas— dice mirando una por una. Isa aparece comiendo, la saluda con la mano y Sebastián notaba que ya se estaba integrando muy bien en el grupo. —Bueno las dejaré para que le enseñen todo y no quiero que la asusten — bromea. —¿Y qué haré, señor?— pregunta. Señala un rincón donde estaba el espejo enorme, maquillaje y perfumes —Te irás a preparar porque hoy empiezas — ordena. —Ven que te ayudo— le responde Isa. Hace que se siente en la silla plástica que ocupaba ese lugar, empieza abrir todos los maquillajes y la acomoda más todavía —¿Y de qué te escapas?— pregunta mientras la agarra para maquillarla. Cierra sus ojos para dejarla que la maquillen de un color oscuro —De mí prometido — suelta de repente.
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