Tres Reyes Lycan Amados

Capítulo Dos: Todos ustedes necesitan ayuda (I)

Punto de vista de Aurora:

¿Por qué papá le dio esta carta a mamá y no la dejó con su testamento que me leyeron ayer? No se mencionó ninguna carta en ese momento. ¿Qué estaba pasando?

¿Destinada a cosas grandes? ¡Ja! Ni siquiera pude ayudar a mi padre; dudo que sea útil en cualquier otra cosa. Limpiando las lágrimas de mi rostro y revisándome en mi espejo, arreglé un poco mi maquillaje y me levanté para salir afuera.

¿Realmente podría irme a vivir con mamá y Shawn? Tenía veinte años, por el amor de Dios, una adulta y además doctora. ¿Qué diría la gente si se enteraran de que me fui a vivir con mi madre en lugar de seguir mi carrera?

¡No! Simplemente no podía hacer eso. Además, no creo poder dejar Boston, dejar atrás mi burbuja de recuerdos. Sí, hubo momentos difíciles cuando mamá se fue, pero hubo más cosas buenas que malas. Y ni siquiera sabía exactamente dónde vivían mamá y Shawn. Siempre evadían la pregunta; eventualmente, dejé de preocuparme; lo único que importaba era que ella me visitaba más y estaba tratando de arreglar nuestra relación.

—Ten cuidado, rora; ¿dónde estás, perdida?

Escuché a Kai preguntarme mientras bajaba las escaleras delanteras, casi resbalando al final.

—En ningún lugar especial. Entonces, ¿cuál es el plan ahora? —pregunté.

Podía sentir cómo todos juzgaban mis expresiones como si en cualquier momento fuera a tener un colapso. Pero eso era la magia del control que adquirí a lo largo de los años. Después de enterarme de la enfermedad cardíaca de papá, no podía contar las veces que lloré; el dicho de que lloré un río era la analogía perfecta para describirme en ese momento. La cosa más mínima relacionada con papá solía hacerme estallar en lágrimas; sin embargo, aprendí a componerme durante mis años en la escuela de medicina. No mostrar mi debilidad porque sabía que no hacía más que daño.

—¿Qué tal si vamos a tu casa? —escuché a Nana decir.

Encogiéndome de hombros, dije que sí, y todos nos apretujamos de la misma manera en que habíamos venido aquí. Sin embargo, esta vez el viaje era tenso; se podía sentir la tensión flotando en el aire. Respirando hondo, con el objetivo de romper la tensión, dije:

—Así que, mamá, nunca me dijiste dónde viven en realidad, ¿verdad? —dije.

Ella quería que me mudara con ella; aunque no lo consideraba, aún debería saber dónde vivían mis únicos parientes vivos. ¿Y si alguna vez los necesitaba en una emergencia?

Vi cómo ella se tensaba, pero inmediatamente volvió a su postura perfecta y pulcra. Siempre la envidié por eso; era perfecta en casi todos los sentidos. No aparentaba más de veinticuatro años; su cabello, piel y uñas eran impecables. Donde sea que fuera, capturaba miradas. En comparación, yo era solo una chica normal y corriente, en mi opinión. Ojos azules que en su mayoría estaban ocultos detrás de mis gafas de lectura, cabello rizado castaño que siempre llevaba en un moño bajo, lo único que podría considerar una ventaja era mi cuerpo, bueno, específicamente mis trasero y pechos, donde todo era pequeño y delicado, por decirlo suavemente, tenía senos y glúteos demasiado prominentes, lo que me daba una figura de reloj de arena perfecta.

—Es un pequeño pueblo, justo fuera de Vancouver —dijo ella.

¿Vancouver? Entonces vivían en Canadá. ¿Por qué ocultarlo? Y ¿por qué no me decían el nombre del lugar? Tenía muchos amigos de allí, así que conocía la zona.

—Oh, qué bien, entonces están en Canadá. ¿Cómo se llama el lugar? Tengo muchos amigos por esa zona, y tal vez conozco dónde viven —dije.

Vi cómo Shawn le lanzaba una mirada a mamá, y de repente, sus ojos hicieron ese parpadeo de nuevo. Tendré que revisarlos cuando lleguemos a casa. No deberían conducir si tienen algún problema, podría ser peligroso.

—Um, cariño, el lugar se llama Crescent Fang —dijo mamá.

Me quedé atónita por un segundo y luego estallé en carcajadas. ¿Crescent Fang? No podían estar hablando en serio; ¿qué era este lugar, Mystic Falls? Podrían haber dicho algo más creíble.

Demonios, no recuerdo haberme reído tan fuerte la última vez. Calmándome, miré a mamá y Shawn, y dije:

—En serio, chicos, realmente me engañaron por un segundo. Pero, no, en serio, ¿cómo se llama el lugar? —dije, aún riendo.

Pero antes de que pudieran responder, el coche se detuvo. Shawn anunciando que habíamos llegado. Bajando del coche, me acerqué a la cerradura electrónica, marqué el código, abriendo las puertas para los dos coches. Ambos coches bajaron por el corto camino de entrada y se estacionaron en la entrada circular de mi y la villa blanca de papá; bueno, ahora era en cierto modo mía según el testamento que papá había dejado, convirtiéndome en la única propietaria de su fortuna de diez millones, de la cual no tenía ni idea de cómo la había acumulado.

No éramos ricos como Shawn, pero éramos bastante acomodados también. Sin embargo, nunca supe cómo teníamos tanto dinero. Papá nunca trabajó un día en su vida. Diciendo que esto era parte de su herencia y que no necesitaba preocuparme por esas cosas. Mirando hacia atrás, ¿cuántos secretos han guardado mis supuestos padres de mí? ¿Y soy tan tonta que nunca me di cuenta de nada hasta ahora?Sacudiendo mi cabeza, fui a desbloquear la puerta principal para dejar entrar a todos.

—Wow, mi manzana, me encanta lo que hiciste con el lugar —dijo Naana.

Hacía tiempo que nadie venía entre ellos. Por lo general, nos encontrábamos afuera en un restaurante o ellos me llevaban de viaje; cuando lo pienso, casi nunca volvían a la casa. Sabía que papá, nana y papa estaban en desacuerdo, no se llevaban especialmente bien.

Mirando a mi alrededor, sonreí. Papá y yo acabábamos de hacer las renovaciones en el lugar.

Teníamos hermosos pisos de mármol blanco con líneas negras en ellos para reemplazar los viejos pisos de madera; habíamos quitado la pared que separaba el vestíbulo y el salón y habíamos hecho un espacio más profundo en el medio con dos escalones donde colocamos un enorme sofá semicircular de terciopelo gris que podría acomodar al menos a quince personas y una enorme televisión de ochenta y ocho pulgadas colocada allí. Quitamos la decoración de madera y la transformamos en un aspecto completamente contemporáneo. También quitamos las paredes traseras e instalamos ventanas de piso a techo para poder ver el patio trasero y ver la puesta de sol.

—Sí, papá y yo lo hicimos hace un tiempo. De todos modos, ¿por qué están parados? ¡Siéntense! Les traeré café — dije.

Fueron a sentarse mientras asentían con aprobación, pero sus hombros tensos todavía se veían.

Entrando a la cocina, no pude evitar preguntarme por qué estaban tan tensos. Tal vez aún estaban esperando mi decisión. Probablemente debería quitarme la curita de una vez y decirles que lo aprecio, que quieren que me mude con ellos y que sé que papá también quería que lo hiciera, pero simplemente no puedo. Hice todo este trabajo para convertirme en médico. No importa si no solicité una residencia este año, no significa que no lo haré el próximo año. No puedo simplemente irme así como así; tengo que pensar en mi carrera.

Terminando mi pequeño discurso en mi cabeza, vertí el café en cinco tazas, añadiendo leche y azúcar según les gustaba a cada uno, colocándolo en una bandeja; salí y le entregué a cada uno su taza.

Agarrando la mía, fui a sentarme en uno de los sillones junto a la televisión. Era un poco gracioso ver a tres hombres enormes inquietándose en sus lugares mientras estaban tan juntos. Al mismo tiempo, mamá y nana también estaban bastante inquietas.

—Así que... —pero antes de que pudiera decirles lo que pensaba en la cocina, Kai lo soltó de repente.

—Rora, eres una licántropa; todos somos licántropos. Así que debes volver con nosotros al multiverso licántropo donde estarás a salvo —dijo Kai.

—Kai... —gritó mamá.

—¿Qué pasa? Estaban haciéndola sentir incómoda con esa actitud extraña, así que era mejor ser directo —dijo Kai.

Pude ver a nana y a papa moviendo la cabeza.

¿De qué demonios estaba hablando?

¿Y por qué parecía que estaban decepcionados con Kai por revelar algún secreto?

Ok...

¿Por qué no le impedían seguir hablando tonterías?

Me quedé perpleja; abrí y cerré la boca como un pez boquiabierto.

Sabía que mi hermano estaba chiflado, pero realmente no pensé que lo estuviera. ¿No fue a esa elegante escuela internado? ¿Espera? ¿Era una institución de salud mental? Lo miré, seguro que no parecía un tipo con problemas, pero tal vez las apariencias engañan. Me quedé sorprendida cuando Shawn carraspeó, llamando mi atención.

—Bueno, lo que tu hermano quería decir, Rora, es que verás, eres especial. Todos lo somos...

 Bueno, supongo que viene de familia. Sin embargo, no iba a interrumpir, aunque estaba preocupada como el infierno en este punto. En mi rotación de psiquiatría, aprendí que las personas que viven en esta burbuja de ilusión no deben ser perturbadas cuando se les explica su vida. Intentaré convencerlos de terapia una vez que termine. Finalizando ese pensamiento, le pedí que continuara.

—Bueno, como dije, todos somos únicos. Nosotros, los licántropos y los hombres lobo, somos creados por la diosa de la luna Selene. Y ella nos ha creado a todos en parejas: almas gemelas. Algo que la gente en el multiverso humano llama almas gemelas. Verás, tu madre y yo somos almas gemelas. Tu padre y ella salieron y te concibieron, pero no eran almas gemelas, así que cuando ella y yo nos encontramos, el vínculo fue tan poderoso que nos llevó el uno al otro, a pesar de su falta de voluntad. Tus abuelos eran el alfa y la luna de una manada llamada Crescent Moon, y yo soy el alfa de la manada Crescent Fang; tanto Crescent Moon como Fang se fusionaron cuando tu madre y yo nos emparejamos.

Sin dejarlo terminar siquiera, me levanté abruptamente. Sabía que dije que lo dejaría terminar, pero esto era una locura total. Él necesitaba ayuda; mirando las tranquilas expresiones de todos, todos necesitaban ayuda. ¿Por eso papá no quería que me mudara con mamá cuando se separaron?

¿Licántropo? ¿Hombres lobo? ¿Manadas? ¿Multiversos?

¡Estaban locos!

—Chiquita —dijo mamá, tratando de acercarse.

Retrocedí al instante.

—Todos están locos; necesitan ayuda — dije.