Capítulo Once: El Baile de apareamiento Parte Uno

1697 Words
Punto de Vista de Aurora: —Diosa Aurora, te ves absolutamente impresionante —dijo mamá de lado; mientras se cubría la boca con la mano, actuaba como si me estuviera casando o algo así. Mi mamá, la reina del drama exagerado, damas y caballeros, ¿o lobos y lobeznos? No estaba segura, pero el hecho seguía siendo el mismo, mamá aún no se había superado el hábito de derretirse por mí cada vez que me vestía elegante. Como estudiante de medicina, básicamente vivía en mi sudadera con capucha y shorts de mezclilla, pantalones deportivos o, en su mayoría, en mi caso, con mi ropa de trabajo y el cabello recogido en un moño, el típico uniforme de estudiante universitario. Casi nunca me arreglaba, y todos solían volverse locos cuando lo hacía, afirmando que no era la misma Aurora, lo cual generalmente les valía un gesto exagerado de rodar los ojos, el mismo que le estaba dando a mamá en este momento. —Tiene razón, manzana. El blanco definitivamente es tu color", dijo Nana, sonriendo con admiración hacia mí. Estaba usando un vestido marfil sin mangas con una abertura hasta la cadera, mostrando mis piernas de infarto y mis Louboutin rojos de seis pulgadas, lo que significaba que si me caía, era el fin para mi tobillo y algunos huesos. Mi largo cabello n***o estaba recogido en un desordenado recogido con mechones cayendo a ambos lados de mi rostro, lápiz labial rojo sangre y una gruesa capa de máscara y bronceador resaltaban mis pómulos. Por mucho que quisiera decirle a mamá y Nana que estaban exagerando, no podía, sin duda alguna se veía bien. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que me arreglé o fui a algún evento formal. Ni siquiera pude asistir a la fiesta de graduación en Harvard desde que todos me soltaron la bomba de los licántropos y luego me llevaron a una galaxia diferente como Alí Babá. —¡Bien! Supongo que no lo hiciste del todo mal, mamá —dije, sonriendo y guiñándole un ojo. Ellas dos rieron; mamá me dio un golpecito en el brazo como una broma que en realidad terminó doliendo como el infierno. ¡Ugh! Estúpida fuerza sobrenatural, no necesitaba un moretón que sobresaliera como un pulgar adolorido, considerando que la gente aquí se curaba quemaduras de tercer grado en cuestión de cinco minutos. ¿Para qué necesitaban doctores en primer lugar si podían curarse por sí mismos? —¿No lo hice tan mal, eh? —dijo mamá, sonriendo de manera socarrona. Rodé los ojos ante su actitud juguetona y me miré en el espejo de nuevo. No pude evitar pensar en lo que habían mencionado durante el almuerzo sobre el tema del compañero. ¿Realmente podría tener uno ahí afuera, y me querría incluso cuando se entere de que soy incapaz en este mundo? Pero otra pregunta, ¿cómo se supone que sabes quién es tu compañero? Mi licántropo interior estaba de vacaciones y en modo de no molestar. Me volví hacia mamá y Nana, las miré; estaban poniendo los últimos toques a sus apariencias. Mamá llevaba un hermoso vestido azul celeste con un cuello halter completamente cubierto de pedrería. Nana llevaba un sencillo vestido lila sin mangas y cuello redondo; lucía elegantemente hermosa, mientras que mamá parecía una supermodelo. Podríamos pasar como hermanas; se veía tan joven. Aclarándome la garganta una vez que las vi terminar, se volvieron hacia mí, sonriendo y animándome a continuar. —Tengo una pregunta... —dije; ambas asintieron con la cabeza, dándome su total atención —Saben que ustedes dicen que tengo un compañero y todas esas cosas, pero ¿cómo se supone que debo saber quién es? ¿Habrá como una orquesta de violines de fondo y la brisa soplará mientras nos miramos a los ojos y nos enamoramos profundamente? — dije, siendo dramática. Mamá y Nana soltaron carcajadas; yo no pude evitarlo y terminé riendo con ellas. Me estaba acostumbrando lentamente a todas estas cosas y a la sensación de estar rodeada de tanta familia. Se sentía bien; se sentía correcto. Amaba a papá y nuestra relación, pero siempre sentía que estaba incompleta. A pesar de que éramos él y yo contra el mundo, el anhelo de una familia adecuada: una gran familia que pudiera venir a cenar en Acción de Gracias o en la víspera de Navidad siempre fue algo que anhelé. Sin embargo, nunca se lo dije a papá. Siempre había hecho todo lo posible por mí, y no iba a quejarme. En cambio, contaría las bendiciones que tenía en ese momento. A pesar de eso, papá sabía que siempre había deseado una gran familia. Incluso recuerdo que se disculpaba conmigo algunas veces, pero siempre lo ignoraba y le decía que él era todo lo que necesitaba. En ese momento, incluso solía decir que cuando él no estuviera, nunca estaría sola y que mi deseo de crecer rodeada de muchos miembros de la familia se haría realidad. Sí, se hizo realidad, pero nunca lo quise a expensas de él. Aunque papá no estuviera aquí conmigo, siempre estaría en mi corazón. Salí de mis pensamientos cuando vi a mamá y a Nana finalmente terminar de reír y sonreírme antes de que Nana dijera: —Pensé que la escuela de medicina te dejaría agotada, manzana, pero una vez más me demostraste lo contrario... —se burló, sacudiendo la cabeza, luego continuó —, de alguna manera, se siente como si una orquesta estuviera tocando con toda esa palabrería que la gente en la Tierra exagera. Pero lo principal que te dirá que alguien es tu compañero es su olor distintivo, que solo tú podrás percibir. Te pondrá la piel de gallina en todas partes, y allá abajo, tu va-jay-jay vibrará, y para envolverlo todo con un lazo, tu licántropo lo confirmará... Antes de que Nana pudiera terminar, ella y mamá se dieron cuenta de algo y maldijeron entre dientes, sin saber por qué se detuvieron, las miré, dándome cuenta de lo que había dicho antes de que pudiera completar su frase, y me di cuenta de por qué lucían tan tensas y molestas ahora.Mi licanita era para confirmar quién era mi compañero. ¿Cómo iba a suceder eso cuando ella o eso o lo que sea, estaba de vacaciones indefinidas en el país de la Lalalandia en mi mente? —Sí, muy bien allí, señoras, pero si no se han dado cuenta, mi licanita es tímida y se niega a salir. Dudo que aparezca para volverse loca por algún tipo al azar — dije, rodando los ojos. Tanto mamá como nana parecían perdidas en sus pensamientos por un momento cuando vi que sus ojos volvían a vidriarse. Sí, eso es todo. Necesito saber si necesitan cirugía de cataratas, pero las cosas que me dicen últimamente, estoy bastante seguro de que es otra cosa rara de lobos, pero aún así necesito saberlo. Cuando vi que sus pupilas se aclaraban y enfocaban de nuevo, la interrumpí antes de que mamá pudiera abrir la boca. —¿Qué pasa con sus ojos y todos a su alrededor? Deberían dejarme revisarlos. ¡Podrían necesitar cirugía de cataratas! Siempre se están nublando, es peligroso —dije. Se veían perdidas por un segundo cuando lo que dije hizo clic, y mamá habló. —Nena, nuestros ojos están bien. Se llama enlace mental; pensé que Kai te lo habría mencionado —dijo. ¿Enlace mental? Viendo mi expresión confundida, ella explicó aún más. —Um, es hablar telepáticamente con tu mente. Todos en la Manada de la Garra Crescent pueden enlazarse unos a otros con sus mentes; también podrás hacerlo una vez que Shawn te inducta en la manada. Queríamos hacerlo hoy, pero lo haremos lo primero mañana cuando vuelvas del hospital —dijo, sonriendo. Me sonrió, actuando como si no hubiera volado mi mente al decirme que todos aquí eran como el maldito Profesor Charles Xavier de las películas de los X-Men. Otras dos neuronas se van; pronto me quedaré sin cerebro. ¿Cuál era el punto de trabajar en ese hospital? Pronto sería una paciente en la sala de psiquiatría. Ambas se rieron de mi expresión antes de que mamá abriera la boca de nuevo para matar a las neuronas restantes que luchaban por sobrevivir. —Y con respecto a lo del compañero, incluso si no puedes percibir el olor de tu compañero, si él está cerca, él podrá percibir el tuyo y con suerte, una vez que estén marcados y unidos en pareja, tu licanita saldrá a la superficie —dijo. Espera, ¿acaba de decir que se supone que debo meterme en la cama con algún desconocido? Estoy segura de que eso es lo que significa ser pareja. Sí, de ninguna manera, mamá. No me importa si es un dios griego con eso; no voy a perder mi virginidad con alguien que supuestamente se supone que me amará para siempre a primera vista. —Sí, no, no haré eso, mamá; no voy a saltar sobre ningún pene solo porque un tipo diga que es mi supuesto alma gemela. ¿Cómo sé que ese tipo no mentirá y dirá que es mi compañero para meterse en la cama conmigo? Además, ¿por qué querría que alguien me marque? ¿Esto es la edad media? — dije, sin emociones. En lugar de la molesta charla a la que pensé que me enfrentaría, mamá y nana rieron. —Lo sabrás si está mintiendo, pequeña, con o sin tu licanita. Tu cuerpo te lo dirá. Y en cuanto a lo del apareamiento y el marcaje, los compañeros pueden ser persistentes; lo sabrás a su debido tiempo. Ahora, ven, niña; todos nos están esperando afuera —dijo nana. Dicho esto, mamá y nana se giraron y se fueron, conmigo siguiéndolas. Solo espero que todo salga bien y no termine conociendo a este supuesto compañero, aunque el pensamiento de no conocerlo me daba una extraña sensación melancólica. Aun así, lo aparté. La otra sensación que quería sacudir era esta emoción por conocer a los supuestos famosos reyes trillizos; solo pensar en ellos me llenaba de felicidad. Dios, esas neuronas perdidas definitivamente me están pasando factura lentamente.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD