—¡Ay, te estoy bromeando! —Chilla palmeándome el hombro., estallando en carcajadas que bien podrían despertar a todos los huéspedes del hotel. —¡Cambia esa cara, Charlotte! Sintiéndome la más patética mujer del planeta, esbozo una sonrisita tímida y poco a poco, el nerviosismo inicial desaparece. —Yo... —Balbuceo sonrojándome, —Yo sólo estaba... Bueno... Estaba... Las risas de Orianna se intensifican y rezo porque Niko no salga del cuarto. —¡No me des explicaciones! —Exclama negando varias veces, con ese carisma suyo tan fresco, explosivo y sincero. —Aquí no vi nada. —Dice tapándose los ojos, pasándome por al lado, y caminando en dirección contraria a la mía. —No escuché nada, y menos que menos, me topé con Charlotte saliendo de otra habitación que no era la suya. Abro los ojos i

