Esa noche, Rachel, les contó a Mary y a Marian, todo lo que había pasado con Junior y que habían pasado el día en el hospital, también les platicó que ya tres veces la confundían con la hija de Cooper. — ¿Te imaginas si ahora que ya eres adulta, te adoptara un hombre rico como él? — No Marian, eso es imposible, esas cosas no pasan en la vida real, además no sé, yo no me veo como la hija de Cooper. — ¿Y cómo su mujer? ¿Te ves como la esposa de un hombre como él? — ¿Por qué me preguntas eso Mary? — Por qué no tendría nada de malo mi niña, mi difunto esposo, era veinte años mayor que yo, es por eso que sus hijos nunca aceptaron nuestra relación, creían que yo sólo veía el dinero que su padre podía darme, cuando a mi lo que me enamoró, fue su caballerosidad y la forma en que me

