Lucas se terminó yendo para que Charlize se quedará, él prometió no regresar mientras dicha mujer estuviera ahí. Kiya pudo ver en su reciente amiga un reflejo de tristeza. — Dije que no me iba a meter pero la situación entre ustedes cada día es peor, espero que en algún punto las cosas se puedan arreglar. — Eso es algo imposible, mejor no hablemos de eso que sabes que es un tema delicado para mí. — Bueno, entonces tengo que pedirte algo. Bastián me dijo que si me podías hacer compañía unos días, una vez que me den de alta, eres bienvenida a la mansión Rivadeneira. — ¿En serio? — ella se sorprendió y sonrió de forma pícara — vaya, al parecer le has dado una buena agua de calzón a ese hombre, lo traes como un bobo. Quien diría que el diablo sobre ruedas iba a tener un lado tan bueno. —

