Charlize se fue con miles de recomendaciones por parte de Bastián, ella subió a la camioneta en la que siempre andaban y arrancó con total tranquilidad.
— Bueno, ¿Dónde vamos?
— A la penitenciaría — Kiya habló con total calma mientras Charlize la miraba sorprendida — mi papá es un presidiario, por favor no vayas a decir nada de esto, más adelante le diré a Bastián pero no es momento de hacerlo.
— No te preocupes, yo te debo una bien grande y de mi boca no va a salir ni media palabra.
Ellas llegaron a tiempo a la penitenciaría, Charlize decidió esperar en la comodidad de la camioneta que tenía aire acondicionado.
Kiya después de pasar por la seguridad debida en la penitenciaría, fue directo donde su padre. Él al verla se alegró de mirarla con un poco más de peso pero sus ojos se posa
