**CAROLINA LA HERMANA DE SIENNA** Me giré. Sentía el rostro caliente, los ojos brillantes, la garganta apretada. El embarazo me tenía al borde, pero esto… esto era otra cosa. Era el peso de todo lo que no fui. —La diferencia es que yo sí tengo valores. Yo sí sé lo que significa la familia. Aunque Miguel me haya dejado, aunque esté sola con este embarazo, aunque no tenga ni para comprar vitaminas para mi bebé… jamás olvidaría de dónde vengo. Papá golpeó la mesa con el puño. Las tazas saltaron como si también tuvieran miedo. —Esa muchacha siempre fue egoísta —gruñó—. Desde niña. Siempre queriendo ser la primera, la mejor. ¿Te acuerdas, María, cómo se negaba a compartir sus cosas contigo? ¿Cómo todo tenía que girar en torno a ella? Mamá asintió entre sollozos, con las manos temblorosas s

