**MATEO** A veces, me pregunto si no soy más que un títere en un juego cuyas reglas desconozco, jugado por manos invisibles que mueven mis hilos con precisión quirúrgica. Si mi libre albedrío es solo la ilusión que me permiten mantener para que el espectáculo sea más entretenido. Y luego está Sienna. Durante semanas, ese nombre fue mi única esperanza. Mi única luz en la oscuridad absoluta. Investigué con la desesperación de un hombre ahogándose. Pagué sobornos. Seguí las pistas. Y finalmente la encontré. Es hermosa, de esa manera peligrosa, que debería haber sido mi primera advertencia. Inteligente. Encantadora. Me acogió con una preocupación que parecía genuina, con una complicidad que me hizo creer que finalmente había encontrado a alguien de mi lado. Me enamoré de la posibilidad

