Capítulo 1

1276 Words
6 de Marzo 2012. Estúpida escuela. Estúpidos maestros. Estúpidos todos. Por qué todos se dejan llevar por las clases sociales. O por que tan fuertes eres, o que tan popular eres. Esto es un desastre total, la verdad, yo no he pasado por eso, ya que el apellido de mis padres es muy popular, pero se me hace muy injusto que las cosas sean así, yo siempre he dicho que a todos nos traten por igual y la verdad no me importaría recibir un golpe por alguien mas. Esto es una maldita secundaria y tal parece que es cuartel. Somos niños, no Psicópatas en preparación, ni nada de eso. Cada vez que tengo una oportunidad, ayudo a quien realmente lo necesita, soy de primer año, tengo 12 años, y aun así trato de ayudar, no me quedo solo como observadora. Mis amigos y yo tratamos de proteger a quienes podamos, aunque se me hace un abuso qué los mayores hagan esto. Tengo una mejor amiga, su nombre es Nina, ella fue golpeada por unas chicas mayores que nosotras, pero por fortuna pude ayudarla y desde entonces se ha convertido en mi mejor amiga y nadie le hace nada. Algunas personas me odian, pero eso a mi ni me importa, con el odio que me tengo yo misma, me basta. "Alice" "Vamos a divertirnos " "Dejanos divertirnos" Hay no otra vez esas malditas voces. Tengo que alejarme de aquí, de todos mis amigos. Me despedí de ellos y salí de ahí, salí de la escuela con el pretexto de sentirme mal, por suerte me creyeron y me dejaron ir. Comencé a caminar sin rumbó, no quería llegar a mi casa, esas voces seguían hablando y eso me producía dolor de cabeza, a unos pasos mas adelanté de mi, iban un grupo de chicos, eran de preparatoria. Sus risas afectaban mas mi dolor de cabeza, tanto qué ya no lo soportaba. Me deje caer en la banqueta, agarré mi cabeza entre mis manos, suplicaba internamente que ese dolor se detuviera, pero las voces no se detenían, incluso se reían de mi. La risa de los chicos había desaparecido, se habían ido y eso era bueno, así nadie me vería. Tenia ganas de gritar, pero no podía, si la gente se entera o me ve, estoy completamente segura que mi mamá se enterará. Tengo que ir con mis tíos, ellos me ayudarán. —Por favor, callense —susurre entre quejidos, pero eso no fue suficiente, es mas continuaron hablando más y más. —¿Éstas bien? Esa pregunta hizo que las voces se callarán tan abruptamente, levante mi cabeza para ver quien era ese chico. Era uno de los chicos de preparatoria, miré hacía todos lados y no estaban sus amigos, solo estaba él. —Creo que sí —le dije algo confundida, las voces se callaron al escucharlo ¿Por que? No tengo idea. Con su ayuda me levanté y suspire tranquila. —¿Segura que estas bien? —me pregunto y yo lo mire algo ida. —La verdad no, tengo que irme, gracias por tu preocupación —le dije y comencé a caminar nuevamente. —Te acompañó —dijo poniéndose a mi lado. —No es necesario, la casa de mis tíos esta cerca —le dije y el se encogió de hombros. —Aun así, me sentiré mas tranquilo al saber qué estas en tu casa —dice y yo niego —¿Vives con tus tíos? —me pregunta y niego. —No, voy por qué sólo ellos pueden ayudarme —le digo y el asiente. —¿Cuántos años tienes? —me pregunta y lo miro de reojo, no estoy acostumbrada a dar información, pero creo qué se la ganó al callar a las voces. —Tengo 12 ¿Y tu? —16. En el poco trayecto, el siguió haciéndome preguntas, pero en ningún momento pregunto mi nombré y eso era raro y cuando yo estaba por preguntarle su nombré, vi a mi tío salir de su casa. —Muchas gracias por acompañarme —le dije y el asintió. —No es nada, nos vemos después —dijo y con eso se fue. Regresé la atención a mi tío y el solo miraba al chico irse. —¿Que pasó? Le conté todo y como ese chico me ayudó. Mi tío era doctor, mas bien un Psicólogo y mi tía era una Psiquiatra. Paso una media hora hasta que mi tía llegó y volví a contarle lo que pasó. Después de platicar con ellos comimos juntos, las voces no volvieron a aparecer, mis tíos me llevaron a mi casa, donde mi mamá ya me esperaba. Después de que mis tíos se fueran, mi mamá y mi papá se fueron, dejándome al cuidado de mi pequeña hermana de Tres años, la tome de la mano y la lleve a mi habitación, me cambie de ropa y me senté con ella en la cama. Ella era bastante inteligente para su edad, ya medio leía, también ya sabia escribir. —Nena, te quiero. —Yo también te quiero Susy. Me quede con ella jugando, hasta que tocaron el timbré, mire la hora y sabia que era la maestra de Ballet. —Hora de Ballet —le dije y ella sonrió y se bajo de la cama y corrió a su habitación para cambiarse. Baje a abrirle la puerta a la maestra, ella se fue a nuestro estudio de Ballet y yo subí a mi habitación para cambiarme también. Práctico Ballet desdé que era una niña pequeña como Susy, mi madre es lo que nos exige, ya que así tendremos disciplina. En cuánto salgo de mi habitación, Susy también lo hace. Me da la mano y la tomo y juntas bajamos hacia el estudió para iniciar con las clases. (•••) Mis padres llegan casi al final de la clase, por lo que se quedan a ver nuestra clase. Unos minutos después y la maestra se despide y se va, Susy hace unos movimientos para enseñarle a mi mamá y ambas solo sonreímos al verla. Después que Susy se fue mis padres me llamaron a la sala, después de bañarme y cambiarme baje a verlos. —¿Algo que contarme Alice? —me pregunto mi mamá. Las voces en mi cabeza comenzaron a hablar, pero trate de ignorarlas y poner mi mejor cara de tranquilidad. —No mamá, nada que contar —le dije con voz segura y ella solo me miró. —¿Estas segura Alice? —me pregunto mi papá y yo asentí y le Sonreí. —¿No has vuelto a escuchar las voces?—me pregunto mi mamá. Las voces se detuvieron. «¡NO, DILE QUE NO! » «¡MIENTE! » —No mamá, sabes que te lo diría —le digo sonriendo y ella asiente con una sonrisa. —Muy bien, iré a preparar la cena, ve con Susy y yo les hablaré en cuanto este la comida —dijo y asentí. Le di un beso a cada uno y subí a mi habitación. "Uff, eso estuvo cerca." «En algún momento se darán cuenta de que mientes» "Ya lo se, pero aun no es ese día." Llegue con Susy que estaba con sus muñecas, ella me miro sonriendo y me senté a su lado. —¿Jugamos? Susy era buena en distraerme y en calmar las voces. Ella y ese chico. ¿Quien es él? No tenía idea, pero estaba tan agradecida con él. Él era un extraño y aun así me ayudo, no todos lo hubieran hecho, pero él fue diferente. ¿Cual sera su nombré?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD