•Días Después•
Han pasado varios días y yo cada día sigo peor, mi mejor amiga siempre esta conmigo y me ayuda en lo que puede, ya no he vuelto a ver a ese chico.
Mis amigos me presentaron a un chico mayor que nosotros y es primo de uno de ellos, es muy lindo. En estos días he conseguido que confíe en mi, pero desgraciadamente yo no lo he hecho, mi secreto es mi perdición y no a cualquier persona puedo contárselo.
—¿Alice estas bien?—me pregunto él, no estaba bien, esas voces seguían ahí, yo no podía hacer nada para desaparecerlas, así que le sonreía y prepare otra mentirá.
—Solo estoy cansada, he estado estudiando para el examen —le dije y él asintió abrazandome.
—Te aseguró que pasarás, eres muy inteligente, lo demuestras todos los días y un examen como esos no es anda comparado contigo —dijo y reír.
—Lo se.
Víctor era un gran amigo, me daba buenos consejos y jamas preguntaba mas de lo que se le decía.
(18 de Mayo 2012)
•2 Meses Después •
Mi vida no es normal, no es como la de las otras chicas, no es igual como la de Nina.
En estos dos meses me he dado cuenta de eso. Me enamoré y no lo podía creer, los libros siempre lo describen con un vivieron felices, pero yo no tendría mi final feliz ¿Por que? El se iría y no por que quisiera.
Víctor se adueñó de mi mente y de mi corazón ¿Como había pasado esto? Todos los días habíamos estado juntos y simplemente fue inevitable.
"¿Podemos hablar?"
Estaba en la escuela cuando recibí su mensaje, me apresure con mis trabajos, mi mejor amiga me pidió que la acompañara a su casa, le explique lo que pasaba y quedamos en vernos en nuestra cafetería favorita. Salí rápido de la escuela y corrí hacia el parqué donde me vería con él, no estaba tan lejos.
Cuando llegue note dos cosas, habían varias camionetas negras y hombres rodeando el parqué.
No.
Sabía lo que significaba esto, pero aun no estaba lista. Corrí hasta él y me lance a sus brazos.
—No, por favor dime que no es cierto, que estoy imaginándolo —le susurré con la voz entre cortada. Él no podía irse, no podía dejarme.
—Sabia que este día llegaría, sabes que tengo que hacerlo, no quiero ponerte en peligro —dijo y me separó un poco para tomar mi rostro entre sus manos.
—No te vallas —le pedí al borde de las lágrimas.
—Te amo Alice y jamás dejaré de hacerlo, eso ni mi padre ni esa mujer lo cambiará, tu eres mi vida, mi mundo y yo sin ti, no soy nada —dijo y no pude soportarlo mas y comencé a llorar.
—No me dejes, por favor.
—Te amo.
Sus labios se encontraron con los míos, un pequeño beso cargado de tanto sentimiento.
—Te amo Alice, te volveré a ver, te encontraré nuevamente y estaremos juntos —dijo mientras comenzaba a retroceder y el pánico se apoderó de mi, no podía perderlo.
—¡No! ¡Víctor!
Él lloraba.
—¡No te vallas! ¡Victor!
Camine hacía él, pero alguien no me lo permitió, era uno de esos hombres.
—¡No, por favor! ¡VICTOR!
Trate de zafarme, pero no pude, la camioneta donde el iba se fue, el hombre me soltó.
—No me dejes...
—Lo siento señorita.
El hombre se fue y no pude evitar gritar mientras lloraba, lo había perdido, él se había ido y yo me quede nuevamente sola.
—¿Hey estas bien?
Nuevamente era ese chico, no me importó que él estuviera ahí, mi llanto no cesaba. Ahí estaba yo, en el pasto, llorando. Ese chico se acercó y me abrazo, tratando de consolarme. Pero nada podía hacerlo, tenía que irme de ahí. Me separé de él y trate de levantarme.
—Tengo que irme...
—Espera, dejame acompañarte —dijo pero yo negué mientras me limpiaba las lágrimas, aunque no dejaban de salir.
—No, esta bien, solo voy a la cafetería —le dije y él asintió.
—Que casualidad, yo también voy para allá —dijo y yo sabia perfectamente que era una mentirá, ya que yo me estaba convirtiendo en una experta en mentiras.
No quedó otra opción qué él me acompañará, necesitaba llegar rápido a la cafetería, necesitaba hablar con Nina.
Llegamos y ella no estaba por ningún lado, la llame varias veces y no me contestaba.
—No contesta.
—¿Algún otro lugar donde pudiera estar? —me preguntó él y pensé. Tal vez con mis tíos.
—Vamos a la casa de mis tíos —le dije y el asintió.
De camino a la casa de mis tíos, había una calle solitaria y oscura, no me gustaba pasar por ahí, pero era necesario, Nina era tan capaz de pasar por ahí. Este chico tomo mi mano y caminamos por ese callejón.
Hubo algo que llamo mi atención, había un hombre votando algo en él suelo.
—Mierda —susurro mi acompañante, tomo su celular y prendió la lámpara —Sera mejor que levantes las manos idiota y dejes eso, la policía esta en camino.
Solté su mano al momento de verle forma a ese bulto. Era un cuerpo, el sujetó, se dio la vuelta para correr pero no pudo ya que mi acompañante lo derribó, me acerqué lentamente al cuerpo y con la lámpara de mi celular pude echar un vistazo. Era el cuerpo de una chica, lentamente la volteo para verle el rostro.
Esto es una pesadilla, si, estoy dormida y nada de esto es real.
Todo a mi alrededor desapareció, ella no podía ser, no, no era Nina. Mi respiración se aceleró y las voces hablaron a la vez.
—No...
—Alejate de ahí.
—¡No! ¡No es Nina! ¡Ella no!
Mi interior estaba roto, ese desgraciado la había asesinado.
—¡No! ¡Ella no!
Nuevamente volví a llorar, mi mejor amiga estaba muerta.
—¡No!
«—Dejame a mí, yo vengaré su muerte, yo matare a ese maldito»
Yo no podía, simplemente me alejé y algo pasó, algo surgió, algo nació ahí, en mi.
Yo no hacia nada, solo observaba, pero aun así mi cuerpo se giro hacia donde estaban ellos dos. Él chico me miro diferente, el notó el cambio.
Eso tomaba el control.
La oscuridad estaba tan cerca de mi y yo deje que me consumiera.
(•••)
Al abrir los ojos, estaba nuevamente en el callejón y estaba recostada en el regazo de ese chico. Me incorporé y él me ayudó, mire hacía un lado y ahí estaba el sujetó, muerto.
—¿Que paso?—le pregunté y el suspiró.
—Tu lo mataste, pero no eras tu, era ella —dijo y lo miré curiosa.
—Ella—le dije y él asintió.
—Al parecer tienes un trastorno de personalidad, no soy un experto en este tema, pero al menos estoy seguro que ella es una personalidad y su nombre es Jessica.
Mierda ¿Esto puede ponerse mejor?
—Tengo que ir con mi tío —le dije y él asintió.
—Yo llame a mi padre, es policía y se hará cargó de esto —dijo y asentí. Me levanté y mire mi ropa, estaba cubierta de Sangre ¿Cómo mierdas lo hizo?
—Soy Alice —le dije en susurro, él tomo mi mano mientras comenzábamos a caminar. Tendría mucho que explicar.
—Y yo Alexander y quiero que sepas que desde ahora, no te dejaré sola por ningún motivó.
Y le creí.
Confíe en Alexander, ya que él me vio en mi peor momento. Y claramente puede callar a las voces.
Solo quería llegar a casa y llorar en mi cama, no podía soportar todos esto, era demasiado para mi. Solo tengo 12 años ¿Por que no puedo tener una vida normal? ¿Es mucho pedir eso?
—Alice.
—¿Dime?
—Jamás te abandonare.
Le creí, creí en su palabra, sólo esperaba no equivocarme en confiar en un desconocido, por que eso era él aún, un total desconocido, una que me ayudará en mi vida.