unos pasos, obviamente se de quienes se trata, por lo que no me sorprendo y dirijo mi mirada hacia las personas que se encuentran acercándose a nosotros. Se trata de dos señores entrados en edad, un señor alto con una estatura parecida a Alexander, acompañado de una señora de baja estatura a comparación de sus contrapartes con unos grandes ojos color miel, a diferencia de los de su esposo e hijo que son verdes.
Al principio llevan una mirada extraña en su rostro al verme, al instante que posan su mirada en el, su ceño se arruga en obvia preocupación debido a que notan los golpes que lleva en su rostro. Es justo en ese momento cuando se acercan más a nosotros.
— ¿Que paso? — exclaman alarmados acercándose a nosotros
— No se preocupen, no es nada grave — dice Alexander de manera tranquilizadora, me encuentro congelada en mi lugar observando el intercambio sin saber exactamente qué hacer, en cuanto colocan su mirada en mi es que decido intervenir
— Disculpen, fue mi culpa arranque sin ver a los lados — digo avergonzada, porque siendo sincera fue mi culpa —. Estoy muy avergonzada de esto
— No se molesten, realmente no escuché el automóvil
— Pero si no pasó nada grave no han de estar justificando lo que pasa, nosotros entendemos
— Estaba muy preocupada de que me apuntaran sin saber — menciono preocupada
— No hija, con solo el gesto de venir, acompañarlo hasta acá está de sobra decir que te ocupaste de todo, por lo que no tenemos porque pensar mal de ti
— Si, me preocupe demasiado cuando me di cuenta que era Alexander
En cuanto digo esto ellos me dan una mirada extraña que no se identificar, se acercan hacia él momentos después para ayudarlo, y ver cómo está. Lo evalúan unos instantes, el gesto preocupado en sus rostros se apacigua después de examinar, supongo que es ahí cuando se dan cuenta que realmente si está bien, que no pasó nada grave.
Recuerdo que Tobby está en el carro, me parece extraño no haber escuchado un ladrido de su parte.
— Disculpen, Tobby está en el carro voy a ir a bajarlo — después de comentarles, me acerco al automóvil, doy un vistazo al interior de la unidad ahí es que me doy cuenta que todavía se encuentra profundamente dormido, eso explica el porque del silencio, en cuanto abro la puerta abre sus ojos, bosteza un poco para luego bajarse
En cuanto me volteo después de haber ido a buscar al perro, percibo un gesto extrañado en ellos. No sé que hacer ni que decir con respecto a ese cambio de reacción, lo único que soy capaz de hacer es darles una mirada tensa. Posicionó mi mirada en Alexander, al instante noto que está algo nervioso pero obviamente el no se da cuenta de ella, por obvias razones.
— ¿Quieres pasar a tomar algo? — me pregunta la señora saliendo de su estupor anterior, estoy apunto de afirmar pero cambio al instante son muchas emociones encontradas al mismo tiempo, en un solo día eso no sería nada bueno para Alexander tengo que darle su tiempo para que asimile todo lo pasado hoy
— Siento mucho rechazar, pero es que justo ahora no puedo pero si la oferta sigue abierta cualquier otro día estoy bien — les digo de manera conciliadora —. Creo que mañana caería bien
— No te preocupes, has de estar cansada se te nota en la cara pierde cuidado
Es lo que me dicen me acerco a despedirme de Tobby, luego a Alexander como no se ni cómo hacerlo, decido es dejar un suave beso en su mejilla. Hasta yo misma me sorprendo de dicho intercambio, percibo cómo se colorean sus mejillas. Un gesto satisfactorio se refleja en mi mente, estamos tan enfrascado en nuestra burbuja que olvidó que están sus padres, soy consciente cuando escucho un sonido de parte de su padre.
A raíz de esto me avergüenzo demasiado, me despido con las mejillas encendidas con la promesa de venir otro día para no rechazar la oferta que siendo sincera me costó demasiado declinar, pero es que también tengo que ser consciente.
Me despido con la mano, para luego encaminarme hacia mi amado Bugatti me subo al instante para retomar el mismo camino de regreso hacia mi apartamento, todo lo que pasó hoy son muchas emociones en un día, que yo ni siquiera soy capaz de como actuar al instante me puse tensa no sabía que hacer, pero no podía dejarme llevar por el miedo, la incertidumbre debía de actuar, no quería que el pensará que lo trataría de menos debido a lo que me enteré.
Entro a mi habitación aún con mi mente en las nubes, me quito la ropa. Me siento en mi cama analizando todo lo ocurrido, me encuentro demasiado abrumada todavía pienso que supe enfrentar bien la situación dadas las circunstancias.
— Es imposible, las señales estaban ahí pero estaba tan enfrascada en mi, en mis problemas que no lo noté o mejor dicho no lo quise ver — me amonestó mentalmente —. Cómo una persona como el, que de ve tan joven le pudo haber ocurrido algo así, aún no salgo de mi incredulidad ni la manera que me enteré, esa no fue la mejor no pude haber habido peor manera de haberme enterado
Me acuesto sumamente agotada, no físicamente sino mentalmente, unos hermosos ojos verdes me pasan por la mente, sonrió con amargura al recordar que esos hermosos ojos, no tienen luz en ellos. No hablo de la luz externa, sino de la luz interna que de debería encontrar en ellos, cuando ha de haber sufrido debido a eso.
— Eso explica la manera en que hablaba, se notaba en su voz lo mucho que le dolía
Las señales están ahí, solo no hay que cerrarse a verlas, hay que ser muy ciego para no darse cuenta. Alejo los malos pensamientos que cruzan mi mente, mis problemas en este momento, no parecen nada en comparación a todo lo que el ha llegado a pasar en todo este tiempo.
Se nota que es mucho tiempo el que lleva de esa manera, debido a la comodidad con la que de desenvuelve si el no te dice creo que nunca te darás cuenta.
— Cómo una persona tan amable, tan dulce, tan dispuesto ayudar es ciego...