Segunda Vez

1214 Words
Escucho a lo lejos un sonido, me despierto poco a poco debido a eso. Abro lentamente los ojos, doy un vistazo alrededor cuando me despierto completamente, al instante recuerdo algo fijo mi mirada en el despertador, me tranquilizó al instante noto que todavía es temprano. Cómo voy a buena hora, me levanto para dirigirme hacia el baño, en el camino voy recordando los hechos ocurridos el día de ayer, desde el altercado o problema que tuve en la empresa, dónde mi ánimo no se encontraba muy bien, me sentía mal debido a eso, si lo pienso es raro es como si una fuerza invisible me hubiera guiado hacia ese parque, solo al pensar eso por mi mente, una sonrisa involuntaria se refleja en mis labios. Me introduzco a la empresa, y así empieza mi jornada laboral sin ningún altercado esta vez, eso me tiene más tranquila realmente, es muy diferente al día anterior es como si nada hubiera pasado, aunque no se porque eso me deja un poco inquieta. Al momento de pasar esos pensamientos por mi mente, sacudo mi cabeza para despejarme de los mismos. Salgo rápido de todas mis asignaciones, pase toda mi jornada viendo repetidamente el reloj con la esperanza de que la hora pase volando para ir hacia mi encuentro, eso me tiene muy emocionada en más de una ocasión en el transcurso de la mañana mis compañeros me han visto con una mirada rara, pero decidí no prestarles demasiado atención. Cuando veo que ya es la hora de salida, siento como una sonrisa se va expandiendo involuntariamente por mis labios, cuando me doy cuenta la freno al instante, hago acopio de mi misma para luego salir. Siento como el día anterior una fuerza que me empuja a ir hacia ese lugar, cómo algo diciéndome que vaya que me invita a ir hacia ese banco. Camino decidida hacia el mismo, aunque no puedo impedir que un gesto de insatisfacción me embarga cuando me doy cuenta que no está. Al instante me pongo nerviosa. — Será que no viene — me pregunto en la soledad de este banco, al instante escucho a alguien que se acerca a sentarse —. Lo siento pero estoy esperando a alguien — le digo a la persona sin verla, cuando dirijo mi mirada hacia esa persona me congelo al instante — ¿Está esperando a alguien más? — me dice Alexander con una sonrisa, eso genera dos reacciones, me sorprendo por el tono de burla en su voz y sorpresa porque es apenas en ese momento que no a un perro junto a el, lleva algo en la mano pero no alcanzo a ver qué es porque lo oculta muy rápido — ¡No! — exclamo muy avergonzada —. Es que hable antes siquiera ver qué eras tú el que se estaba sentando ahí — le digo con las mejillas aún algo sonrojadas lo que me hace bajar la mirada — Si eso me imaginé, supongo que te tome por sorpresa culpa mía — me dice el —. Para la próxima trataré de estar un poco antes, pero se me complicó un poco — No te preocupes eso pasa, no me molesta que hayas llegado tarde — continuó: —. Solo que me encontraba algo distraída — Eso pasa tranquila, tampoco es como si yo estuviera molesto ni nada solo hay algunas circunstancias que nos impiden ciertas cosas — Tienes muchas razón, te ves muy joven para decir cosas muy profundas — ¿Si? — me pregunta, pero sigue diciendo —. Yo pienso que la madurez no está en la edad sino en las distintas situaciones, cómo afrontarlas ahí es que se demuestra la verdadera madurez un simple número no indica nada — ¡Wow! — exclamo asombrada por su elección de palabras —. Realmente no lo había pensando de esa manera, es que muchas personas se guían de un cálculo, diagnóstico cómo una base, como si eso se pudiera calcular con una fórmula — continúo: —. Hasta me avergüenza un poco haber pensado así — No te preocupes, nosotros los seres humanos queremos a veces como una base que explique algo, cuando nada esta vida es un hecho completamente concreto como tal. Además cada día se aprende algo nuevo — ¿No lo crees de esa manera? — me pregunta Me quedo un momento en blanco pensando en todo lo que he escuchado, experimentado o leído. Llegó a la conclusión de que en sus palabras hay mucha razón en lo que dice, es sorprendente como solo ha pasado corto tiempo y ya he aprendido demasiado, no hablo de un conocimiento de saber, sino como experiencias, algo de vida que realmente debería yo de saber. Eso me incentiva a analizar ciertas cosas que he pasado. — Claro que sí, ahora que lo dices de esa manera tienes mucha razón — le digo —. Es sorprendente cuando a veces no dejamos guiar por lo que dicen los demás, lo que no nos lleva a darnos cuenta de algunas cosas, como las que acabas de mencionar hace algunos momentos, continuó: —. Como si de un túnel se tratase, a veces hay que ver a nuestro alrededor, analizar los distintos ángulos de una situación, eso nos ayuda a tener una mejor perspectiva — Sinceramente, siempre debería ser así pero estamos aquí en este mundo para aprender, tanto de cosas buenas como de nuestros errores — Tienes mucha razón al decir eso — le comento — Gracias a ti, he cambiado mi forma de ver algunas cosas y eso que solo hemos hablado en dos oportunidades — le comento con una sonrisa — No te preocupes, realmente no se que decir en estos casos es muy raro escuchar esto — Puedes tomarlo como un cumplido — le comento con una sonrisa que nunca desapareció desde que apareció — Supongo que tienes razón — me dice con una sonrisa deslumbrante — Me toca despedirme nuevamente es que siendo sincera no quisiera irme pero es que me encuentro algo cansada, se está haciendo tarde y no es que viva muy cerca realmente — le digo apenada — Ni te preocupes además no es como si fuéramos a desaparecer, siempre estoy aquí a la misma hora cómo te dije anteriormente así que ni te sientas mal, ni frustrada ni nada por el estilo — Me dejas un poco más tranquila al escuchar esto — me despido nuevamente con el mismo gesto del día anterior aunque al igual que ayer no recibo respuesta eso me extraña — A lo mejor, no está acostumbrado a hacer esos gestos de despedida — pienso internamente, mientras me dirijo a mi auto para hacer el mismo recorrido de hace unas cuantas horas atrás Llegó a mi apartamento, me cambio de ropa para luego acostarme más ligera como si me hubiera quitado un peso de encima como si mis pensamientos se mantuvieran a raya luego de ese pequeño intercambio que tuvimos está tarde. — Está conversación tuvo un matiz mucho más profundo que el que tuvimos anteriormente, es raro porque no suelo compartir este tipo de conversaciones con nadie, a lo mejor no encontré con quién tenerlas Menciono en la oscuridad de mi habitación, a medida que me voy quedando dormida.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD