Emma retiró la mano al mismo tiempo que Jess y gimió de satisfacción durante otros treinta segundos.
—¡Joder, qué bien se ha sentido! —exclamó Emma, aún recuperando el aliento. Finalmente, se bajó la falda para cubrirse la entrepierna.
“Fue genial verlo. Gracias por hacerlo por nosotros”, dijo Jess.
"Yo también lo creo", intervine.
"Ya me había masturbado antes, pero hacerlo delante de vosotros dos lo intensificó de alguna manera", dijo Emma.
¡Todavía te convertiremos en un exhibicionista! —dijo Jess riendo.
Emma suspiró profundamente. "Chicos, me lo he pasado genial con vosotros, pero tengo que irme a casa. Mañana temprano tengo que atender a un cliente y no puedo, eh, quedarme despierta hasta tarde, si me entienden. Espero que no os importe", dijo Emma con tono de disculpa.
—No —r
