Un año había estado viendo a Ethan, en todo ese año jamás me sentí lista, le hice saber que no lo estaba, que no estaba lista para nada y que no lo estaría pronto, pero el insistía en esperarme. Cosa que me hacía sentir fatal. Mientras estuviera así, rota, por más que me encantara Ethan, no iba a empezar nada con él. Me parecía muy injusto estar con él de esa manera.
Me había mudado con Bree cuando murió Ramsés. Esa fue la única petición que me hizo Ramsés antes de morir. Estar cerca de mi hermana y de mi hermosa bebé eran unas de las mejores cosas que me habían pasado. Podía llegar de la galería y acurrucar a Rachel. Ella era una hermosa bebé dormilona, así que siempre la despertaba. Y aunque era una gruñona siempre me sonreía encantada. Rachel era una de las pocas que nos diferenciaba a Bree y a mí, creo que era por el olor, no lo sé con exactitud, pero sabía perfectamente cuando era yo quien me acercaba.
No se cuales habían sido las instrucciones de Ramsés para Ethan, pero él siempre estuvo al pendiente de Bree y Rachel. Mi pequeña bebé se quedaba encantado con él, podían pasar horas jugando. Esa sin duda era una hermosa escena.
Ethan me gustaba, de eso no había duda y me parecía que era una de las personas más lindas que había conocido, ignorando el enorme detalle que era un mujeriego. Pero ese ya es otro tema. Varios meses intenté alejarlo y no verlo, pero era imposible, se llegaba a casa todo el tiempo con la excusa de ver a Rachel y terminaba invadiendo mi espacio. No me quise quejar con Bree, ella ya había tenido mucho como aguantarme a mí también. Así que respiré profundo.
En cuanto a Ian, se casó muy rápido, a mi corazón no le había dado tiempo de sanar cuando él ya estaba en el altar, eso me destrozó por completo. Así que estuve dos semanas enteras en la Galería pintando. No podía negarlo, que le rompieran el corazón a un artista era una de las cosas más inspiradoras. Mis cuadros cada día eran un éxito y mi fama iba viento en popa. Pero yo seguía siendo esa Sky un poco hippie de corazón y con un par de tatuajes ocultos por mi ropa.
Seguía con la idea de que Ethan y yo no combinábamos para nada, es que realmente no lo hacíamos, el de punta en blanco con su traje perfectamente entallado y yo eternamente descalza y llena de pintura. No sabía que pensar de él, lo pillé varias veces mirándome embelesado, me miraba de una manera diferente que me gustaba. Que me hacía tener esperanzas de que podía tener un hermoso futuro con él, pero yo seguía sin estar lista, y tampoco estaba para lidiar con un hombre mujeriego, porque si, el me esperaba, pero seguía saliendo con mujeres todos los días, yo tampoco se lo negaba y siendo sincera, tampoco me molestaba. Nosotros no teníamos absolutamente nada, hubo una temporada en la que, según él, no salía con nadie porque me esperaba a mí, pero yo lo animé a que siguiera siendo el. No tenía por qué esperarme.
Tanto mi vida amorosa como la s****l, no existían, cuando no estaba pintando, estaba con Rachel y en eso se resumía mi vida, no me malinterpreten, me encantaba, me sentía bien así. Mi hermana me animaba a que saliera y conociera a alguien más, pero siempre la hacía callar diciéndole que ella no estaba en posición para decirme que saliera cuando ella se había encerrado en casa por un año entero, aunque estaba clara que mi situación no era igual a la de ella, pero lo hacía por llevarle la contraria y hacerle saber que yo era la hermana mayor, realmente lo disfrutaba.
Ethan y yo salíamos algunas noches en plan amigos. Jamás había pasado ni siquiera un beso. Y eso estaba bien para mí. Pero él siempre lo intentaba, intentaba tomar mi mano o simplemente besarme. Hubo una temporada en la que quise todo con él, pero nos encontramos con una chica con la que él se había acostado el día anterior y eso sinceramente me hizo entrar en razón. Para ser sincera, siempre pasaba algo que me hacía retroceder cien mil pasos de uno solo que habíamos logrado avanzar, todo era un retroceso enorme y yo como fiel creyente de las señales mandaba todo a la mierda sin importarme nada.
Esa noche después de volver de la galería, Ethan ya estaba en casa, como de costumbre, se acercó a mí y me dio un beso de esos donde la persona se queda un par de segundos extras en tu mejilla.
Bree me miró sonriente, ella realmente quería que yo le diera una oportunidad a Ethan. Todos, lo querían, pero al parecer la única que no lo hacía era yo. Hasta Rachel se desvivía por él. Se podía sentir la presión, hasta mis padres lo amaban. Carajo.
Bree huyó con la excusa de dormir a Rachel, sabía que lo hacía para dejarnos solos, así que cuando se despidió de mi la miré son ojos asesinos y ella solo sonrió.
-Por favor Sky, dame una sola oportunidad y te voy a demostrar que soy el hombre para ti –Suplicó Ethan.
Negué sin mirarlo –No eres mi tipo, lo sabes. –Obviamente ese cuento ni yo misma me lo creía, el hombre me encantaba totalmente.
-Vamos Sky, aunque sea una sola cita.
-No entiendo. ¿Cuál es la diferencia de una cita a todas las salidas que hemos tenido?
-Que todas esas salidas no son románticas porque tu no quieres.
Suspiré –Ethan, puedes tener a la mujer que quieras y estas aquí. ¿Es posible que sea porque no te presto atención?
Negó –Estoy loco por ti desde la primera vez que te vi, y en ese preciso momento, no sabía que te me ibas a resistir.
Negué y volví a suspirar –Ya te dije que no. Y no insistas, me estas incomodando.
-Por favor –Suplicó.
-No.
-Sky, vamos, una sola y te prometo que no te arrepentirás.
-No quiero ser grosera contigo, pero ¿Puedes irte? Estoy cansada.
Asintió y se levantó para irse, pero antes se despidió de mi con un beso prolongado en la mejilla. ´
Apenas subí las escaleras Bree salió de la habitación para interrogarme.
- ¿Por qué lo echaste?
-Porque quise.
-j***r Sky, él es bueno para ti.
- ¿Un mujeriego es bueno para mí? –Pregunté cruzándome de brazos.
Ella se quedó en silencio e inmediatamente me arrepentí. Se supone que Ramsés era un mujeriego y sabía que Bree pensaba que cualquier hombre podía cambiar cuando se enamoraba. Así que me acerqué a ella y la abracé.
-No todos los hombrees mujeriegos cambian lo sabes ¿no? Si, sé que Ramsés lo hizo, pero es que él era diferente cariño. –Dije besando su frente.
Ella asintió –Perdón, no quise presionarte. Es que no se, mi poder de gemela me dice que puedes tener una historia linda con él.
- ¿Te vas a quedar tranquila si le acepto la cita? Pregunté mirándole fijamente y ella me miró esperanzada – Estoy cien por ciento segura que ahí voy a confirmar lo que pienso, que él no es para mí.
-Si vas predispuesta las cosas no funcionaran y lo sabes. –Dijo frunciendo el ceño.
Suspiré frustrada –Tienes razón. Entonces déjame prepararme mentalmente para querer ir.
- ¿Lo prometes entonces?
Asentí y ella sonrió, me gustaba verla sonreír, eso no pasaba mucho, así que haría cualquier cosa por verla sonreír de nuevo. Esa noche después de llenar a Rachel de besos me quedé despierta pensando en que tal vez Bree tenía razón. Así que en la mañana llamaría a Ethan y yo lo invitaría a una cita. Es que yo nunca fui de esas chicas convencionales, y si el quería tener algo conmigo entonces tendría que aceptarme así.
Estaba por dormirme cuando Bree se metió a mi cama, le costaba mucho dormir sola y a mí no me molestaba en lo absoluto, me sentía feliz de recuperar todos esos años separadas. Caronte quien siempre iba detrás de ella se acostó a nuestros pies.
- ¿Y así quieres que tenga algo con Ethan? –Pregunté para molestarla.
- ¿A qué te refieres? No te estoy entendiendo.
-A que me animas todos los días para tenga algo con él, pero no pensaste en que eso significará que posiblemente me quede con él y tu tendrás que dormir sola.
-Carajo no lo había pensado. –Dijo muy bajo y yo reí.
- ¿Entonces cambias de parecer?
Negó –no lo sueles Sky. Ni lo sueñes. Yo quiero que seas feliz.
-Y lo fui, solo que ahora estoy en pausa, eso es todo. Además, siento que es demasiado pronto.
-Han pasado casi dos años Sky.
-Sí que te volviste una madre, ahora exageras con el tiempo –Dije sin parar de reír y ella me golpeo.
-Hay que no me puedes golpear, soy tu hermana mayor y me debes respeto. –Dije para molestarla. Pero ella solo negó y se acurró contra mi
-Ahora abrázame para que me duerma –Ordenó y yo solo pude reír.
En la mañana mientras desayunábamos llamé a Ethan delante de Bree.
-Hola, quería invitarte a una cita –Dije apenas descolgó la llamada.
-Hola –Dijo una voz de mujer –Ethan se está duchando. Pero le paso tu mensaje.
-Gracias –Respondí cortando la llamada.
-Bree me miró avergonzada, afortunadamente había llamado en altavoz. Juro que no lo planifiqué, juro que no, pero esto serviría para que ella se pusiera de mi lado.
Suspiró abatida y asintió –Dejaré de presionarte. Perdóname.
Me acerqué y las llené de besos a ella y a Rachel quien estaba en sus brazos sonriente.
Me fui a la galería y a media mañana Ethan llegó preocupado.
- ¿Por favor dime que la cita sigue en pie?
-No sé de qué estás hablando –Respondí concentrada en mi cuadro.
-La cita por la que llamaste Sky, por favor hablemos de esto.
-Vuelvo y repito, no sé de qué estás hablando.
-La chica con la que estaba –Suspiró, pero yo no lo dejé terminar.
- ¿Le vas a creer lo que diga una chica que conociste la noche anterior? Sí que estas jodido Ethan –Dije encogiéndome de hombros.
- ¿Lo volví arruinar verdad? –Preguntó acercándose a mí. No lo miré, tampoco le respondí. Continué pintando y me distraje quien sabe por cuánto tiempo, cuando terminé mi cuadro el seguía ahí, sentado en el piso esperándome. j***r con Ethan, su insistencia no ayudaba en nada. Apenas lo miré el habló.
-Lo voy a dejar, voy a dejar de salir con chicas mientras te espero. Si es posible me meto a cura.
-No seas absurdo Ethan, así eres tú y no tienes que cambiar por mi porque no tenemos nada y tampoco lo tendremos –Dije seria.
El negó –Se que no, pero yo tengo que demostrarte que no siempre fui este vació. Tal vez así te enamores de mí. –Dijo levantándose decidido. Pero yo negué.
-Sigue con tu vida Ethan.
-Imposible. –Respondió cruzado de brazos.
Suspiré frustrada y después de no verlo moverse por un rato lo eché de mi galería.