Agarra mi mano

1402 Words
-Crees que te dejaré largarte después de esa amenaza de cuarta así como así...-digo casi corriendo a su espalda.-esta es la última vez que dejaré que tú y tu detestable mujer decidan algo por mi. -Tal vez no fui muy claro...-se detiene y gira para mirarme a los ojos.-harás lo que yo diga...-su nariz roza la mía nuevamente.-cuando yo lo diga...-me agarra los hombros con firmeza.-y como yo lo diga. -Quizás no fui claro.-digo quitándome de su agarre.-hare lo que yo quiera sin que te metas en mi jodida vida. -Esto no puede continuar Harrison.-me agarra el brazo con brusquedad.-no puedo tolerar que hagas lo que te venga en gana cuando mi empresa esta en medio de eso. -¿Acaso te dije que me dejaras esta mugrosa empresa? Te dije lo que haré cuando los gusanos se coman tu carne papá y aún así me metiste arrastrado a este lugar, no me vengas ahora con que quieres que cambie el plan porque no lo haré. -Destruirás mi imperio sobre mi c*****r. -Ese es el plan..-quito mi brazo de su agarre y camino de vuelta al ascensor.-y empezare negando ese jodido rumor de boda que jamás sucederá. -¿Quieres que lastime a la joven?.-me detengo en seco.-Alissa es muy inteligente y sería un terrible dolor que su padre quede en la ruina de la nada.-giro lentamente para observarlo.-¿en quién crees que recaerá la culpa? Por supuesto será en el joven empresario Harrison Gray que la persiguió a ella y dejó la empresa en la ruina. -¿Me amenazas? -Solo pongo las cosas en la balanza...-gira sobre sus talones y comienza a caminar.-ten en mente que el destino de la mujer que amas esta en tus manos.-entra en su oficina dando un portazo. Me tiene que estar jodiendo. Por esto odio a mi padre, por su manipulación hacia el resto de las personas y su majadería de meterse en los asuntos que no le corresponde, agregándole el hecho de que esta casado con el monstruo que destruyó a la familia de la mujer que amo. -Lo odio hasta la médula.-digo en un susurro. -¡Oh vamos!...-giro la cabeza hacia ella.-solo es una pequeña discusión entre padre e hijo. -Y tú siempre metiendo la nariz donde no te llaman ¿cierto Paula? -Discutían en mi nariz, Gray. -Es lo que hacemos últimamente. -¿Porque no te negaste a tomar la empresa? -Porque si lo hacía mandaría a mi madre a Suiza.-abre los ojos como platos.-¿qué haría si la manda a Suiza? -No sabía que tu padre era tan aterrador. -Su mujer es peor...-me acerco a su escritorio.-simplemente los dos fueron creados el uno para el otro. -¿Y tú madre?...-la observo. -Mi madre merece a alguien que la ame en su totalidad y no solo en sus días buenos, que la vea como la maravilla que es y que aprecie todos los detalles que posee...-sonrío ligeramente.-que le gusten sus gustos y que disfrute del movimiento de su cabello con el viento, que ría de sus caras y que al mirarla a los ojos, recuerde que ella es maravillosa.-la observo y veo que sonríe.-¿qué? -Amas a tú madre ¿cierto? -Es por ella que estoy aquí ¿no? -Pues sí. -De no haber sido por su fuerza de voluntad y su deseo de tenerme, estaría muerto. -¿Tú padre no te quería tener? -Anhelaba tener una niña y cuando supo que sería niño, le pidió a mi madre que me diera en adopción o que abortara pero mi madre no accedió y me tuvo, para desgracia de mi padre, su madre si me amaba y me consentía mucho. -La señora Gray es un amor. -Si, hace tiempo no viene a la ciudad. -Sus vacaciones la tienen feliz. -¿Que tanto haría una señora de su edad en un crucero? -Se me ocurren un par de cosas...-me da una sonrisa pícara que me perturba. -f**k!!...-digo haciendo cara de asco.-no sigas por favor.-camino hacia el ascensor y entro en el. -Lo siento. -Descuida, ya sé me quemaron las neuronas del cerebro y no lograré pensar en otra cosa. -Me alegro...-dice cuando se cierran las puertas del ascensor. Paula es una vieja amiga de la familia y asistente de mi padre, podría decir que la única cosa que me gusta de esta empresa, es hablar con ella. Cuando salgo a la planta baja me doy cuenta que las cámaras se fueron y no queda ni un alma en el estacionamiento. ¡¡Al fin!! Camino hacia mi auto con precaución, por si  algún idiota sigue por aquí y entro en el pero antes de que pueda arrancar, suena mi teléfono. ¡Genial! ¿Y ahora qué? -¿Diga? -¿Me explicas porque tú rostro esta en todas las noticias? -Zoe.... -Harrison.-baja el tono de voz.-quiero saber que sucede. -Simplemente me están haciendo una de sus movidas. -¿Quién? -No sé si es tu madre o mi padre pero me saldré de ella. -¿Te casarás? -No. Sabes muy bien a quien amo. -¿Y que harás? -No lo sé pero debo planear cada detalle antes de que se les ocurra decir una palabra más de la dichosa boda. -Muy bien. -Zoe.... -¿Si? -Gracias por escucharme. -Ahora estoy de tu lado Harrison. -Gracias. -De acuerdo. -Espera... -¿Que pasa? -¿Ella esta ahí? -No, hoy no se siente bien y se quedó en la habitación. -Es mi culpa. -En cierta parte. -No debí dejar que esa mujer me besara frente a ella ni mucho menos haber permitido que me metiera a la estúpida limosina. -Supongo que no quedaba opción ¿cierto? -No lo sé pero si sé que haré todo lo posible para protegerla. -¿Protegerla? -Es muy difícil de explicar y ahora no tengo tiempo pero cuando pueda, nos reuniremos y te contare todo. -Esta bien. Cuelgo y sigo mi camino hacia el hospital. ¿Por qué madres me tiemblan las manos? Veré a mi madre finalmente pero no comprendo porque tengo miedo, quizá porque despertó en estos momentos difíciles o porque deseaba verla con ella junto a mi. -¿A quién busca? -Victoria Jacobs. -Habitación tres.-señala con un dedo. Camino rápido hacia esa habitación y me detengo en la puerta; podré ver a la mujer que más amo en esta tierra. Abro la puerta y meto mi cabeza solamente, me llevo la sorpresa de que esta mirando la televisión. -¿Mamá?.-sus hermosos ojos se clavan en mi y una sonrisa se dibuja en su boca. -Hola cariño..-escuchar su voz me da una paz inimaginable. Realmente está aquí. Entro casi corriendo y la abrazo fuertemente; venía haciéndome la idea de no llorar al verla pero es tarde.-hey...-me aleja un poco para limpiar mis lágrimas de niño mimado.-¿qué pasa? -Que te he echado muchísimo de menos.-tomo su cálida mano entre las mías.-han pasado muchas cosas. -Puedes contármelas todas...-la observo. -Es complicado...-que vergüenza soltarme a llorar frente a ella, no comprendo porque no me pude controlar. -¿Que te parece por donde me quedé? -Pasaron muchas cosas. -¿Que te parece entonces si me cuentas lo que te está preocupando? -Mamá...-pongo los ojos en blanco y ella ríe. -A mi no me ocultas nada. -Nunca lo haría...-me tomo unos segundos para responder.-esa mujer me sigue haciendo la vida imposible...-cierra los ojos y frunce el ceño.-pero no te preocupes que yo puedo resolverlo. -Lamento haberte dejado solo. -¿Que dices? Siempre estuviste conmigo. -Ahora estoy aquí realmente y cuando pueda salir, me iré contigo.-la observo.-nos iremos lo más lejos de tu padre y de esa mujer. -¿Te refieres a salir del país? -Pues claro, siempre hablamos de irnos a Texas o Alaska, es tiempo de hacerlo. -Lo recuerdo bien...-sonrío ligeramente pero solo un pensamiento tengo en la cabeza: Ali.  -Se me hace que ya cambiaste de parecer...-la observo.-cuéntame sobre ella. -Una cosa a la vez, tenemos todos estos días hasta que salgas, así que no nos apresuremos ¿si? -Esta bien...-me acuesto junto a ella y la envuelvo en mis brazos. Si me voy, le harán daño a ella y a su familia pero si me quedo y sigo el juego de mi padre, ella se alejará de mí para siempre. ¡¡j***r!! Estoy encerrado entre dos muros.
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